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Un nuevo impulso a las relaciones entre Brasil y Chile Opinión

Un nuevo impulso a las relaciones entre Brasil y Chile

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Paulo Pacheco
Por : Paulo Pacheco Embajador de Brasil en Chile.
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Entre las casi dos docenas de acuerdos firmados por la numerosa comitiva de alto nivel brasileña y sus contrapartes chilenas destacan la actualización de nuestro tratado de extradición, esencial para la colaboración contra el crimen organizado transnacional.


Las relaciones entre Brasil y Chile recibieron un nuevo impulso con la visita de Estado realizada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, los días 5 y 6 de agosto. Además de una intensa agenda oficial, que incluyó la firma de 19 nuevos acuerdos, la visita contó con una robusta vertiente económica –la cual consideró el anuncio de más de $13 billones que serán invertidos en nuevos negocios entre empresas brasileñas y chilenas– y con una nueva demostración de la gran sintonía entre los gobernantes de Brasil y Chile. Esto, no solo en cuanto al compromiso por la relación entre ambos países, sino también por la visión de una América del Sur integrada, democrática, próspera, pacífica e influyente.

No es exagerado afirmar que la visita del mandatario brasileño a Santiago marca una nueva y positiva etapa en nuestra asociación bilateral. Entre las casi dos docenas de acuerdos firmados por la numerosa comitiva de alto nivel brasileña y sus contrapartes chilenas destacan la actualización de nuestro tratado de extradición, esencial para la colaboración contra el crimen organizado transnacional; un acuerdo que permitirá el reconocimiento mutuo de licencias de conducir, con beneficio directo para turistas y expatriados; un memorándum para la cooperación en el ámbito de la transformación digital de la gestión pública, colaborando con la modernización de nuestros Estados, y tratados en áreas de vanguardia, como combustibles sustentables para la aviación, ciencia, tecnología e innovación, con especial énfasis en la exploración espacial con fines pacíficos. A estos se sumaron tratados sobre derechos humanos, cooperación técnica agrícola y seguridad cibernética, entre muchos otros.

En el ámbito económico, logramos ampliar aún más nuestra ya sólida relación. En el Foro Empresarial Chile-Brasil, realizado el pasado lunes, se anunciaron nuevas inversiones, que incluyen una planta de celulosa industrial de CMPC en el estado brasileño de Rio Grande do Sul, además de una fábrica de celulosa de Arauco en Mato Grosso do Sul. La empresa brasileña Stefanini, en tanto, invertirá $45 mil millones en nuevas adquisiciones y un centro de inteligencia artificial en Chile.

En turismo –un área con beneficios no solo humanos y culturales, sino además económicos– también fortalecimos nuestra colaboración. Dos de los acuerdos se orientaron precisamente a intensificar los esfuerzos en favor del creciente flujo turístico, que este año debería superar, nuevamente, el millón de viajeros brasileños y chilenos. En ese marco, LATAM confirmó un nuevo vuelo directo entre Brasil y Chile, que conectará Santiago con las hermosas y cálidas playas de Fortaleza, además de enviar más de $1,8 mil millones en inversiones en los próximos dos años.

En el plano regional, ambos presidentes reafirmaron su compromiso mutuo con la integración sudamericana. Brasil y Chile, los primeros facilitadores del Consenso de Brasilia, han sido protagonistas de este renovado impulso, retomado en 2023 y orientado a proyectos concretos. Nuestros países precisamente representan los dos extremos de la ruta que conectará, a partir de 2025, el centro-oeste brasileño con los puertos del norte chileno, a través del Corredor Bioceánico de Capricornio. Si Chile puede ser la puerta de entrada de las exportaciones brasileñas hacia Asia y la costa oeste de los Estados Unidos, también Brasil podrá servir de puente para los exportadores chilenos hacia mercados africanos.

Concluida la exitosa visita de Estado, trabajaremos, en Brasilia y Santiago, para poner en marcha esta ambiciosa agenda política y económica que inaugura, como señaló el presidente Lula, “una nueva era” en las relaciones entre Brasil y Chile. Así es como hemos podido reafirmar, en estos últimos días, los sólidos lazos de amistad que unen a los pueblos brasileño y chileno. Lazos que tienen mucho pasado, mucho presente y mucho futuro.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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