Opinión
La inteligencia artificial ofrece una oportunidad única para transformar la seguridad en Chile.
En Chile, cada vez que ocurre un incidente delictivo, una de las primeras diligencias del Ministerio Público y de las policías es revisar las cámaras de video del sector. La esperanza es que los registros muestren pistas que permitan reconstruir los hechos. Sin embargo, con la variedad de cámaras públicas y privadas, revisar sus registros es una tarea titánica y no siempre exitosa. Los esfuerzos por acceder a la visualización de estos dispositivos de video que no están integrados chocan además con la limitada capacidad humana para revisar el contenido de todos ellos.
Afortunadamente, hay novedades prometedoras: el pasado 8 de julio, el Presidente de la República presentó los primeros y concretos avances del Sistema Integrado de Teleprotección con Inteligencia Artificial, SITIA, iniciativa piloto, mandatada por un compromiso presidencial e impulsada por el Ministerio del Interior, que busca integrar el potencial de la inteligencia artificial (IA) y de las nuevas tecnologías emergentes para la prevención del delito y la seguridad de las personas y de los territorios, capaz de detectar principalmente vehículos con encargo, personas perdidas y prófugos de la justicia, enfocada en un principio en las 14 comunas del sector centro norte de la Región Metropolitana.
SITIA es un integrador de soluciones tecnológicas propias y de terceros que facilitan la operación sobre diversas infraestructuras de datos, lo que incluye el tratamiento de datos personales por mandato de los organismos públicos legalmente competentes, en los términos de los arts. 8 y 20 de la Ley 19.628. De esta manera, este ecosistema de innovación tecnológica, en colaboración pública-privada, centrado en la dignidad de las personas y valores democráticos, permitirá la integración, convergencia y aplicación de inteligencia sobre la infraestructura digital dispuesta en el territorio.
SITIA ha pasado del manual de la recomendación a la acción, constituyendo el primer SANDBOX de IA para la seguridad pública y prevención del delito, donde se desarrollan y evalúan tecnologías avanzadas, como análisis de videos y algoritmos de IA. Este entorno controlado y seguro permite a desarrolladores y agencias públicas probar y validar nuevas tecnologías en un espacio simulado, asegurando la explicabilidad, transparencia, gobernanza y la operatividad antes de su implementación real, lo que reduce riesgos y mejora la precisión de los modelos en aplicaciones del mundo real.
En este ambiente se han evaluado y generado las condiciones para avanzar en varias direcciones. Una de ellas es la “Sala Local” donde las municipalidades que son parte de esta fase piloto junto a CENCO (Central de Comunicaciones de Carabineros de Chile) han podido definir protocolos de actuación y coordinación de las operaciones de seguridad a nivel municipal, permitiendo la gestión de alertas en tiempo real en espacios públicos y áreas críticas, ayudando a prevenir delitos y responder rápidamente a incidentes e incivilidades.
Otro avance en un entorno de laboratorio, SITIA LAB, ha sido generar las condiciones para la unificación de cámaras de video públicas y privadas, facilitando la interconexión e integración de sistemas federados en una sola plataforma donde convergen fuentes de video de distintos orígenes, permitiendo la interoperabilidad, visualización y análisis de manera sincronizada, eficiente, oportuna y en tiempo real. En este mismo entorno se han generado 12 pruebas de concepto (PoC), permitiendo objetivar los reales alcances de las tecnologías y de las posibles soluciones que permitan su escalamiento, sostenibilidad y alcance.
En particular, el Presidente hace unas semanas presentó una arquitectura tecnológica funcional llamada SITIA-Patentes, desarrollada por el equipo técnico de la Subsecretaría de Prevención del Delito y Carabineros de Chile, que es capaz de buscar, detectar, traquear y trazar vehículos con encargo, reconocer su tipo y leer la placa patente, procesando y analizando data para aportar en la estrategia operativa y de interés en investigaciones criminales.
Además, a la plataforma se le ingesta una serie de algoritmos IA de modelo abierto que permite la clasificación de objetos, modelos de simulación de rutas de vehículos y modelos de verificación y correlaciones entre vehículos, combinando técnicas de computer vision, Machine Learning (ML), aprendizaje profundo y búsqueda semántica, aplicando analítica en el borde y así optimizando la capacidad de cómputo y procesamiento de datos más cerca de su fuente, creando un ambiente que es capaz de compartir, integrar y adaptar IA de manera inclusiva y agnóstica.
Dentro de la gobernanza del proyecto se constituyeron distintos niveles de articulación y coordinación, entre ellas, junto a las policías y Ministerio Público; y destaca también la constitución de un comité de expertas y expertos, espacio interdisciplinario que involucra científicas, académicos, universidades, sociedad civil y sector público, cuya tarea es asesorar y supervisar la implementación de soluciones que integran IA en prevención y seguridad pública, garantizando el uso ético, responsable y efectivo de nuevas tecnologías y centrado en las personas.
La inteligencia artificial ofrece una oportunidad única para transformar la seguridad en Chile. Si bien aún estamos en las primeras etapas de este desafiante proyecto, los avances hasta ahora son alentadores. El camino por delante está lleno de retos, pero también de un inmenso potencial para mejorar la seguridad y la calidad de vida de todas y todos los chilenos.
En síntesis, parte del futuro de la seguridad en Chile está siendo moldeado por la tecnología y la innovación. La inteligencia artificial no es una solución mágica, pero sí una herramienta poderosa que, bien utilizada y dentro del marco del humanismo tecnológico, puede significar una diferencia crucial en la lucha contra el delito. El proyecto SITIA es una muestra clara de ello, y aunque todavía tiene mucho camino por recorrer para abordar la cantidad de desafíos ligados a la seguridad y ser una herramienta de alcance nacional, ya está contribuyendo hacia un Estado más eficiente en la tarea de contar con un país más seguro.
