Los resultados SIMCE traen algunas buenas noticias y, particularmente, muestran buenos logros para los Servicios Locales de Educación Pública.
En los últimos meses, y a propósito de los desafíos en el Servicio Local de Educación Pública (SLEP) de Atacama, se ha desatado un debate entre la élite política que ha extrapolado los desafíos de ese servicio al resto de los Servicios Locales de Educación del país. En la argumentación se han desacreditado, implícitamente, los esfuerzos que docentes, asistentes de la educación, educadoras de párvulos y funcionarios públicos hacen diariamente.
Hace unos días, por primera vez en la historia, la Agencia de Calidad de la Educación entregó al inicio del año escolar los resultados del SIMCE, que son un insumo fundamental para la toma de decisiones de política educativa del país.
Los resultados SIMCE traen algunas buenas noticias y, particularmente, muestran buenos logros para los Servicios Locales de Educación Pública.
En general, el sistema de educación ha mejorado los resultados educativos en la educación básica, y en un poco menor medida en educación media. Con un aumento enorme en matemática de cuarto básico y, especialmente, entre los niveles socioeconómicos bajos, cerrando las brechas, al punto que los resultados se están recuperando al nivel que tenían antes de la pandemia.
Los Servicios Locales de Educación Pública subieron más allá del promedio de mejora del sistema, entre los que destacan los de Gabriela Mistral, Huasco y Chinchorro, por mencionar algunos. Es decir, los Servicios Locales están haciendo, a pesar de los desafíos que enfrentan, un buen trabajo en general. Ningún Servicio Local bajó significativamente en los resultados de las pruebas de educación básica y media.
Lo anterior ofrece una evidencia importante para alimentar el debate educativo y la toma de decisiones. En primer lugar, los hallazgos apuntan a que debemos ser cuidadosos en el debate para no descalificar el trabajo de todos los equipos de los Servicios Locales que han hecho enormes esfuerzos, incluso sorteando el exceso de burocracia, para lograr esta importante mejora.
En segundo lugar, la educación pública ofrecida por los SLEP está mejorando, y tenemos ejemplos de algunos Servicios Locales que podrían nutrir con sus aprendizajes a los servicios nuevos y a aquellos que aún no observan mejoras marcadas en los aprendizajes. En Chile tenemos las capacidades para que la educación pública ofrezca oportunidades de aprendizaje que vayan mejorando con el tiempo.
En tercer lugar, es importante mencionar que, a pesar del cierre de las brechas de logro en cuarto básico, aún persisten desigualdades. En este caso, hay brechas de logro entre niños y niñas, y entre los estudiantes de distinto nivel socioeconómico en educación media.
En suma, se puede observar que la educación pública gestionada por los Servicios Locales de Educación Pública va por buen camino. El sistema escolar también presenta avances. Los resultados muestran un cambio positivo en la trayectoria, que no significa llegar a la meta, sino que sugieren que los esfuerzos están dando frutos y que es necesario seguir en la senda de mejora.
Ahora bien, para seguir esta ruta, es indispensable que la élite política apoye el trabajo de los Servicios Locales y de las personas que ahí trabajan. Que ponderen seriamente esta evidencia y que no extrapolen situaciones locales específicas a nivel nacional, pues el SLEP vecino de Atacama está entre los más destacados del país, solo para ejemplificar. Debemos entregar certeza de que podemos avanzar, mejorando los aspectos de la educación pública que requieren fortalecimiento, y con una mirada positiva y propositiva para mantener esta trayectoria.