Opinión
Conscientes de la importancia de enfrentar los desafíos del sector pesquero, estamos desarrollando importantes esfuerzos para colaborar con los países vecinos en el manejo sustentable de los recursos marinos, en este caso: el stock compartido de anchoveta.
El Gran Ecosistema Marino de la Corriente de Humboldt está situado en el borde oriental del Océano Pacífico Sur, sobre la plataforma continental de Chile y Perú, y conforma uno de los sistemas socioecológicos más productivos e importantes del mundo.
En este ecosistema se desarrolla una importante actividad pesquera, que es fuente de tradiciones, trabajo y alimento para miles de mujeres y hombres, que hoy justamente celebramos a través del Día del Pescador y Pescadora y el Día Nacional de la Pesca Artesanal, que se estableció por ley el año 2022.
Sin embargo, la pesca ilegal, la contaminación del mar, así como el cambio climático, amenazan hoy el buen funcionamiento de este ecosistema y ponen en riesgo la disponibilidad de sus recursos y la actividad en general. Por ello, conscientes de la importancia de enfrentar esta situación, estamos desarrollando importantes esfuerzos para colaborar con los países vecinos en el manejo sustentable de los recursos marinos, en este caso: el stock compartido de anchoveta. Recurso fundamental tanto para el sector pesquero –al generar empleo y sustento para miles de personas tanto en Chile como en Perú– como para el propio ecosistema marino, al ser fuente de alimento para diversas especies.
Por este motivo, está en plena ejecución un proyecto binacional –conocido como Proyecto GEF Humboldt II– que es financiado por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF, por sus siglas en inglés) y que está siendo desarrollado por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura de Chile (Subpesca) junto al viceministerio de Pesca y Acuicultura del Ministerio de la Producción del Perú (PRODUCE), e implementado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El proyecto se enfoca en seis componentes para enfrentar los desafíos que están a la vista: manejo pesquero sustentable; mejora de la calidad ambiental y gestión marino costera integrada; conservación de la biodiversidad marina; apoyo a la diversificación productiva; seguridad e inocuidad alimentaria; y difusión de experiencias y aprendizajes y enfoque de género.
Sin duda, esta iniciativa constituye una oportunidad real para relevar el rol de los pescadores y las pescadoras artesanales en este trabajo conjunto; además de promover el empoderamiento y puesta en valor de los roles de las mujeres en la pesca y las actividades conexas.
¡Feliz día para los pescadores y pescadoras!
