En las líneas defensivas, ambos equipos muestran cierto equilibrio. Por ello, el triunfo será para quien logre tomar la iniciativa y no cometa fallos, porque son fuerzas parejas y ambos vienen con el envión de los buenos resultados.
Nueva versión del clásico universitario. No como los de antaño, esos de la década del 60, donde dominaba el Ballet Azul, o aquellos más recordados en los 90, cuando los cruzados tenían en sus filas a Acosta y Gorosito y por el lado de los azules estaban Superman Vargas, Leo Rodríguez y un joven Marcelo Salas.
Claro, eran otros tiempos, con otra jerarquía de jugadores, pero en el Nacional habrá un partido que puede ser promesa.
Promete, porque la U viene siendo un equipo sólido, está invicta y además viene mostrando aspectos tácticos interesantes. No es una escuadra que avasalla, pero sí logra demostrar por muchos pasajes su nuevo estatus.
Claramente, el trabajo de Gustavo Álvarez está dando frutos y esta versión del clásico puede ser una prueba de fuego al momento de pensar en una posible corona, quedando mucho terreno aún por recorrer.
La llegada de Tiago Nunes ha sido un bálsamo revitalizador para los cruzados. El brasileño le entregó un nuevo aire emocional a un plantel que venía muy golpeado en los últimos meses. A eso se agrega que los resultados están llegando y eso refuerza el ánimo.
Ahora, veamos las posibles claves tácticas del partido. Los azules confían mucho en el poder de juego de Fernández, Guerrero y Palacios. Los tres causan mucho daño y están con el gol dulce. Universidad Católica, por otro lado, cuenta con la experiencia goleadora de Fernando Zampedri y el buen momento de Gonzalo Tapia, quien desde la llegada de Nunes ha mostrado regularidad y potencia en el arranque.
La zona de volantes, tal vez, es donde la U toma una pequeña ventaja, más por la regularidad que siempre vienen mostrando Díaz y Poblete, junto a los externos Hormazábal y Morales. Los de San Carlos recuperan a Farías, con un Pinares que ha subido su nivel y que puede ser jugador determinante en la creación de juego.
En las líneas defensivas, ambos equipos muestran cierto equilibrio. Por ello, el triunfo será para quien logre tomar la iniciativa y no cometa fallos, porque son fuerzas parejas y ambos vienen con el envión de los buenos resultados.
Veremos qué pasa en el clásico 198.