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Contrabando, cada vez más violento Opinión Imagen de Archivo (Aduanas)

Contrabando, cada vez más violento

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Carlos Gajardo Pinto
Por : Carlos Gajardo Pinto Abogado. Exfiscal.
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La creciente sofisticación y agresividad de estas bandas contrabandistas son una señal alarmante de que Chile podría estar siguiendo los pasos de Bolivia, donde la violencia relacionada con el contrabando es un problema cotidiano.


La semana pasada, una banda de contrabandistas que transportaba más de un millón de cajetillas de cigarrillos ilegales fue interceptada por un grupo armado que robó uno de los camiones en una verdadera “mexicana”. Este hecho evidencia una tendencia que ya veíamos en países vecinos como Bolivia, donde el contrabando y la violencia van de la mano hace varios años.

En Copiapó, la Fiscalía solicitó prisión preventiva para todos los involucrados, argumentando el peligro que representan para la sociedad y el inminente riesgo de fuga. Esta medida no solo es necesaria para garantizar la seguridad pública, sino también para asegurar que los responsables enfrenten la justicia. Ante un panorama donde usualmente el contrabando es visto erróneamente como el “mal menor” dentro de los delitos asociados al crimen organizado, pese a ser uno de los eslabones más lucrativos y con menor penalización, es necesario aplaudir e incentivar medidas de este tipo.

Y este no es un caso aislado. En marzo de este año, en la Región de Antofagasta, la policía incautó casi dos millones de cajetillas de cigarrillos en procedimientos que involucraron tiroteos y persecuciones, finalizando con la detención de 12 personas. En otro caso, en San Pedro de Atacama, cinco bolivianos y un chileno fueron detenidos tras un enfrentamiento con Carabineros, quienes decomisaron 68 mil cajetillas de cigarrillos. En ambos casos, también se solicitó la prisión preventiva.

Estos ejemplos revelan un patrón claro: el contrabando está cada vez más ligado a la violencia y, por lo tanto, las medidas para combatirlo, como la prisión preventiva, también se vuelven necesarias. Esto se debe a que no solo se pone en peligro a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, sino también a la población en general.

La creciente sofisticación y agresividad de estas bandas contrabandistas son una señal alarmante de que Chile podría estar siguiendo los pasos de Bolivia, donde la violencia relacionada con el contrabando es un problema cotidiano.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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