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C-TAP: nuevo paradigma internacional de transferencia tecnológica Opinión

C-TAP: nuevo paradigma internacional de transferencia tecnológica

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Samuel Toro
Por : Samuel Toro Licenciado en Arte. Doctor en Estudios Interdisciplinarios sobre Pensamiento, Cultura y Sociedad, UV.
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Establecer políticas públicas es relevante en esto, lo cual es bastante factible, toda vez que se han propuesto incentivos a las empresas que inviertan en ello, además de que, de ser considerado el avance nacional en el C-TAP, generaría una vitrina internacional incuestionable, donde cualquier institución, grupos de investigación, etc., que tengan ideas y avances, sean estos pequeños o no, pueden contribuir a C-TAP y generar una doble situación virtuosa: colaborar a nuevos alcances en la investigación de las pandemias en el mundo y posicionar a Chile, fuertemente, en el extranjero en materias de investigación tecnológica. Para la aceleración de esto, existen ciertos desafíos en la implementación de políticas públicas que buscan equilibrar los derechos exclusivos de propiedad intelectual con el acceso a la información necesaria para fomentar la innovación.


En una entrevista reciente, en Dbox Radio.com, al destacado abogado Luis Villarroel sobre la transferencia de conocimientos a través de la propiedad intelectual, y sobre los temas de C-TAP en las oportunidades internacionales que tiene Chile, el profesional nos menciona que es importante entender que el conocimiento es la “célula natural” de la propiedad intelectual, y que este conocimiento tiene dos características: no es rival en consumo y no es excluible. Esto significa que el acceso al conocimiento no debe estar limitado, y cualquier persona debería poder adquirirlo sin barreras. La propiedad intelectual artificialmente genera un monopolio sobre este conocimiento, lo que genera una ineficiencia estática en el presente, pero, a la vez, a través de esta, se espera que esto incentive a más creadores en el futuro y, por ende, más conocimiento. La propiedad intelectual crea un incentivo para la creación, pero si no se equilibran adecuadamente los niveles de exclusividad, el sistema no funciona.

Por lo tanto, es esencial pensar en el equilibrio de los derechos exclusivos de propiedad intelectual y el acceso a la información necesaria para la innovación. Si la propiedad intelectual es demasiado restrictiva, puede convertirse en una barrera para el acceso al conocimiento y la innovación. INNOVARTE.ONG ha estado en la búsqueda, y actualmente trabaja para aportar en las políticas públicas para equilibrar adecuadamente estos derechos.

Es fundamental entender que la propiedad intelectual no debería ser vista como un beneficio particular de un sector, sino como una herramienta para el desarrollo y la innovación. Un ejemplo, que menciona Villarroel, es el de las 40 horas laborales, donde se generó un bienestar para un grupo considerable de personas, pero otro sector se preocupó por sus intereses de productividad. Algo similar ocurre con la propiedad intelectual. Es necesario encontrar un equilibrio para que los derechos exclusivos de propiedad intelectual no se conviertan en una barrera para la innovación y el desarrollo.

En resumen, de lo que se trata es de buscar promover la propiedad intelectual para el desarrollo y la innovación, pero reconoce la necesidad de equilibrar adecuadamente los derechos exclusivos de propiedad intelectual con el acceso a la información necesaria para fomentar la innovación. La propiedad intelectual crea un incentivo para la creación, pero si no se equilibra adecuadamente, puede convertirse en una barrera para la innovación y el desarrollo. Es así como se  trabaja en propuestas e incidencias para lograr una compatibilización adecuada y garantizar que la propiedad intelectual sea vista como una herramienta para el desarrollo y la innovación, y no como un beneficio particular de un sector.

En el compartir los conocimientos en este caso tecnológicos–, la iniciativa C-TAP (Acceso a Tecnología COVID-19) tiene una relevancia mundial en el objetivo de garantizar que las tecnologías necesarias para tratar la enfermedad estuvieran, y estén, disponibles para todas las personas que las necesitaran. La iniciativa busca promover la transferencia tecnológica equitativa y transparente a través de licencias no exclusivas y con regalías justas.

Uno de los principales problemas en el ámbito de la salud es la falta de transparencia en los datos y pruebas clínicas y las condiciones en que se licencian los descubrimientos. Esto ha generado situaciones de inequidad, en las que algunos países pagan más por tecnologías similares que otros o se selecciona a un país y no a otro para ser receptor de las tecnologías, llegando a cobros el triple más altos en algunos. C-TAP busca abordar este problema al generar un ambiente de transferencia tecnológica que sea equitativo, transparente y beneficioso para todas las partes involucradas.

C-TAP ha generado un nuevo paradigma internacional de transferencia tecnológica con el aval de la OMS y ha contado con la colaboración de muchos países. La Universidad de Chile es la primera en aportar en este sistema de transferencia tecnológica en Latinoamérica. Un ejemplo de esta transferencia de tecnologías se puede apreciar en las que se desarrollaron en España, y que ya hoy tiene un sublicenciatario en África.

En Chile y Latinoamérica, C-TAP no estaba siendo aprovechado al máximo. En un principio, a través de las gestiones de Innovarte se dio un impulso en la gestión a la sociedad civil, política y académica, lo que repercutió en un importante precedente para el aceleramiento en el tema. Desde la Universidad de Chile y otros gobiernos del continente existen ciertos desafíos en la implementación de políticas públicas que buscan equilibrar los derechos exclusivos de propiedad intelectual con el acceso a la información necesaria para fomentar la innovación. Es por ello que hoy se trabaja en propuestas e incidencia para lograr una compatibilización adecuada. En este sentido es importante que los gobiernos de los distintos países establezcan coordinadores internacionales para ser interlocutores para las planificaciones que se están generando en el presente para la prevención de las inevitables nuevas pandemias por venir y de lo cual hay acuerdo internacional de los países miembros en la OMS.

Establecer políticas públicas es relevante en esto, lo cual es bastante factible, toda vez que se han propuesto incentivos a las empresas que inviertan en ello, además de que, de ser considerado el avance nacional en el C-TAP, generaría una vitrina internacional incuestionable, donde cualquier institución, grupos de investigación, etc., que tengan ideas y avances, sean estos pequeños o no, pueden contribuir a C-TAP y generar una doble situación virtuosa: colaborar a nuevos alcances en la investigación de las pandemias en el mundo y posicionar a Chile, fuertemente, en el extranjero en materias de investigación tecnológica. Para la aceleración de esto, existen ciertos desafíos en la implementación de políticas públicas que buscan equilibrar los derechos exclusivos de propiedad intelectual con el acceso a la información necesaria para fomentar la innovación.

El abogado Villarroel nos recalca que es un momento crucial e importante para el mundo en materias relevantes sobre la salud universal y los accesos, donde Chile puede tener un importante liderazgo en esta materia.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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