Licitemos ahora públicamente el ingreso en 2025 de uno o dos operadores adicionales de litio al Salar de Atacama, con los resguardos ambientales. Eso aumentará la producción de litio antes o alrededor de 2030, sumará competencia interna y dará mayor respaldo ante fallas en las otras operaciones del Salar. Es un gran riesgo tener solo los dos operadores actuales. ¿Qué pasa si paraliza uno? Es como si en Chile tuviéramos solo dos grandes minas de cobre con solamente dos empresas mineras.
En una columna del sábado pasado, Bernardo Larraín reclamó que se asignen en forma directa contratos para extraer litio a las estatales Codelco y Enami. Dijo que en el caso de SQM “puede comprender” el trato directo. Sobre el primer punto creo que está en un error, porque desde 1979 el litio está reservado al Estado, y desde la Constitución de 1980 y el Código de Minería de 1983, el litio puede ser explotado por el Estado o sus empresas (por ejemplo Codelco y Enami), o por privados por concesiones administrativas o por contratos especiales de operación (CEOL).
Distinto es opinar sobre si conviene, he sostenido que no, principalmente porque Codelco y/o Enami hoy tienen problemas complicados que solucionar. Es importante que sus directorios y ejecutivos se concentren en eso. El riesgo de que Codelco siga bajando su producción y que sus proyectos estructurales de nuevos yacimientos se sigan atrasando hasta 2027 o más y aumentando sus costos, representa un perjuicio enorme para Chile y la caja fiscal. ¡Pastelero a tus pasteles! ¡A veces hay que bailar con la fea y con dignidad, en vez de maquillarse con litio!
A propósito de la crítica por falta de licitación de contratos de litio con empresas del Estado, pregunté: ¿por qué se está haciendo una “negociación” directa y confidencial de los contratos con SQM en el Salar de Atacama, sin licitar? Estos contratos terminan el 2030, faltan 7 años, y –según contrato– deben licitarse públicamente antes de 2027. Puede hacerse desde ya para que rija el 2030. He entendido, de lo poquísimo que se ha dicho públicamente, que este trato directo de Codelco con SQM consistiría en ampliarle los plazos y las cantidades de extracción de litio a dicha compañía mucho más allá de 2030, exigiéndole nuevas tecnologías y el control de Codelco (Estado), y otras condiciones accidentales. Pero así se le está transfiriendo a dedo y a puertas cerradas a SQM y sus dueños una riqueza de decenas de miles de millones de dólares, de un negocio seguro por muchos años. ¿Por qué esta barrera a la libre competencia? ¿Qué impide hacer una licitación pública, con libre concurrencia, cualquiera sea el modelo de negocio? Con sociedad, sin, con control, sin, etc.
El Salar de Atacama tiene el 90 % de las reservas de Chile. Vinieron más de 50 empresas internacionales interesadas en nuestro litio, altos representantes de Francia, Alemania, Estados Unidos y la Comunidad Europea, etc. ¡Extraordinario para una licitación muy competitiva y beneficiosa para Chile! ¿Por qué negarse a la competencia y transparencia?
Bernardo Larraín dijo después que estaba de acuerdo en que se liciten las extensiones de contratos o incorporaciones de nuevos operadores de litio, pero se preguntó si igual no había razones para que con SQM se haga trato directo. Dijo que si la oportunidad del litio no es eterna, ¿cómo aumentar la producción si ello requiere inversiones y el contrato de SQM vence en 2030?
Mis propuestas son las siguientes:
Primera: licitemos ahora públicamente el ingreso en 2025 de uno o dos operadores adicionales de litio al Salar de Atacama, con los resguardos ambientales. Eso aumentará la producción de litio antes o alrededor de 2030, sumará competencia interna y dará mayor respaldo ante fallas en las otras operaciones del salar. Es un gran riesgo tener solo los dos operadores actuales. ¿Qué pasa si paraliza uno? Es como si en Chile tuviéramos solo dos grandes minas de cobre con solamente dos empresas mineras.
Segunda propuesta: licitemos ahora, anticipadamente, el contrato futuro que reemplazará al actual con SQM desde 2030. Técnicamente es posible hacerlo y el contrato actual lo permite. Esto lo hemos hecho en proyectos mineros con éxito. SQM podrá competir en esta licitación y es probable que gane, por su mayor conocimiento del salar, sus operaciones y exploraciones. Eso le permitirá a SQM hacer desde ya las inversiones que necesita para seguir creciendo antes y después de 2030. Si SQM pierde la licitación ganará en certeza jurídica y económica. Sabrá con cinco o seis años de anticipación cuál será su situación en 2030 y elegirá otras opciones. Tiene varias. Si gana un tercero, este tendrá desde ya seis años para planificar y eventualmente ejecutar inversiones adicionales para seguir operando desde 2030.
Tercera propuesta: negociemos ahora con SQM, pero solo incrementándole las cuotas de litio a explotar en el salar, bajo la condición de que haga inversiones para seguir aumentando la producción desde ya y después de 2030. Si SQM gana la licitación le servirá a ella misma después de 2030. Si pierde la licitación, el valor residual de esas inversiones se le pagará en 2030 según lo pactado en el contrato (valores justos). Esto es lo normal en todos los contratos temporales de explotación, en concesiones, etc., para dar continuidad a las inversiones hasta el final y a la operación y explotación posterior.
Y entonces Bernardo Larraín pregunta: ¿existe algún marco contractual que regule el traspaso de los activos de SQM a un nuevo operador si no sigue SQM en 2030? Sí, es mi respuesta. Corfo tiene por contrato la opción de compra (cedible a terceros si se adjudica otro) para adquirir todos los activos de SQM en el salar, instalaciones productivas, infraestructura, derechos de agua, servidumbres, etc., con distintos métodos de valoración. No hay riesgo de continuidad productiva. Finalmente Larraín interrogó: ¿será otro operador capaz de replicar las capacidades de refinación de litio de SQM en corto plazo? Mi respuesta es sí. Primero, eso debe ser parte de las reglas de la licitación y precalificación de oferentes. Además, ya hay otros operadores con capacidades iguales y superiores a SQM. Chile ya tiene acuerdos con la UE, Alemania, Francia y otros países que aportarán tecnología para aumentar la explotación y valor agregado al litio. Por último, por la altísima demanda de litio, habrá cambios y mejoras tecnológicas muy importantes de aquí al 2030. Ya las estamos viendo.