Real Madrid jamás ha levantado la Champions en el mítico Wembley, la catedral del fútbol mundial. Pero la Casa Blanca sí que sabe de levantar copas europeas, siendo el equipo más ganador de la historia. Tiene 14 en sus vitrinas.
Es el gran favorito, porque es el equipo especialista en esta instancia. Con la sabiduría de Ancelotti y con algunas estrellas que siempre pueden marcar la diferencia, como Vinicius, Bellingahm o el oportunismo goleador de Joselu.
Además cuentan con la inteligencia de Tony Kross, quien anunció su retiro del fútbol y lo hora (una vez terminada la Eurocopa), pero jugando ni más ni menos que una final de Champions. Digno de la carrera del alemán. Un superclase.
Pero al frente, el Borussia Dortmund tiene todo para ganar. La presión y obligación no está con los germanos, que llegaron casi de “sorpresa” a esta gran final.
Los dirigidos por Edin Terzic, son un conjunto que tiene su fuerza en lo colectivo. Si bien cuentan con el talento de Sancho y Adeyemi, la potencia de Fullkug y la solidez de Hummels, tendrán que hacer un partido perfecto para derribar al Real Madrid.
Pero en una final de este tonelaje, todo puede pasar. Es precisamente eso, una final y ahí quien logre imponer sus términos tendrá una ventaja importante.
Los españoles son una escuadra que no presiona, por el contrario deja jugar y aprovecha los espacios que le dejan para liquidar. En eso, no suele fallar la plantilla de Ancelotti.
Por el otro lado, Dortmund es un equipo que propone vértigo e intensidad. Le gusta jugar a full y sabe que las pocas oportunidades que se genera, debe aprovecharlas.
Pareciera en el papel un partido algo desequilibrado, sin embargo , es promesa de partido electrizante y de muchas emociones.
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