El Marco Mundial para la Diversidad Biológica de Kunming-Montreal constituye un nuevo y audaz reto para las economías en vías de desarrollo, y para cumplir el plan histórico de la COP15 de conservar al menos el 30% de toda la tierra y su agua para 2030. Las soluciones que partan de la naturaleza, y que sean usadas para restaurar los ecosistemas y frenar los efectos climáticos en las zonas en vías de desarrollo, y gestionar el desarrollo de forma sostenible para las personas y la naturaleza, son dos formas clave en las que los países pretenden aplicar este plan 30*30 y alcanzar sus objetivos.
En diciembre de 2022, en la 15.ª Conferencia de las Partes del Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica, presidida por China y organizada por Canadá, se adoptó el Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal (GBF, por sus siglas en inglés). El GBF incluye cuatro ambiciosos objetivos globales y 23 metas para 2030.
¿Por qué la biodiversidad?
“La biodiversidad es fundamental para el bienestar humano y la salud del planeta, así como para la prosperidad económica de todos los pueblos. La biodiversidad nos permite vivir en equilibrio y armonía con la Madre Tierra, ya que dependemos de ella para obtener alimentos, medicinas, energía, aire y agua limpios, seguridad frente a las catástrofes naturales, así como recreo e inspiración cultural, y sustenta todos los sistemas de vida en la Tierra”.
El GBF pretende responder al Informe de evaluación global de la diversidad biológica y los servicios de los ecosistemas, que fue publicado por la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (Ipbes) en 2019, el cual determinó que, a pesar de los esfuerzos que se han hecho, la biodiversidad ha mostrado recientemente un rápido declive.
Por ejemplo, el informe estableció que el 25% de las especies de los grupos evaluados estaban amenazados, lo que sugiere que alrededor de un millón de especies ya enfrentan la extinción, muchas de ellas, dentro de décadas, a menos que se tomen medidas rápidas.
Entre los principales causantes de estas amenazas con mayor impacto mundial figuran la conversión, debido al uso de la tierra y el mar, la explotación directa de plantas y animales, el cambio climático, la contaminación y la alteración de los ecosistemas naturales por especies exóticas.
Sin embargo, las medidas rápidas, urgentes y concertadas a través de la conservación, restauración y el uso sostenible de la naturaleza a gran escala, pueden fomentar un cambio transformador, y ayudar a apoyar otros objetivos sociales de tipo global, incluyendo la seguridad alimentaria e hídrica.
El propósito del GBF es catalizar y posibilitar estas acciones transformadoras para detener la pérdida de biodiversidad y asegurar los beneficios que proporciona como alimentos, medicinas, energía, aire y agua limpios, seguridad frente a los desastres naturales, así como recreo e inspiración cultural, y sustenta todos los sistemas de vida en la Tierra.
La visión del GBF para 2050 es un mundo en el que se viva en armonía con la naturaleza y en el que “la biodiversidad sea valorada, conservada, restaurada y utilizada sabiamente, manteniendo los servicios de los ecosistemas, sosteniendo un planeta sano y proporcionando beneficios esenciales para todas las personas”.
La misión 2030 del GBF con respecto a la visión 2050 es tomar medidas urgentes para detener e invertir la pérdida de biodiversidad, a fin de poner a la naturaleza en la senda de la recuperación para el beneficio de las personas y del planeta, conservando y utilizando de forma sostenible la biodiversidad; garantizar el reparto justo y equitativo de los beneficios derivados del uso de los recursos y proporcionar al mismo tiempo los medios necesarios para su aplicación.
Los 23 objetivos para 2030 se centran en las siguientes áreas: reducción de las amenazas a la biodiversidad; satisfacción de las necesidades de las personas mediante el uso sostenible y la distribución de beneficios; y herramientas y soluciones para la aplicación y la integración.
El Marco Mundial para la Diversidad Biológica de Kunming-Montreal constituye un nuevo y audaz reto para las economías en vías de desarrollo, y para cumplir el plan histórico de la COP15 de conservar al menos el 30% de toda la tierra y su agua para 2030. Las soluciones que partan de la naturaleza, y que sean usadas para restaurar los ecosistemas y frenar los efectos climáticos en las zonas en vías de desarrollo, y gestionar el desarrollo de forma sostenible para las personas y la naturaleza, son dos formas clave en las que los países pretenden aplicar este plan 30*30 y alcanzar sus objetivos.
Pero, ¿disponemos de los objetivos de desarrollo sostenible y los marcos de seguimiento necesarios para alcanzar estas metas? Los enfoques que tienen que ver con las cuencas hidrográficas para la planificación y el desarrollo sostenibles y el seguimiento y la evaluación en América Latina y el Caribe, permiten innovaciones en materia de sostenibilidad en cuanto al impacto transformador.
A fines de junio, en el Congreso de Investigación e Innovación para la Sostenibilidad, que se celebró en Ciudad de Panamá (Panamá), el principal encuentro transdisciplinar del mundo para la comunidad mundial de la sostenibilidad, se realizaron varias sesiones para abordar los retos que el GBF se propone superar.