Publicidad
La democracia y el Partido Comunista Opinión

La democracia y el Partido Comunista

Publicidad
Carlos Eduardo Mena K.
Por : Carlos Eduardo Mena K. Abogado, exembajador de Chile en Brasil, profesor universitario.
Ver Más

No cabe duda de que en Venezuela se ha instaurado una dictadura que desconoce los resultados claros de un acto electoral. El Partido Comunista chileno, fiel a su tradición democrática, debería alinearse claramente con la posición adoptada por el Presidente de la República, Gabriel Boric.


En 2015 un grupo de dirigentes de la Democracia Cristiana y del Partido Comunista elaboró un documento titulado “Acerca de la democracia: ideas y reflexiones conjuntas entre demócratas cristianos y comunistas”. Este documento fue el resultado de reuniones de trabajo conjuntas en las que participaron los siguientes representantes del Partido Comunista: Marcos Barraza, Eduardo Contreras, Juan Andrés Lagos, Patricio Palma y Fernando Quilodrán. Por parte de la Democracia Cristiana, el grupo fue organizado por el exdiputado Eugenio Ortega Riquelme y estuvo integrado por Carlos Eduardo Mena, Marco Antonio Rocca y José Manuel Salcedo.

Este documento fue aprobado por el Consejo Nacional de la Democracia Cristiana y presentado en la “Fiesta de los Abrazos” del Partido Comunista en enero de 2016, por el entonces vicepresidente de la Democracia Cristiana, el diputado Alberto Undurraga.

Este es el único documento en el mundo firmado conjuntamente por demócratas cristianos y comunistas. Ni siquiera ocurrió algo similar entre el Partido Comunista de Italia y la Democracia Cristiana de ese país.

Considerando los recientes acontecimientos en Venezuela es pertinente, necesario e indispensable recordar y recalcar los aspectos centrales de este documento, en el cual hay una clara adhesión de dirigentes del Partido Comunista a la democracia.

El texto establece 18 apartados, algunos de los cuales es conveniente señalar y recalcar:

Democracia como gobierno del pueblo: “Entendemos la democracia como el gobierno del pueblo realizado a través del sistema representativo. Le damos un alcance político, social, económico y cultural. La democracia debe ser buscada no solo como una estructura formal, sino también como una realidad vivida”.

Gobierno de la mayoría y respeto a las minorías: “El gobierno de la mayoría con respeto a los derechos de la minoría”.

Separación de poderes: “La separación de las funciones o poderes ejecutivo, legislativo y jurisdiccional del Estado. El control constitucional de las normas debe ser revisado en una nueva Constitución”. A la luz de los eventos recientes en Venezuela, especialmente con la actuación del Consejo Nacional Electoral y la entrega de sus resultados, es evidente que esta separación de poderes no está claramente establecida en el ordenamiento jurídico venezolano.

Respeto a los DD.HH.: “El total respeto a los derechos humanos. Creemos que los derechos humanos a considerar son los establecidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas”.

Tolerancia, pluralismo y fraternidad: “La tolerancia, el pluralismo y la fraternidad practicada como virtudes éticas. Postulamos la existencia de una fe común democrática, como un concepto secular basado en experiencias prácticas concretas más allá de las doctrinas ideológicas”. La pregunta que surge es: ¿existe hoy en Venezuela esa fe común democrática? ¿Es posible sostener que el régimen de Maduro promueve en Venezuela una convivencia democrática?

Consenso para la funcionalidad de la democracia: “La democracia requiere un consenso especial para que funcione: un compartir que de alguna manera vincula. Identificamos tres niveles de consenso: el consenso respecto a los valores mínimos que una sociedad debe compartir; el consenso sobre las reglas del juego, cuyas normas esenciales son el rechazo a toda forma de violencia como instrumento de acción política en una sociedad democrática; y el consenso sobre políticas públicas específicas. No basta con consensos meramente procedimentales, de los cuales América Latina tiene suficiente experiencia como para saber que son efímeros”. Es evidente que en Venezuela se ha generado una sociedad profundamente fracturada, con altos grados de desconfianza hacia el poder político, especialmente en relación con la entrega oportuna de los resultados electorales y la represión desatada contra los opositores al régimen de Maduro.

Extensión de la democracia: Estos numerales abordan la necesidad de extender la democracia política a los ámbitos social, económico y cultural.

Libertad de opinión y medios de comunicación independientes: “En democracia es indispensable e imprescindible que la opinión pública se forme y se exprese a través de medios de comunicación independientes, que no dependan del poder político ni del poder económico, y que tengan suficiente autonomía para formar opiniones basadas en una pluralidad garantizada de medios”.

No cabe duda de que en Venezuela se ha instaurado una dictadura que desconoce los resultados claros de un acto electoral. El Partido Comunista chileno, fiel a su tradición democrática, debería alinearse claramente con la posición adoptada por el Presidente de la República, Gabriel Boric, condenando las actuaciones del Consejo Nacional Electoral venezolano, al no reconocer los resultados y no entregar las actas respectivas. Asimismo, se deberían condenar las violaciones de los derechos humanos que se han manifestado en represión y detenciones arbitrarias de los opositores al régimen.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias