Chile necesita mejorar y ampliar las relaciones sociales para generar valores compartidos, aumentar la confianza en las personas que nos rodean, aceptar la diversidad y mejorar las dinámicas de la acción colectiva.
“Más vale tener amigos que plata”, dice el refrán popular. Detrás de esta frase, transmitida de generación en generación, hay una sabiduría que los estudios reafirman. Además de la satisfacción personal que entregan las redes de apoyo, se ha comprobado que entre más extensas sean estas, las personas gozan de una mejor salud, tienden a vivir más y es más probable que estén ocupados laboralmente.
La Encuesta de Bienestar Social 2023, liderada por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, arroja un panorama actualizado de la percepción de bienestar integral de la ciudadanía y, en este sentido, reafirma la brecha que existe entre los diferentes grupos socioeconómicos de la población chilena.
Por ejemplo, si bien el 78% de las personas se declara satisfecha con su vida, al distinguir por niveles de ingreso se observa una diferencia relevante de 13 puntos porcentuales entre el primer (74%) y el último quintil (87%). En buena medida, la satisfacción con la vida está afectada por las redes de apoyo: el 72,9% de las personas en situación de pobreza no las tiene. Si agregamos la variable de la confianza interpersonal, la diferencia se acentúa. Más de la mitad de las personas en situación de pobreza dice confiar poco o nada en otras personas, en contraste con el 29,6% del quintil más rico de la población. A nivel de la población total, esta disposición a confiar es del 45,3%.
La importancia de analizar todas estas variables radica en el potencial que tienen las relaciones sociales de generar bienestar, oportunidades y desarrollo personal. Por el contrario, la fragilidad de los vínculos sociales se traduce en falta de sentido de pertenencia y cohesión social.
Para quienes trabajamos en el Fosis, este análisis reafirma que los esfuerzos que hemos dedicado a formular iniciativas con foco en la reconstrucción del tejido social están en la senda correcta. Programas como Juntos Más Barato, EcoMercados Solidarios y Acción buscan reconstruir este tejido, ya sea a través de la organización para compras colectivas, talleres comunitarios de alimentación o la capacitación en diseño de proyectos comunitarios.
Contra todo pesimismo, a través de estas instancias el Fosis seguirá trabajando para que las personas más vulnerables construyan relaciones de confianza en sus poblaciones y barrios, aumenten su participación social y fortalezcan sus redes; porque creemos firmemente que este tipo de iniciativas son una oportunidad para aumentar la cohesión social.
Chile necesita mejorar y ampliar las relaciones sociales para generar valores compartidos, aumentar la confianza en las personas que nos rodean, aceptar la diversidad y mejorar las dinámicas de la acción colectiva. En definitiva, esto nos permitirá construir un país más justo para todos y todas.
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