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La conciencia de lo insoportable Opinión

La conciencia de lo insoportable

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Tomás Duval Varas
Por : Tomás Duval Varas Licenciado en Historia, Magíster en Ciencia Política.
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A cinco años del estallido social la política no ha sido capaz de resolver no solo los problemas de la sociedad y sus anhelos sino que al mismo tiempo las instituciones y los actores políticos han seguido perdiendo la poca confianza de la ciudadanía con el consiguiente deterioro de la democracia


A cinco años del estadillo social  las personas parecen haber cambiado su apreciación sobre este hecho según la encuesta del CEP de agosto septiembre 2024 si en diciembre del 2019 un 55% señalaba haber apoyado las manifestaciones hoy es solo un 23%.Mas aun el 50% de los encuestados señala que el estadillo social fue muy malo o malo para el país un 30% que fue regular y solo un 17% que fue muy bueno o bueno para el país, ello evidencia  por una parte una suerte de “ conciencia de lo insoportable “ en la cual estaba la ciudadanía que se expresó a través de diversas formas y movilizaciones sus preocupaciones y por otra demuestra el fracaso del sistema político para dar respuestas a los diversos anhelos y preocupaciones de las personas.

En los días finales de octubre 2019 el entonces presidente Piñera en una cadena nacional   expreso “que los problemas no se han producido en los últimos días, se venían acumulando hace décadas, pero es verdad, también, que los distintos gobiernos no fueron o no fuimos capaces de reconocer esta situación en toda su magnitud, esta situación de inequidad, de abusos, que ha significado una expresión genuina, auténtica, de millones y millones de chilenos”. Y agregó: “Reconozco esta falta de visión y les pido perdón a mis compatriotas”. Y curiosamente delineo una agenda que incluía pensiones , ingreso mínimo, subir impuestas a los más rico, reducir las dietas parlamentarias y las tarifas eléctricas. La crisis era profunda ya que si bien afectaba a lo social nuestro sistema político enfrentaba también proceso de creciente descredito de sus instituciones  y actores políticos. Solo baste recordar que en los primeros días luego del estadillo de octubre ningún político aparecía en la escena y los que fueron entre otros el actual presidente Boric no lo pasaron muy bien .

Las promesas de movilidad social a través de la educación, anhelo de la nueva clase media, cada vez eran más difíciles de cumplir y se percibe su vulnerabilidad frente a los shocks y la ausencia o deficiencia de los servicios públicos. A ello se le suma la inseguridad ciudadana, que pareciera agudizarse por la incapacidad e incluso la complicidad estatal con el crimen organizado que había dejado a su propia suerte muchos territorios y poblaciones en donde el estado estaba totalmente ausente. La desaceleración de las mejoras sociales se le agregan los escándalos de corrupción todo ello nos condujo  a tener un Estado incapaz de compensar las debilidades del mercado para los habitantes del país.

 En este contexto y  para complejizar más la situación  agregaría que nos encontrábamos como sociedad y hasta el día de hoy en una difícil convergencia en lo que podríamos denominar los valores materialista con los valores postmaterialistas.  De ahí la mayor dificultad también para dar respuestas satisfactorias a una gama muy diversas de demandas puesto que ello exige la adaptación de las instituciones políticas o la entrada de otras capaces de facilitar la expresión de nuevas demandas y nuevas formas de comportamientos.

En este escenario la respuesta de la política fue primero tener agenda y   luego encauzar todo en ello en dos procesos constitucionales que fracasaron dado que los actores mayoritarios de estos unos de izquierda y otros de derecha intentaron literalmente llevarse para sus casas las propuesta constitucionales sometida a aprobación ciudadana. Al mismo tiempo surgieron diversos partidos políticos y movimientos que luego de un ciclo electoral desaparecen pero nacen otros tanto así que hoy estamos cerca de tener alrededor de 30 partidos constituidos y sin mayor base social y política

 A cinco años del estallido social la política no ha sido capaz de resolver no solo los problemas de la sociedad y sus anhelos sino que al mismo tiempo las instituciones y los actores políticos han seguido perdiendo la poca confianza de la ciudadanía con el consiguiente deterioro de la democracia

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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