Prohibir no es lo mismo que educar

A raíz de la aprobación, por parte de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputadas y Diputados, del proyecto de ley que regula el uso de dispositivos digitales en los colegios, es importante agregar que la prohibición como tal nos aleja de la discusión sobre la relevancia que tiene el uso de los dispositivos tecnológicos en las salas de clases, pudiendo ser beneficioso si se integra adecuadamente en la planificación educativa, como una herramienta potenciadora de la educación, talentos y formación de los niños. 

Según datos de Unicef, en 2023 el 58% de los niños obtiene su primer celular con Internet antes de los 10 años de edad y el acceso a la red con fines educativos aumenta, tanto para uso en tareas escolares como para el aprendizaje informal. El 87% utiliza su celular para buscar información, 83% para enviar tareas, el 77% para ver videos sobre la materia vista en clase y 76% para realizar trabajos grupales de forma remota. Según la misma encuesta, el 68% indicó que en su colegio se organizan actividades en clases que requieran del teléfono móvil. 

Sabiendo que la mayoría de los niños que se encuentran en una sala de clases son nativos digitales, es importante poder integrar esta herramienta de manera positiva y así continuar evolucionando hacia formas de aprendizaje que desafíen sus habilidades. 

También existen avances en las herramientas que pueden ayudar a potenciar la educación de los niños y en las formas de educar, como lo fue en el programa Mentes Innovadoras de Fundación País Digital, de la mano de CMPC, donde se capacitó a la totalidad de los educadores de la comuna de Nacimiento en IA, para ser implementada en las labores del docente y en las actividades realizadas por los niños.

Instancias como estas las podemos aprovechar para fomentar el pensamiento crítico, la creatividad, la responsabilidad digital, autodisciplina y autoaprendizaje, responsabilidad con su entorno y en las comunidades digitales que serán habilidades útiles en su desarrollo profesional.

Entre las excepciones de uso estipuladas en el proyecto de ley, solo puede ser utilizado en caso de emergencia, por estudiantes con necesidades especiales, debido a algún problema de salud o en actividades extracurriculares, pero el camino para una buena gestión de la tecnología en los niños no es hacia la prohibición, sino bajo una regulación que no restrinja la formación de habilidades de los estudiantes, formando un espacio en el que aprendan sobre la responsabilidad digital y social que se requiere al usar los dispositivos. 

Es fundamental que, tanto padres como otros miembros de la comunidad educativa, sepamos equilibrar el uso responsable de la tecnología. El objetivo debe estar en educar, supervisar y regular una herramienta que para esta época es de alta importancia, no en la restricción de esta. Prohibir no es lo mismo que educar y ponerlo en práctica nos hará ver que obtendremos resultados importantes, debemos aprovechar las herramientas que nos brinda el avance de la tecnología, ser parte de esta evolución, usarlas a nuestro favor y con enfoque positivo.