“Estábamos jugando a los palitos”, dijo el venezolano Hernán Landaeta Garlotti a Gendarmería en febrero pasado, después que lo descubrieran peleando con palos de escoba que tenían hojas de afeitar, en el patio tres del penal, entre otros incidentes que ha protagonizado.
Dentro de las impactantes imágenes que se ven en el video de casi 13 minutos dado a conocer la semana pasada por El Mostrador, sobre el motín en el Recinto Especial Penitenciario de Alta Seguridad (Repas), un aspecto en particular de ellas llamó la atención de distintas fuentes especializadas en crimen organizado.
Como lo dijo el experto Pablo Zeballos, las secuencias evidencian cómo todo el motín es instigado y organizado por Hernán David Landaeta Garlotti, un sicario del Tren de Aragua (TDA) conocido como “Satanás”, quien, pese a haber sido siempre muy cercano a uno de los líderes máximos del grupo en Chile, Carlos González Vaca (“Estrella”), no era parte de la cúpula del mismo.
Sin embargo, tras los hechos acaecidos al interior del patio 3 del Repas, el 6 de junio pasado, su nivel jerárquico aumentó en forma evidente, a tal grado que –como lo muestra la grabación– los otros reos lo protegieron en forma automática cuando ingresaron los gendarmes al patio, formando una verdadera muralla humana en torno a él. Ante ello, Zeballos indicó que “lo que estamos viendo es que, probablemente, el líder de este motín es el próximo líder criminal de las cárceles y los sujetos que actúan como sus capitanes van a ser los delegados de ese sujeto en el futuro”.
Hernán David Landaeta Garlotti hoy tiene 27 años y su primer acercamiento con la Justicia se produjo (al menos oficialmente) en abril de 2015, cuando tenía 18 años y fue acusado en Aragua, junto a varios otros sujetos, de asesinar a Willians Roberto González Martínez, “acribillándolo con más de 20 tiros de calibre 9 milímetros”, como indica el parte policial venezolano.
Durante las investigaciones realizadas por el inspector César Pérez, de la Unidad de Investigación de Homicidios de Aragua, dieron rápidamente con los apodos de los autores del crimen: se trataba de “El Chespi”, “El Che”, “Zabdiel”, “El Joseph”, “El Erick” y un tal “Satanás”, que no era otro que Landaeta.
Según uno de los testigos del hecho, este ocurrió a las 21:00 horas del 13 abril de 2015, cuando el grupo disparó más de 40 veces en contra de su víctima, luego de haberlo seguido. Otro testigo indicó que la pandilla había asesinado previamente a un sobrino de González, llamado Anderson Jiménez, 11 días antes, a quien le dispararon desde dos motos, asesinando también a un amigo de este, llamado Eduardo. A Willians González, en tanto, lo siguieron en dos automóviles, los mismos en que huyeron, después que un comisario de la policía que vivía en las cercanías los enfrentara a tiros.
Un tercer testigo dijo que los asesinos tenían amenazados a todos los pobladores y que su objetivo era “tomar el control total de la zona”.
Tras ser detenido, “Satanás” fue recluido en la cárcel de Alayón y posteriormente fue transferido a Tocorón, penal en el que nació el Tren de Aragua, donde participó en una fuga que se efectuó en 2016, en la cual siete personas perdieron la vida, luego de que los internos derribaran un muro, lanzando dos granadas.
En 2019 se volvió a saber de él, pero esta vez en Lima, Perú, donde fue detenido junto a otros tres venezolanos, luego de un asalto en contra de un negocio de abarrotes, que fue repelido por un mayor de la policía, Albert Grajeda Puma, quien fue herido a bala por los asaltantes. Aunque estuvo preso, la Justicia peruana posteriormente le decretó el equivalente a arresto domiciliario, lo que “Satanás” aprovechó para huir a Chile, donde se integró a la célula que comandaba “Estrella” y que inicialmente se instaló en una residencial ubicada en Colchane, donde manejaban el tráfico de inmigrantes.
La historia se comenzó a conocer debido a que en marzo de 2021 dos mujeres y un hombre, todos peruanos, fueron detenidos en el control fronterizo de El Loa, con casi ocho litros de ketamina que pertenecían al TDA, tras lo cual se inició la primera investigación en contra del grupo en Chile.
Los primeros frutos de esa pesquisa surgieron en enero de 2022, cuando la PDI detuvo al grupo de “Estrella”, incluyendo a “Satanás”, quien fue acusado de un homicidio cometido en el sector de La Pampa (Alto Hospicio), donde asesinó a un joven microtraficante colombiano que no se “alineó” con el TDA, el cual fue secuestrado en Iquique.
Según señala la acusación en contra del grupo, Landaeta grabó el momento en que le disparaba seis tiros, después de lo cual envió el video a su jefe, Carlos González Vaca, según indica el Ministerio Público. Tras ello, fue detenido en Huara –se presume que iba hacia Colchane, con el fin de escapar–, portando una cédula de identidad venezolana falsa y a nombre de otra persona, José Ruiz Bolívar.
Al interior del departamento en que residía, en calle Óscar Bonilla de Iquique (a dos cuadras de la Zofri), se encontró la pistola Glock que utilizó en el homicidio, junto con nueve cartuchos, además de “un cuaderno con anotaciones de dineros y personas vinculadas a la agrupación criminal”.
En el teléfono de “Satanás”, además, se hallaron varias imágenes de personas secuestradas por el grupo y mucha evidencia en orden a que, también, participaba de la explotación sexual de mujeres, actividad criminal en la que actuaba como coordinador.
Hoy en día enfrenta una petición de extradición desde Perú, por el homicidio frustrado del oficial policial, y otra desde Venezuela (que ya fue aprobada por la Corte Suprema) por el crimen cometido en Aragua.
