Chile es uno de los países más vulnerables al cambio climático y enfrenta de lleno este desafío. La combinación de zonas áridas y semiáridas, la propensión a desastres naturales y una economía altamente dependiente del clima y los recursos hídricos, sitúan al país en el epicentro de esta crisis.
“El agua es la víctima número uno de la crisis climática”, concluye la reciente publicación de la Comisión Global sobre la Economía del Agua. Este informe, documento clave en materia hídrica a nivel global, estima que para 2030 la demanda de agua dulce a nivel mundial superará la oferta en un 40%. Además, se proyecta que, en los próximos 25 años, más de la mitad de la producción mundial de alimentos estará en riesgo, amenazando tanto a la seguridad alimentaria como un futuro equitativo y sostenible.
Chile es uno de los países más vulnerables al cambio climático y enfrenta de lleno este desafío. La combinación de zonas áridas y semiáridas, la propensión a desastres naturales y una economía altamente dependiente del clima y los recursos hídricos, sitúan al país en el epicentro de esta crisis. La sequía extrema, el derretimiento de los glaciares y el deterioro de la calidad del agua no son solo amenazas ambientales, sino que configuran un escenario que afecta a las comunidades humanas y los ecosistemas, exacerbándose por las desigualdades sociales y de género.
En el marco del Día Internacional contra el Cambio Climático, celebrado el 24 de octubre pasado, es urgente avanzar hacia acciones decididas que protejan nuestros recursos hídricos y los ecosistemas de los que depende la vida. En respuesta a esta crisis hídrica, el Ministerio de Obras Públicas (MOP), a través de la Dirección General de Aguas (DGA), con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la Agricultura (FAO) y con el financiamiento del Fondo Verde del Clima (FVC), está elaborando el primer Plan de Adaptación al Cambio Climático para el sector de los Recursos Hídricos (PACC-RH).
Este plan busca establecer medidas concretas para avanzar hacia la seguridad hídrica en los próximos cinco años, incluyendo acciones dirigidas a desarrollar sistemas de abastecimiento de agua y saneamiento resilientes, contribuyendo al derecho humano al agua.
Del mismo modo, el instrumento pretende fomentar la preservación y conservación de las aguas superficiales, subterráneas y la criosfera, promoviendo a su vez el uso sustentable del agua en el sector productivo. Entre otras de las medidas destacadas, está el robustecimiento del monitoreo hidrometeorológico, clave para la toma de decisiones ante las crecientes amenazas climáticas y la gestión del recurso hídrico.
El Ministerio de Obras Públicas apuesta, a través de este plan, a definir acciones de adaptación al cambio climático en la gestión de los recursos hídricos entre las diferentes instituciones públicas que inciden en la materia, con consideraciones territoriales, de grupos vulnerables y enfoque de género. Es relevante, por tanto, asegurar esta articulación intra e interinstitucional en la definición e implementación de las medidas, así como la coherencia y sinergias entre el PACC-RH y otros planes sectoriales.
Por otra parte, sería significativa la vinculación de las medidas con la elaboración de los Planes Estratégicos de Recursos Hídricos en Cuencas (PERHC) a desarrollar por la DGA, como instrumento de adaptación al cambio climático a escala local.
Otro pilar del plan es el fortalecimiento de capacidades, investigación y transferencia de conocimientos, incluyendo programas de formación para mujeres líderes en la gestión del agua, así como la recopilación y transferencia de saberes ancestrales a distintos sectores.
En este contexto, la innovación tecnológica y las alianzas público-privadas cumplirán un rol esencial para enfrentar el cambio climático. Junto con esto, el sector privado tendrá un rol protagónico en este proceso, con acciones que buscarán promover buenas prácticas e inversiones para cerrar las brechas de adaptación. Finalmente, la propuesta pone un fuerte énfasis en la creación de mecanismos, instrumentos y alianzas nacionales e internacionales para la movilización de financiamiento.
El Anteproyecto del plan ha recibido más de 3.500 observaciones en su proceso de consulta ciudadana, evidenciando el interés de la sociedad en general y la relevancia de este tema para el país, siendo sin duda un insumo clave para robustecer y mejorar este instrumento. En este contexto de urgencia climática, el Plan de Adaptación al Cambio Climático para el sector de los Recursos Hídricos (PACC-RH) representa un paso decisivo hacia la protección de los recursos hídricos, ecosistemas y comunidades que de estos dependen.
Este trabajo pone de manifiesto que solo a través de acciones coordinadas y el compromiso colectivo, podremos garantizar un futuro donde la gestión del agua, como recurso estratégico, se posicione como una oportunidad para la resiliencia climática.