Opinión
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El partido de ida es clave para las pretensiones de Colo Colo. Lo ideal es ganar y así viajar a Buenos Aires con la ventaja, más si se puede con una diferencia interesante, porque de visita ha demostrado que sabe jugar estos partidos.
Cuando se pensó en Jorge Almirón como nuevo técnico de los albos, uno de los más anhelados objetivos tenía relación con tratar de avanzar lo más posible en Copa Libertadores. Y eso era, lo mínimo, avanzar a octavos de final. Bueno, Almirón cumplió más allá y logró colocar a los albos en cuartos de final, algo que no lograban desde 2018, con Tito Tapia en la banca.
El estratega argentino, que ha tomado decisiones algo erráticas en el ámbito local, a nivel internacional ha demostrado vivacidad y capacidad para saber jugar las llaves del torneo continental.
Ahora los albos deberán cruzar (o intentarlo al menos) una montaña de mayor envergadura: River Plate, porque el equipo millonario llega como gran favorito para instalarse en semifinales, no solo por la historia y categoría que tiene en la Libertadores, sino que también porque ha invertido en jugadores de nivel para reforzar su abundante planilla. Un ejemplo de ello es que repatrió a dos campeones del mundo, como Gastón Pezzella y Marcos Acuña, ambos provenientes de la liga española.
Sin embargo, Almirón ha ido demostrando que la Libertadores es un torneo que le sienta de maravilla. Con Boca Juniors ya logró llegar a la final. El argentino, en todo caso, no es un técnico que pregone el fútbol vistoso o galano. Lo de él es ser pragmático y buscar resultados, lo cual está perfecto.
Y está perfecto porque de eso se trata este tipo de torneos. No hay tiempo para cuestionarse si se juega lindo o no. La Libertadores es clasificar y saber jugar las llaves, dejando siempre abierta la opción de avanzar.
Por eso el partido de ida es clave para las pretensiones de Colo Colo. Lo ideal es ganar y así viajar a Buenos Aires con la ventaja, más si se puede con una diferencia interesante, porque de visita ha demostrado que sabe jugar estos partidos. Claro, los rivales que ha enfrentado no son de la magnitud de River Plate, pero había que hacer la tarea y los de Macul han demostrado esa capacidad.
Habrá que ver en Fiestas Patrias cómo viene la mano para este enorme partido.
