El Frente Amplio desde sus orígenes ha estado en esa línea, intentando organizar a la ciudadanía para lograr más justicia social, tanto en las calles como en el Congreso.
La hermosa definición de la palabra esperanza, según la Real Academia Española es “estado de ánimo que surge cuando se presenta como alcanzable lo que se desea” por eso cobra tanto valor en la vida un dicho muy popular que dice que “la esperanza es lo último que se pierde”, porque eso te da ganas de vivir, de luchar y de levantarte cuando estás en el suelo, y más cuando sabemos internamente que también depende de nosotros. Es muy triste cuando la esperanza se pierde.
Por eso cuando ejercitan su amargura los agoreros de la desesperanza de algunos noticieros de televisión y radio, que dan a entender que todo está mal, que todo es catástrofe, depresión y rencor, le hacen un tremendo daño al país y por ende a todos nuestros compatriotas.
Es necesario que recuperemos la esperanza que hemos tenido en varios episodios de nuestra historia, de ilusionarnos otra vez, el sentir que también depende de nosotros. Aún hay muchas cosas por mejorar, la seguridad de nuestros barrios, poder tener acceso a una educación y salud pública de calidad, pensiones que nos permitan tener una vejez digna, mejores trabajos y tantas otras demandas que aún no se concretan.
Pensar que todo es responsabilidad del gobierno, si bien en el papel parece correcto, en la práctica no lo es tanto y trataré de explicarlo de manera simple.
Las grandes empresas, como las AFP, las ISAPRES y otras, en un legítimo ejercicio se juntan y se organizan, lamentablemente no es para tener más beneficios para los trabajadores y sus familias, sino más bien para aumentar sus utilidades y en ese juego debe haber un contrapeso, si este gobierno no tiene el respaldo ciudadano para tener más poder de negociación, difícilmente saldrá una buena ley de pensiones o más recursos para dar a Carabineros y que de esa forma, se pueda combatir de mejor manera la delincuencia y el narcotráfico. Es necesario que se sienta el apoyo al gobierno en las calles.
Aún nos falta pasar de ser votantes a ciudadanos, es decir, personas que además de votar constantemente, también estemos preocupados de ejercer nuestras responsabilidades, pero por sobre todo de exigir justicia social, y que se traduzcan en derechos sociales, pero no de manera individual, sino que colectivamente.
El Frente Amplio desde sus orígenes ha estado en esa línea, intentando organizar a la ciudadanía para lograr más justicia social, tanto en las calles como en el Congreso. En este gobierno, que es nuestro, a través de sus autoridades, se han logrado cambios importantes como la ley papito corazón, bono costo cero, la estrategia nacional del litio, avances importantes en el sistema de cuidados por nombrar algunos y sin duda sus alcaldes han logrado avances importantes en la calidad de vida de los vecinos y vecinas. Pero aún falta mucho.
Por eso, no olvidemos que esto es colectivo, por separado o sólo quejándonos, no lograremos nada, necesitamos trabajar organizadamente como ciudadanos y la labor de cada uno es muy importante. Por eso los invito a que mantengamos la esperanza, pues sabemos que no se ha avanzado como quisiéramos, pero es necesario que entre todos sigamos empujando los cambios que Chile necesita para ser un país más justo, verde y diverso, pues para parafraseando el grito del Frente Amplio, con fuerza y esperanza, es que Chile avanza!