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La economía del nepotismo Opinión

La economía del nepotismo

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Mauricio Villena
Por : Mauricio Villena Decano de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad Diego Portales
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¿Existen recomendaciones de política para disminuir el nepotismo y su impacto negativo en la economía?


Recientemente hemos visto cómo políticos proponen abiertamente como candidatos a alcaldes a parientes, como hijos o sobrinos; a senadores buscando eliminar potenciales prohibiciones para que parientes de legisladores sean nombrados notarios; o a amigos cercanos de autoridades ocupando cargos en el Gobierno, a pesar de no contar con las calificaciones necesarias. Estas son claras señales de la existencia abierta de nepotismo: la práctica de favorecer a parientes o amigos para puestos de trabajo y de poder, independientemente de sus cualificaciones o méritos. Pero ¿es esto algo necesariamente negativo para la sociedad?

Explorando esta pregunta desde el punto de vista de la economía, podemos anticipar que el nepotismo distorsiona los mercados laborales y socava los principios de la meritocracia, provocando ineficiencias en los sistemas económicos y políticos. Puede crear entornos en los que las oportunidades económicas se basan en las conexiones sociales más que en la capacidad individual, lo que, a su vez, desincentiva la inversión en capital humano y ahoga el crecimiento económico.

Por ejemplo, el artículo titulado “Nepotism, Human Capital, and Economic Development“, escrito por Marcello Pérez-Álvarez y Holger Strulik, y publicado en Journal of Economic Behavior and Organization el año 2021, ofrece un análisis exhaustivo de cómo el nepotismo en los mercados laborales puede socavar el desarrollo económico al obstaculizar la acumulación de capital humano. Los autores presentan un modelo dinámico de equilibrio general para explorar esta relación, sugiriendo que en las sociedades donde los mercados laborales se perciben como nepotistas, los individuos se enfrentan a incentivos económicos más débiles para invertir en educación. Esta menor inversión en capital humano se manifiesta en resultados educativos más bajos y, en consecuencia, perspectivas de crecimiento económico más reducidas.

Pérez-Alvarez y Strulik (2021) conceptualizan el nepotismo como una norma cultural evolutiva, que conduce a diferentes equilibrios que influyen significativamente en el desarrollo económico. En las sociedades en las que prevalece el nepotismo, es menos probable que los individuos inviertan en educación, porque perciben que las oportunidades laborales se distribuyen en función de las conexiones sociales y no del mérito. Esta percepción disminuye la motivación para adquirir las habilidades y conocimientos esenciales para una mayor productividad y progreso económico.

Empíricamente, los autores testean las predicciones centrales de su modelo teórico utilizando datos del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) y un indicador de nepotismo percibido derivado de la Encuesta de Opinión Ejecutiva (World Economic Forum). Los resultados revelan una asociación negativa significativa entre el nepotismo percibido y el capital humano, medido por las puntuaciones de PISA. Esta relación sugiere que, en los países donde el nepotismo está más extendido, los resultados educativos son notablemente peores, lo que apoya el modelo teórico propuesto por los autores.

¿Existen recomendaciones de política para disminuir el nepotismo y su impacto negativo en la economía? En teoría las sociedades pueden escapar de los equilibrios de bajo crecimiento asociados a altos niveles de nepotismo aplicando políticas que promuevan principios meritocráticos en las prácticas del mercado laboral.

Una experiencia práctica exitosa podría ser, por ejemplo, la de Singapur, analizada por Thomas J. Bellows (2009) en su estudio sobre el sistema político de la ciudad-Estado. Bellows argumenta que el éxito económico y político de Singapur se atribuye en gran medida a su estricta adhesión a los principios meritocráticos, según los cuales los puestos de poder e influencia se otorgan en función del talento, los logros académicos y la integridad profesional, y no de las conexiones sociales. El Gobierno del Partido de Acción Popular (PAP) ha institucionalizado la meritocracia a través de rigurosos procesos de contratación, elevadas compensaciones para atraer a los mejores talentos y exhaustivas medidas anticorrupción, que en conjunto han creado una sociedad estable y próspera.

Unos procesos de selección a puestos públicos competitivos, métodos de contratación transparentes y competitivos, junto con marcos anticorrupción estrictos, pueden ayudar a desmantelar las prácticas nepotistas, fomentando un entorno en el que prevalezca la meritocracia. En última instancia, un debate más amplio sobre el nepotismo subraya la importancia de los marcos institucionales que promueven el mérito y la integridad.

Al frenar el nepotismo e incentivar el desarrollo del capital humano, las sociedades pueden liberar un mayor potencial económico y lograr un crecimiento más equitativo y sostenible. Quizás es tiempo de que Chile siga el camino de Singapur y comience a cultivar una cultura en la que se incentive el desarrollo del capital humano, con miras a promover un crecimiento económico sostenido.

 

Referencias

Bellows, T. J. (2009). Meritocracy and the Singapore political system. Asian Journal of Political Science17 (1), 24-44.

Perez-Alvarez, M., & Strulik, H. (2021). Nepotism, human capital and economic development. Journal of Economic Behavior & Organization181, 211-240.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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