Uso político del Simce
Señor Director:
La Agencia de la Calidad de la Educación ha dispuesto por primera vez la entrega de los resultados del Simce en la primera semana de clases. Me permito recordar que el Simce, como forma de medir y no de evaluar, fue conceptualizado en dictadura con el fin de hacer consistente la reforma que debilitó la educación pública incorporando prestadores privados con financiamiento estatal. Los gobiernos post-dictatoriales no solo mantuvieron esta orientación, sino que la profundizaron y la hicieron más radical, incorporando incentivos y castigos a las escuelas en base a los puntajes de las pruebas. El Simce, por tanto, ha sido y es una pieza clave del proceso político que tiene a la educación pública en permanente crisis.
Lamentablemente, la mirada crítica al Simce con que se planteó el programa de gobierno Gabriel Boric se ha perdido en el uso político que se le ha dado a la entrega de resultados. A falta de explicaciones de los mismos, los resultados más recientes se usan para soslayar la crisis de infraestructura que afecta a decenas de escuelas y liceos públicos en el inicio de este año, y que bien han denunciado las organizaciones docentes por muchísimo tiempo. Por otro lado, agrupaciones más conservadoras usan los resultados para atacar las iniciativas de reactivación educativa que ha impulsado el gobierno. Nuevamente quedamos atrapados en una discusión donde no se puede cambiar mucho en educación, y con tristeza vemos cómo retrocede nuevamente la discusión pedagógica para seguir dando paso a intereses que han mantenido a la educación pública en crisis.
Persiste la pregunta de si el gobierno del presidente Boric mantendrá la visión programática inicial sobre las mediciones educativas como el Simce o seguirá, como hasta ahora, fortaleciendo el encierro de la discusión y la renuncia a hacer cambios sustantivos a la forma que tenemos de apoyar la educación pública.
Ivan Salinas B.
Académico
Departamento de Estudios Pedagógicos
Universidad de Chile