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Aprendizajes sobre el agua en la reconstrucción Opinión

Aprendizajes sobre el agua en la reconstrucción

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Los incendios de las últimas semanas dan cuenta de la importancia del recurso hídrico no solo para combatir el fuego, sino también por lo vital que es para la reconstrucción. Así, la coordinación entre los sectores público y privado permitió, por ejemplo, la donación de 200 estanques de agua para que los vecinos de localidades como Santa Juana, en Biobío, pudieran comenzar de nuevo.


El fin de febrero y, por consiguiente, de la temporada estival, nos deja enseñanzas a las que debemos poner atención hacia el futuro en cuanto a la disponibilidad de agua potable. Sin duda las más importantes son la preparación y la prevención, con el fin de evitar situaciones que afecten la vida de las personas.

Así, y si bien las empresas sanitarias mantuvieron la continuidad del servicio de agua potable, la sequía persiste y debemos seguir haciendo todos los esfuerzos que se requieran para que el suministro hídrico no sufra restricciones.

Para ello fueron clave las inversiones que el sector sanitario sigue realizando en distintas ciudades del país, destacando, por ejemplo, la ampliación de la Planta Padre Hurtado en Santiago, la tubería reversible  Concón – Los Aromos, los Pozos de refuerzo en Rancagua, la inauguración de las nuevas obras de mejoramiento de la planta de tratamiento de agua potable de Punta Arenas, y la ampliación de la Planta Desaladora Norte de Antofagasta. Sumado a ello, el sector sanitario invirtió US$ 220 millones en obras solo para garantizar el agua este verano.

Los incendios de las últimas semanas dan cuenta de la importancia del recurso hídrico no solo para combatir el fuego, sino también por lo vital que es para la reconstrucción. Así, la coordinación entre los sectores público y privado permitió, por ejemplo, la donación de 200 estanques de agua para que los vecinos de localidades como Santa Juana, en Biobío, pudieran comenzar de nuevo. Como dijo el ministro Montes durante la entrega de estos contenedores a la comunidad: “Sin agua no hay reconstrucción”. En Andess lo sabemos también.

La alianza público-privada es significativa también en labores preventivas, considerando que vivimos en un país que nos tiene acostumbrados a terremotos, inundaciones, erupciones volcánicas, etc. El trabajo en los territorios, escuchando y aprendiendo de las necesidades de las comunidades en cuanto al uso y disponibilidad del agua; las alianzas público-privadas en la construcción de infraestructura hídrica; la voluntad de todas las partes para apuntar hacia el bien común; y un correcto diagnóstico de lo que hay y lo que debe haber, nos llevará a estar mucho mejor preparados para este tipo de eventos y cómo afrontarlos, en especial en zonas que son altamente vulnerables y faltas de recursos.

Lamentablemente febrero se está transformando en un mes de incendios a los cuales nunca nos debemos acostumbrar. Ahora se inicia marzo, mes del agua. Las empresas sanitarias trabajamos todo el año para que cada persona en cada ciudad de Chile pueda abrir la llave de sus casas y tener acceso al agua.

Sin embargo, los desafíos son cada vez mayores y la realidad de cada verano en nuestro país ha demostrado que ya no basta con el compromiso individual, hoy se trata de abordar conjuntamente qué haremos para cuidar el agua y prepararnos para enfrentar este cambio climático que cada vez muestra con mayor intensidad sus efectos en países como el nuestro.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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