La mayor participación de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad ya sea en instituciones del Estado, gremios, gerencias y directorios, no solo es necesaria, sino fundamental para que las mujeres contribuyan a la toma de decisiones, aportando sus conocimientos y experiencia, en beneficio de un mejor país para todos. No se trata que seamos mejores o peores, sino más bien, le impregnamos al trabajo una sensibilidad distinta, fundiendo una virtuosa complementación entre los roles de hombres y mujeres, con la mirada puesta en la construcción de una sociedad más justa y equilibrada.
Para que la participación femenina continúe ampliando su rango de acción, el proyecto de ley de cuota de género en los directorios de las sociedades anónimas es clave, y es un impulso necesario, ya que consolida la obligación legal para las empresas de contar con un 40 % de mujeres en los directorios en un plazo de 6 años graduales en el tiempo.
Esto debe transformarse en un aliciente para que las empresas orienten sus decisiones hacia un profundo compromiso con la diversidad, incorporando decididamente más talento femenino en las posiciones de poder, fomentando su formación y proyección al interior de las compañías, más aún cuando en Chile, las cifras indican que las directoras en empresas chilenas llegan solo al 12,7%.
El énfasis entonces se debe poner en la capacitación y la actualización de los conocimientos, para que cada vez más mujeres cuenten con un perfil idóneo y calificado y puedan ocupar los altos cargos al interior de las organizaciones y así seguir disminuyendo la brecha.
Debemos seguir visibilizando las habilidades y el talento de la mujer, ya que para los más altos cargos existen trayectorias femeninas connotadas, carreras destacadas, amplia experiencia, lo que pone en relieve la capacidad de las mujeres como un atributo comprobable, y que definitivamente, debe ser considerado como un tremendo aporte, que además brinda una mirada diferente, ayudando a un mayor consenso y a un diálogo más transversal para la toma de decisiones.
Un informe del Foro Económico Mundial señala que se necesitarán más de 135 años para cerrar la brecha de género en todo el mundo, con un aumento de 35 años desde la pandemia. Por estas razones y más, es que debemos seguir trabajando como sociedad, para el cambio cultural que se requiere. Sabemos que el peso de la historia es fuerte, pero en Chile, estamos avanzado con una genuina convicción de tomar medidas con el enfoque de género porque hoy, más que nunca, y en medio de procesos político-sociales complejos, se torna imprescindible para la toma de decisiones y el futuro del país, un prisma de mujer.