Dada la demora en entrar a producir más litio que ha sucedido en Chile, en la espera de crear una empresa estatal, sería necesario recurrir cuanto antes a otras alternativas, como buscar la participación del sector privado que disponga de recursos financieros y capacidad tecnológica, que se asocie al sector público en la propiedad, como arrendatario, o pagando impuestos para participar. Así lo ha reconocido la ministra de Minería, al señalar que “no lo podemos hacer solos”. Para ello sería indispensable efectuar algunas prontas modificaciones en las regulaciones y normativas vigentes.
El precio internacional del litio viene creciendo desde hace varios años, lo cual llevó al Gobierno de Bachelet II a negociar con las dos grandes empresas productoras en Chile, Soquimich y Albemarle, la modificación de los contratos de arrendamiento que tenían con la Corfo, encargada por el Estado de administrar los yacimientos del Salar de Atacama. Obtuvo una mejoría substancial con los productores, de manera que se ha aprovechado hasta ahora de las cada vez mejores cotizaciones del litio, que se cuadruplicaron desde 2015, hasta el extremo que en 2022 los ingresos fiscales por este concepto incluso superaron los obtenidos desde Codelco.
En la actualidad la situación del litio chileno se encuentra en un debate que ha impedido aprovechar mejor la situación del mercado. La consecuencia ha sido que se cumplió un año sin intervención del Gobierno, y solo recientemente ha anunciado el envío al Parlamento de un proyecto de ley sobre el tema.
El Gobierno, de acuerdo con su programa, estima que el litio debe ser explotado por una empresa estatal, al igual como Codelco lo hace con el cobre; aquí está presente no solo una romántica añoranza del pasado de hace 50 años atrás, que contribuyó a la industrialización del país, sino que postula que sería un actor en la recuperación del crecimiento económico que hubo en los Gobiernos de la Concertación.
Pero no solo el mundo actual ha cambiado, sino especialmente hay nuevos actores que aportan tecnologías avanzadas y diferentes, a las cuales el país ya no tuvo acceso, tanto para la producción de la materia prima, como la cadena productiva, hasta los componentes elaborados. Carecemos de centros de formación técnica, así como de producción manufacturada.
El otro componente necesario para crear una empresa estatal productora de litio son los cuantiosos recursos financieros que se requieren. En la actualidad los fondos fiscales son escasos, porque otras necesidades sociales, también en el programa presidencial, son prioritarias en sectores como educación, previsión, salud, vivienda y seguridad ciudadana. Esta escasez se ha agravado con el rechazo al proyecto tributario.
Esta es otra característica de algunos sectores partidarios del Gobierno, que no fueron educados considerando la existencia del principio de la escasez, creyendo que, si hay una necesidad en la sociedad, los recursos estarán disponibles y no sería indispensable retirarlos de otras urgencias. El “mundo de Bilz y Pap”.
Dada la demora en entrar a producir más litio que ha sucedido en Chile, en la espera de crear una empresa estatal, sería necesario recurrir cuanto antes a otras alternativas, como buscar la participación del sector privado que disponga de recursos financieros y capacidad tecnológica, que se asocie al sector público en la propiedad, como arrendatario, o pagando impuestos para participar. Así lo ha reconocido la ministra de Minería, al señalar que “no lo podemos hacer solos”. Para ello sería indispensable efectuar algunas prontas modificaciones en las regulaciones y normativas vigentes:
– Proponer las funciones reguladoras y normativas que debiera cumplir el Estado.
– Permitir la participación de otras empresas en el Salar de Atacama, hoy restringido a las dos actuales, en que SQM partió en 1993 entregando el 6,8% del valor de sus ventas y subió en 2018 al 40% en términos marginales cuando el precio superó los US$ 10 millones la tonelada. En el segundo trimestre de 2022 llegó a US$ 54 millones y la producción anual se triplicó.
– Ampliar la autorización para explotar otros salares como Pedernales y Maricunga y otros 18 salares detentados a otros postulantes. El país posee las mayores reservas del mineral en el mundo.
– Realizar una nueva negociación con Soquimich y Albemarle para mejorar los beneficios entregados al Estado y también se pueda aprovechar su capacidad para aumentar su producción.
– En la actualidad quedan varios asuntos pendientes del acuerdo de arrendamiento, que son de carácter administrativo-burocrático, los que asombra que no se hayan resuelto, a pesar de que los recursos financieros ya fueron integrados al país (y no los han aprovechado los beneficiarios locales, entre el Gobierno Regional y los municipios de la zona, los pueblos atacameños y las universidades, para destinarlos a la enseñanza e investigación de esta riqueza). Como diría el especialista en dichos populares, “perdimos la brújula mirando para el techo” (A. Cardemil, Refranes y Moralejas de Chile).
El actual precio del litio es una anomalía y tenderá a la baja en un futuro próximo, aunque no se sepa cuándo y cómo. Ocurrirá por un fuerte aumento de la oferta mundial provocado por las importantes inversiones en curso atraídas por el alto precio, los avances tecnológicos y los sustitutos que están apareciendo. La alta cotización también afectará a la demanda, en especial en la búsqueda de sustitutos. Además, deben agregarse las limitaciones ambientales cada vez más intensas, preocupadas por el tema hídrico presente en el litio.