Castellón, Calderón, Hormazábal, Díaz y Guerrero, por ahora han respondido bien. Claramente, Leandro Fernández es el jugador que marca la diferencia en el juego, con un inspirado Palacios que se ha consolidado como el bombardero azul.
Después de tres años coqueteando con el descenso y con muy malas decisiones administrativas y deportivas, pareciera que este 2024 Universidad de Chile va encontrando paz y tranquilidad, pues son varios los factores que en este inicio de temporada tienen a los azules navegando en aguas calmas y seguras, por lo menos por ahora.
Trajeron a un técnico que declara siempre desde la mesura y prudencia. No hace comentarios destemplados o de hincha rabioso. Álvarez transmite eso en la interna y, además, en muchos partidos se refleja su claridad táctica y cómo hace llegar el mensaje a sus jugadores.
Mucho mérito nace ahí. En el líder. Y por ahora, el equipo se va mostrando sólido y con pasajes de muy buen fútbol. No es un equipo alucinante, pero logra tener consistencia en muchas facetas.
El tener que concentrarse en un solo torneo le permite trabajar toda la semana en los aspectos claves y fundamentales, pero la exigencia de los azules para este año es estar en la pelea por el título. Eso lo tiene súper claro el técnico, que va moldeando a sus jugadores acorde a las exigencias de cada fecha.
Armó un plantel a su gusto, con las piezas claves que requería la U. No tiene megaestrellas, pero sí una plantilla más equilibrada que otros años, con aportes importantes de la mayoría de quienes llegaron.
Castellón, Calderón, Hormazábal, Díaz y Guerrero, por ahora han respondido bien. Claramente, Leandro Fernández es el jugador que marca la diferencia en el juego, con un inspirado Palacios que se ha consolidado como el bombardero azul.
La U ya superó una valla tremenda. Ganar después de 22 años en la cancha de Macul. Ese registro no se podrá borrar e independientemente de lo que suceda a final de temporada, ese karma se terminó.
Ahora vienen desafíos enormes para los azules, buscando esa esquiva corona que hace rato no tienen. Por ahora se ven bien perfilados, tomando en cuenta que recién van 10 fechas jugadas, pero aún mantienen el invicto.
Por eso la U de Álvarez es una ilusión enorme para el pueblo azul, después de muchos años de sufrir. Y lo otro clave es que la dirigencia azul hasta la fecha se mantiene en un plano secundario, lo que también suma mucho.