Además, en su contra, la Fiscalía de Iquique está solicitando más de 180 años de presidio (45 menos que los que se piden en contra de “Estrella”), por delitos como asociación ilícita, secuestro extorsivo, amenazas extorsivas, secuestro con homicidio, robo con intimidación, trata de personas con fines de explotación sexual e infracciones a la Ley de Control de Armas. De hecho, tres de las penas requeridas son presidio perpetuo calificado, lo que implica un cumplimiento mínimo de 40 años.
Pese a que en el organigrama del TDA de Iquique figuraba dos niveles más abajo que el líder, “Estrella”, fuentes investigativas confirman que en los distintos penales en que “Satanás” ha estado, entre ellos Rancagua y el Repas, los demás presos siempre lo han tratado con “reverencia”.
El primer incidente carcelario serio que protagonizó ocurrió el 4 de octubre del año pasado, al interior del Repas, cuando al encerrar a los presos a las 15:00 horas, estos comenzaron a golpear las puertas de las celdas del primer piso, constatándose que –además– habían destruido cinco cámaras, aparte de una ventana y un enchufe. Según el parte de Gendarmería, “Satanás” era el líder de dicha situación, junto a Luis Lugo Machado –miembro del TDA detenido tras el homicidio del suboficial Daniel Palma– y varios otros miembros del Tren de Aragua y de “Los Gallegos”.
El mismo documento asevera que la “protesta” tenía por objetivo reclamar por las condiciones de encarcelamiento y el régimen interno, y que cuando los gendarmes sacaron a los líderes del movimiento en dirección al subterráneo, varios de estos se autoinfirieron heridas, entre ellos Landaeta, quien resultó con varias lesiones cortopunzantes en la pantorrilla derecha.
Al día siguiente, según otro documento interno de la institución carcelaria, tanto Landaeta como otro de los líderes del TDA, Edward Nava, taparon con prendas de vestir las cámaras de seguridad de sus celdas, al tiempo que otros internos –entre ellos Mervin Fagúndez, uno de los cabecillas de “Los Gallegos”– procedían a ocluir los desagües de lavamanos y excusados, con el fin de sabotear las instalaciones, lo que es coherente con una serie de acciones que han cometido desde entonces a la fecha.
Otro informe de la misma fecha evidencia que ya en ese tiempo “Satanás” estaba tomando el liderazgo interno, pues se indica que, además, comenzó a insultar y amenazar a los gendarmes. Al conminarlo a callarse, dice la institución, continuó, “instando al resto de sus pares a manifestarse de forma violenta en contra de la autoridad penitenciaria”, luego de lo cual –agrega el informe– agredió a patadas a un sargento. Según el mismo reporte, mientras esto sucedía otro interno lanzó una botella con cloro contra la cabeza de un teniente.
El 21 febrero de este año, en tanto, protagonizó una violenta pelea al interior del mismo patio 3, contra uno de los “soldados” de “Los Gallegos”, Daniel Márquez Meléndez, más conocido como “El Ruso”, quien en este momento es enjuiciado en Arica. Algunas de las armas utilizadas fueron pedazos de palo de escoba con hojas de afeitar en sus extremos. Posteriormente se hallaron dos tubos metálicos con sus extremos afilados.
Producto de la riña, “Satanás” resultó con excoriaciones en varias partes de la piel, además de una herida cortante en el mentón, de dos centímetros de largo, y una herida punzante en la zona lumbar izquierda.
Su rival, en tanto, solo sufrió una herida menor en un dedo. Tras el enfrentamiento, Landaeta accedió a prestar declaración, señalando en forma sarcástica que “estaba jugando con mi compañero a los palitos, luego sin querer yo mismo me autolesioné con el elemento contundente (palo)”, lo que fue ratificado por “El Ruso”, quien dijo que “nos pusimos a jugar con mi compañero Landaeta y desconozco si fui yo o él mismo que se hizo el corte. Como reitero, estábamos en un juego, haciendo sombra”.
El siguiente episodio en su historial de sanciones internas en Gendarmería fue el motín que comenzó en la madrugada del 6 de junio pasado, que se inició cuando él y otros dos internos comenzaron a protestar ante un corte de luz que se había producido en Santiago centro, tras lo cual amenazaron de muerte a los gendarmes, quienes aseguran que les dijeron que “los podemos asesinar en la calle, donde sea”.
Posterior a ello, cuando los dejaron en el patio, resulta evidente en las imágenes que Landaeta no solo es quien instiga a los demás a causar el motín, sino que después, cuando los gendarmes finalmente entran a reprimir los desórdenes, todos –en forma automática– lo protegen.
Dicho motín generó disturbios que se extendieron por 10 días, en medio de los cuales los reos causaron daños al Repas por más de 200 millones de pesos, pues destruyeron 47 de 60 celdas.
Al respecto, una fuente allegada a estos casos señala que “Estrella” sigue siendo el líder indiscutido del TDA a nivel de estructura y que hoy “Satanás” es su hombre de confianza, por sobre otros que tenían mayor nivel jerárquico cuando el grupo estaba en libertad. Sin embargo, un abogado penalista que conoce muy bien el ambiente penitenciario advierte que “en las cárceles lo que importa es lo que se muestra, lo que se ostenta y lo que los reos piensan acerca de otro y, en ese sentido, a juzgar por las imágenes, Landaeta parece ser hoy por hoy el preso más respetado dentro de la cárcel donde están los imputados más peligrosos que ha habido alguna vez en Chile, lo que da cuenta de quién es él hoy, en la escala alimenticia del sistema criminal del país”.
Revisa las imágenes del motín en el Repas: