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Bravo… Claudio Opinión

Bravo… Claudio

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Pablo Flamm
Por : Pablo Flamm Periodista deportivo
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Seguramente, y una vez que termine la liga española, el guardavalla tomará decisiones respecto a su futuro inmediato. A muchos, entre los que me incluyo, nos gustaría verlo en las canchas chilenas, sería un aporte en todo el sentido de la palabra, ya sea como referente y deportista que nivela hacia arriba. Pero el aporte de Bravo sigue siendo muy valioso en la interna de la selección, especialmente con los más jóvenes, y porque su vasta experiencia europea serviría de mucho para crecer y mejorar aspectos de nuestra competencia, que hace rato requiere medidas urgentes para crecer.


La carrera de Claudio Bravo es sencillamente extraordinaria. Hoy, cumplidos 40 años, el actual meta del Betis sigue siendo pieza clave en la Roja. Por ahora, si bien Brayan Cortés asoma como su sucesor natural, el bicampeón de América continúa siendo un jugador de elite y alto nivel competitivo.

Seguramente, y una vez que termine la liga española, el guardavalla tomará decisiones respecto a su futuro inmediato. A muchos, entre los que me incluyo, nos gustaría verlo en las canchas chilenas, sería un aporte en todo el sentido de la palabra, ya sea como referente y deportista que nivela hacia arriba.

Pero el aporte de Bravo sigue siendo muy valioso en la interna de la selección, especialmente con los más jóvenes, y porque su vasta experiencia europea serviría de mucho para crecer y mejorar aspectos de nuestra competencia, que hace rato requiere medidas urgentes para crecer.

Porque su valiosa vivencia en el mejor fútbol del mundo, haber estado en España e Inglaterra muchos años, lo transforman en un arquero de categoría y calidad asegurada. Y es ese testimonio el que hay que valorar y rescatar de un deportista como Claudio Bravo.

Si bien no ha estado exento de algunos errores y determinaciones polémicas al mando de la Roja, es mucho más lo que ha entregado y aportado dentro y fuera de la cancha.

Porque, si de recuerdos se trata, tiene momentos increíbles, especialmente en las definiciones por los títulos de América, donde fue pieza clave. Esa atajada a Agüero, cuando el partido se iba y parecía que Argentina lograba la corona, es una postal que de alguna forma refleja gran parte de la carrera de Bravo. Sin duda, hay muchas más; pero esa imagen, es asociar a Bravo y su plástica defensoría del pórtico.

Y, claro, él ya debe tener muy claro su futuro inmediato, porque si bien ya no juega todos los partidos de titular en su escuadra, sigue siendo una carta vigente y plena de garantía. ¿Cuánto más irá a jugar? Eso solo lo sabe él. Como también si su brillante trayectoria finaliza en canchas nacionales o decide no volver, algo que también es factible.

Es por lejos, y lo seguirá siendo por mucho tiempo más, el mejor portero de la historia de Chile, con todo el respeto hacia otros grandes que tuvo el fútbol nacional, como Sergio Livingstone, Misael Escuti, Roberto Rojas, Mario Osbén o Juan Olivares.

Por ello, Claudio Bravo es merecedor de aplausos y elogios, de reconocimiento eterno, dada su trayectoria, logros e imagen que proyecta.

Bravo… Claudio

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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