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Reconsa y Besalco: las constructoras que deben asumir los costos de edificar en las dunas Pablo Ovalle Isasmendi/AgenciaUno

Reconsa y Besalco: las constructoras que deben asumir los costos de edificar en las dunas

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Patricio Herman
Por : Patricio Herman Presidente de la Fundación Defendamos La Ciudad.
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En nuestra opinión, Reconsa y Besalco tendrán que asumir los costos reparatorios para que los propietarios y arrendatarios puedan volver a habitarlo, recordando que, con motivo del socavón contiguo al edificio Kandinsky, se conformó una Comisión Investigadora en la Cámara de Diputados, a cuyos miembros les decimos que, si desean ejercer correctamente sus atribuciones fiscalizadoras, revisen muy bien los artículos 45 y 47 del Premval, conociendo además la escritura de compraventa del año 1979, el informe jurídico del abogado Pedro Pierry y las inscripciones de los terrenos de Reconsa en el CBR de Viña del Mar.


Para entender todo lo que hay detrás de la venta de las dunas de Concón es necesario tener en cuenta varios antecedentes, incluyendo esta entrevista efectuada en El Mostrador y el contenido en la edición del 31 de agosto de 2023 de El Mercurio de Valparaíso, en donde se da cuenta de una escritura de compraventa suscrita el 24 de septiembre de 1979 por Renato Gazmuri Schleyer, en representación de la Caja de Previsión de los Empleados Particulares (posteriormente Instituto de Normalización Previsional, INP) y Francisco Soza Cousiño, representante de la Constructora Neut Latour Ltda., y Edmundo Pérez Yoma y Francisco Figueroa Serrano, representantes de la Constructora Edmundo Pérez Ltda.

El primero, hoy fallecido, era hombre de confianza de Pinochet y, por ello, fue vicepresidente de la Corfo. Los dos siguientes fueron ministros de gobiernos de la Concertación. Ambas empresas privadas se transformaron posteriormente en la Sociedad Urbanizadora Reñaca Concón S.A., conocida en el mundo inmobiliario como Reconsa.

Por cierto, dicha escritura fue sistemáticamente negada a Defendamos la Ciudad, en las diversas ocasiones en que la solicitó, tanto al Instituto de Previsión Social (IPS, continuador del INP), como al Consejo de Defensa del Estado (CDE) y, oh sorpresa, al propio Consejo para la Transparencia (CPLT). Ante ese inaceptable secretismo, fue necesario obtenerla en el Archivo Judicial.

A través de la suscripción de la escritura que mencionábamos antes, dichos privados privilegiados se hicieron dueños de las llamadas dunas de Concón y en tal sentido recomendamos conocer, para entender el negocio, el Informe Jurídico del 02 de marzo de 1994 suscrito por el abogado Pedro Pierry, del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN). En este documento público se lee que en el Conservador de Bienes Raíces (CBR) de Viña del Mar se inscribieron diferentes terrenos a nombre de Reconsa, con un total de 750 hectáreas, entre 1980 y 1982.

El objetivo de la transacción comercial del año 1979, con la cual el Estado redujo el patrimonio de la Caja de Previsión de los Empleados Particulares, era para que los elegidos por ese régimen pudieran concretar en esos terrenos lucrativos negocios inmobiliarios y, por ello, para posibilitar las inversiones, el gobernante de la época, Pinochet, instruyó a su ministro de Vivienda, el general de la FACH Jaime Estrada Leigh, para que sobre ese territorio natural se pudieran construir edificios aislados en altura libre, fijada solo por la rasante. Ello se materializó con la publicación del 17 de diciembre de 1980 en el Diario Oficial del Plan Regulador Comunal (PRC) de Viña del Mar; es decir, un año después de la firma de la aludida escritura.

El edificio Kandinsky lo construyó la empresa Besalco, en un loteo ejecutado por la empresa Reconsa, una de las beneficiadas con la venta directa del año 1979. Ese lote fue aprobado entre los años 2005 y 2007, Rol 3120-1, por el director de obras municipales (DOM) subrogante, Fernando Durán, ya que el DOM titular, Julio Ventura, estaba suspendido por la autoridad municipal superior. El respectivo permiso de edificación se otorgó el año 2011 y la recepción final es del 10 de septiembre de 2013. Este edificio, con riesgo latente en su estabilidad, tiene 34 viviendas, 87 estacionamientos y 34 bodegas.

Es de toda lógica que las construcciones que se ejecutan en terrenos arenosos con pendientes (sobre todo cuando estas sean de 30 grados o más) deben ser edificadas en forma aterrazada, asunto que las autoridades competentes de la Región de Valparaíso tendrán que revisar en la ley y Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones, como en el instrumento normativo regional Premval, cuyo contenido tiene mayor jerarquía que el PRC de Viña del Mar.

Finalmente, sería asaz improcedente que, con fondos públicos, es decir, con los impuestos que pagan todos los chilenos, el MOP ejecute las necesarias obras reparatorias para que los dueños y arrendatarios de ese edificio puedan habitarlo próximamente, ya que los causantes del estropicio fueron dos actores privados.

En nuestra opinión, Reconsa y Besalco tendrán que asumir ese costo, recordando que, con motivo del socavón contiguo al edificio Kandinsky, se conformó una Comisión Investigadora en la Cámara de Diputados, a cuyos miembros les decimos que, si desean ejercer correctamente sus atribuciones fiscalizadoras, revisen muy bien los artículos 45 y 47 del Premval, conociendo además la escritura de compraventa del año 1979, el informe jurídico del abogado Pedro Pierry y las inscripciones de los terrenos de Reconsa en el CBR de Viña del Mar.

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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