Opinión
AgenciaUno
Nos extraña, por otra parte, el llamado que hace el columnista a que “la FNE debiera coordinar eficazmente a las otras autoridades para buscar miradas compartidas”. Lo cierto es que la Fiscalía es un órgano autónomo y no parece prudente que se pretenda que influya en las otras autoridades.
Con fecha 8 de septiembre de 2023, Conadecus presentó una solicitud de expediente de recomendación normativa al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), para que inicie un procedimiento participativo con el objeto de analizar la conveniencia de proponer al Presidente de la República la promoción ante el Congreso Nacional de una “Ley de reducción de la concentración económica agregada”, que limite el poder de mercado de los grupos empresariales significativos en Chile.
Esta facultad que la Ley de Defensa de la Libre Competencia le entrega al tribunal no es más que una sana manifestación de la interrelación y colaboración entre los poderes del Estado (contrapuesto al manoseado concepto de separación de los poderes). Todo ello, en pos del tan anhelado y necesario bienestar social del país.
Días atrás, el exfiscal nacional económico, Felipe Irarrázabal, en su dominical columna de El Mercurio, refirió algunos conceptos e ideas sobre los cuales creo necesario hacernos cargo desde Conadecus, con el objeto de que la opinión pública pueda tener más antecedentes, que le permitan tener una visión lo más objetiva e informada sobre el papel de la legislación de Defensa de la Libre Competencia ante el rol de los grupos empresariales en la economía nacional.
Lo primero que señala el exfiscal es que la pregunta sobre si los grupos económicos son una amenaza para la libre competencia es interesante, aunque demasiado amplia. Su afirmación es cierta en parte. La consulta realizada por Conadecus va más allá de las que han solido ser objeto de estos procedimientos ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, que en general se refieren a mercados relevantes determinados, por ejemplo: el de las cervezas, el de las farmacias, el de los pollos, el gas licuado, combustibles, etc.
Para entender la amplitud a que se refiere el señor Irarrázabal, es necesario remitirnos al concepto “concentración económica agregada”. Entendemos este término como “un pequeño grupo de agentes económicos que controlan una gran parte de la actividad económica a través de participaciones en muchos mercados”, de manera que no estamos pensando en una empresa de un determinado mercado, o que detenta un porcentaje considerable del mercado, sino en los grupos que controlan gran parte de la actividad económica en distintos sectores estratégicos del país.
Lo segundo que quisiéramos destacar de la columna, es que el exfiscal recuerda que la prensa dio cuenta de la reacción del señor ministro de Hacienda, don Mario Marcel, sobre la resolución del tribunal, en cuanto ordenó dar inicio al proceso e informar tanto al Ministerio de Hacienda como a la CMF, al Banco Central, al Ministerio de Economía y la FNE. En efecto, el ministro señaló que es “un tema que está en el radar de su cartera” y que “se necesita una visión de conjunto sobre los conglomerados”. Esto que señalamos da cuenta no solo de la oportunidad de nuestra consulta, sino que además de la seriedad de ella, por cuanto las palabras del señor ministro ratifican lo importante que es que abordemos este tema como sociedad madura y moderna que somos.
También es importante agregar que, en agosto recién pasado, el destacado economista de la Universidad de Chicago, profesor Luigi Zingales, entregó al Ministerio de Hacienda su reporte de la competencia del mercado financiero, concentración económica y el poder de mercado de los conglomerados, falta de competencia y recomendaciones, etc. Este reporte fue encomendado en el Gobierno del Presidente Piñera, por el exministro de Hacienda Ignacio Briones.
Ahora bien, cabe preguntarse: ¿no es acaso la instancia del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia y de la Excma. Corte Suprema, en el marco de lo dispuesto por la Ley de Defensa de la Libre Competencia, el lugar en que se debe dar el análisis de la pregunta que hace en su columna el exfiscal nacional económico? ¿No es acaso pertinente que una asociación de consumidores sea la llamada a promover este tipo de discusiones en un marco de respeto, objetividad, técnico, jurídico y económico?
Y hablando de respeto, no es posible para Conadecus dejar pasar lo que señala el señor Irarrázabal en su columna, en cuanto que a su juicio la solicitud presentada ante al TDLC, para que considere la posibilidad de proponer una legislación que regule los grupos económicos en Chile, “tiende a mirar a los grupos económicos –los alrededor de 25 conglomerados familiares… como una suerte de manada de lobos feroces que domina la economía de nuestro país”. Para Conadecus, todos y cada uno de los agentes económicos de una u otra manera, con sus aciertos y sus errores, con sus dimensiones de pymes, medianas o grandes empresas, como personas naturales o instituciones públicas e, incluso, como tribunales o cortes, han contribuido al desarrollo económico del país. De manera que, así como pedimos respeto por los consumidores y sus asociaciones, queremos señalar que Conadecus bajo ninguna circunstancia comparte la opinión respecto de los grupos económicos chilenos a que hace referencia el señor Irarrázabal.
Nos extraña, por otra parte, el llamado que hace el columnista a que “la FNE debiera coordinar eficazmente a las otras autoridades para buscar miradas compartidas”. Lo cierto es que la Fiscalía es un órgano autónomo y no parece prudente que se pretenda que influya en las otras autoridades llamadas por el tribunal para aportar antecedentes, como son, por ejemplo, el Banco Central o la CMF.
Finalmente, cabe destacar que en algo compartimos lo señalado en la columna por el exfiscal nacional económico y es que, como señala, el “proceso debe ser técnico y basarse en datos precisos, evitando caer en ideologizaciones o meras abstracciones académicas”. Por ello es que, precisamente, hemos dejado en las manos del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia y de la Excma. Corte Suprema el conocimiento de este importante tema para que, contrariamente a lo que sostiene el columnista en orden a la posibilidad de “debilitar la economía de mercado”, se la fortalezca, haciéndola cada mes más competitiva e innovadora, en beneficio de los consumidores, pymes, emprendedores y las propias grandes empresas, a fin de contar con un mercado eficiente y desarrollado.
