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La persistente subrepresentación de las mujeres en la competencia electoral Opinión

La persistente subrepresentación de las mujeres en la competencia electoral

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Esta brecha en las candidaturas reduce de manera notable las posibilidades de aumentar los porcentajes de mujeres electas para estos cargos, aun sin considerar otros factores como, por ejemplo, la competitividad del distrito.


Si bien la ley de cuotas de género ha permitido aumentar de manera sustantiva la presencia de mujeres en el Poder Legislativo y la paridad permitió una presencia igualitaria por sexo en los dos procesos constituyentes, la subrepresentación de mujeres en cargos de elección popular sigue siendo un desafío fundamental de la democracia chilena, en particular en el caso de los cargos uninominales como los de alcaldes y gobernadores regionales.

Para que las mujeres ocupen esos cargos se requiere sortear dos barreras, por un lado, la competencia electoral en sí misma y resultar electas, y, por otro, antes de eso, deben lograr ser nominadas para competir en dicha elección. Justamente, y tal como lo han mostrado diversos estudios, este sigue siendo uno de los principales obstáculos que enfrentan las mujeres en política.

Para las elecciones locales y regionales que tendrán lugar en los próximos días se evidencian importantes desigualdades en la proporción de candidaturas de hombres y mujeres. Solo un 25% de los candidatos a alcaldes y un 23% de los candidatos a gobernadores regionales son mujeres, es decir, en ambas elecciones, 1 de cada 4 candidatos es mujer.

La situación es aún más desigual si se observa la distribución por regiones y comunas. En 4 regiones no compite ninguna mujer al cargo de gobernador (Tarapacá, Atacama, La Araucanía y Ñuble) y en 117 comunas es decir, el 33% de las comunas del país no compite ninguna mujer, mientras que solo en 3 o sea, el 1% no compite ningún hombre.

Esta brecha en las candidaturas reduce de manera notable las posibilidades de aumentar los porcentajes de mujeres electas para estos cargos, aun sin considerar otros factores como, por ejemplo, la competitividad del distrito.

En la elección de 2021, el porcentaje de candidatas a alcalde fue similar (23%) y las mujeres representaron el 17% de los alcaldes electos. Si bien esto constituyó un aumento significativo, ya que por 15 años el porcentaje de mujeres había permanecido estancado en alrededor del 12%, es preciso considerar que esa elección fue concurrente con la elección de convencionales constituyentes que tenía un mecanismo de paridad. Al respecto, el estudio del PNUD “El camino de las mujeres hacia la Convención Constitucional” muestra que la paridad tuvo un efecto en el proceso de nominación y elección de las otras elecciones que se desarrollaron de manera paralela.

Las elecciones del 26 y 27 de octubre mostrarán cómo evoluciona la representación de la mitad de la población en este tipo de cargos, aunque los datos de candidaturas son un augurio de lo que puede ocurrir. Mientras, se evidencia una vez más la necesidad de discutir la existencia de medidas de acción afirmativa para los distintos tipos de elecciones en el país.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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