Tanto el sector público como el privado deben invertir en prácticas climáticamente inteligentes. La adopción de tecnologías como la labranza cero y los cultivos de cobertura fortalece la salud del suelo y la resiliencia de los cultivos.
La innovación tecnológica en la agricultura desempeña un papel crucial en la mitigación de los efectos del cambio climático, al acelerar la adaptación de los sistemas alimentarios.
El sector agrícola a menudo se ve inmerso en debates sobre la sostenibilidad de distintos sistemas, como la agricultura “extensiva”, “regenerativa”, “industrial”, “orgánica” y “agroecológica”. En lugar de enfrascarnos en estas disputas, deberíamos concentrarnos en la adopción de tecnologías y en la implementación de prácticas agrícolas sostenibles, adaptadas a los ecosistemas locales y considerando limitaciones biológicas y sociológicas.
Tanto el sector público como el privado deben invertir en prácticas climáticamente inteligentes. La adopción de tecnologías como la labranza cero y los cultivos de cobertura fortalece la salud del suelo y la resiliencia de los cultivos. Además, promover las rotaciones de cultivos y otros sistemas integrados no solo ayuda a absorber el CO2 atmosférico sino que también protege la biodiversidad.
La digitalización se convierte en un aliado esencial para mejorar el impacto ambiental de la agricultura. Es imperativo respaldar y expandir el uso de tecnologías modernas de mejoramiento genético de plantas. Esto incluye herramientas biotecnológicas como la edición genética y los organismos genéticamente modificados. El enfoque no debe limitarse solo a aumentar la producción de cultivos, sino también a reducir el desperdicio de alimentos y mejorar sus propiedades nutricionales. Es crucial garantizar que estas herramientas estén al alcance de todos los agricultores, especialmente de los pequeños.
Para avanzar hacia una agricultura más sostenible y mitigar los efectos del cambio climático, debemos reconocer que la agricultura es parte de la solución. Las herramientas están disponibles, solo nos falta la voluntad política para su aplicación.