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El milagro de Aculeo: ¿volver a la recreación deportiva o continuar la restauración ecológica? Opinión Crédito foto: Laguna Aculeo histórica. Paulina Orellana

El milagro de Aculeo: ¿volver a la recreación deportiva o continuar la restauración ecológica?

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Felipe Kong López
Por : Felipe Kong López Académico Facultad de Educación UDP Geógrafo y Doctor en Educación Ambiental
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Priorizar la salud ambiental de Aculeo y convertirlo en un humedal urbano es, sin duda, una decisión hacia un futuro más sostenible y consciente, que fomente una relación más armoniosa y responsable entre la naturaleza y las comunidades humanas.


En la actualidad, la Laguna de Aculeo enfrenta uno de los desafíos más críticos de su historia: su restauración y transformación legal en un humedal urbano que priorice la conservación y protección de su frágil ecosistema. La historia de Aculeo, que en su momento fue un sitio popular para deportes acuáticos y recreación, ha dado paso a una realidad ambiental que exige un cambio cultural hacia una acción de respeto y cuidado ambiental.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de restauración, desde que hay agua suficiente se han avistado lanchas a motor en la laguna, una actividad que pone en riesgo los frágiles avances logrados. La presencia de estas embarcaciones recreativas no solo interrumpe los procesos de regeneración de la biodiversidad local, sino que también amenaza con contaminar el agua y alterar el hábitat de las especies que intentan recolonizar el área.

La necesidad de regular y limitar estas actividades es fundamental para asegurar que Aculeo pueda transformarse en un espacio de conservación real, enfocado en el respeto ambiental y en el restablecimiento de su equilibrio ecológico.

Cuestionar si volver a prácticas de antaño o reconfigurar la relación con los espacios naturales para el futuro, se alinea con compromisos internacionales, como los discutidos recientemente en la COP16 de Biodiversidad celebrada en Cali, Colombia, donde los países acordaron metas ambiciosas para proteger y restaurar al menos el 30% de los ecosistemas degradados del mundo para el año 2030.

Como antesala a esta cumbre, en el VIII Congreso Iberoamericano de Educación Ambiental, Chile participó con una delegación comprometida con una educación ambiental crítica y consciente del valor de los territorios y las comunidades locales. Durante el congreso, se destacó la educación ambiental como una herramienta fundamental para fortalecer la ética y la responsabilidad socioambiental en las comunidades, poniendo especial énfasis en la interdependencia entre los ecosistemas sociales y naturales y su papel esencial en la sostenibilidad.

La restauración de Aculeo representa una oportunidad para alinear los esfuerzos locales con los compromisos globales, regenerando la biodiversidad local y educando a las nuevas generaciones sobre la importancia de conservar los ecosistemas de agua dulce. Además, se convierte en un espacio ideal para implementar prácticas educativas que refuercen los aprendizajes y valores promovidos en el Congreso, impulsando un cambio en la relación de las personas con el entorno y promoviendo el cuidado activo de nuestro patrimonio natural.

Por ello, es fundamental que el objetivo de recuperación de Aculeo esté por encima de los intereses recreativos y lucrativos. Los esfuerzos deben orientarse hacia proveer las condiciones materiales y simbólicas necesarias para seguir el camino de la restauración ecológica y cumplir con los compromisos de la COP16 de Biodiversidad.

Estos espacios naturales, como la Laguna de Aculeo, son esenciales para el equilibrio ambiental: actúan como reguladores naturales de agua, ayudan a mitigar inundaciones, purifican el agua y proporcionan hábitats únicos para diversas especies.

Según la Convención de Ramsar (1971), los humedales están entre los ecosistemas más productivos del planeta y, al mismo tiempo, entre los más amenazados, debido a la actividad humana. Investigaciones realizadas por Mitsch y Gosselink (2015) subrayan que los humedales urbanos tienen una capacidad de purificación del agua comparable a la de los sistemas de tratamiento convencionales, además de capturar carbono y reducir la contaminación.

Restaurar la Laguna de Aculeo no solo favorecería el equilibrio ecológico local, sino que también contribuiría a los objetivos globales de conservación y restauración.

Convertir la Laguna de Aculeo en un humedal urbano no solo permitiría restaurar sus funciones vitales como refugio para la fauna y flora nativas, sino también contribuiría a la mejora de la calidad del agua y del suelo, alineándose con la Ley N.º 21.202 de Chile sobre Humedales Urbanos. Esta ley establece la protección y conservación de humedales en zonas urbanas, reconociendo su valor para la biodiversidad, la mitigación del cambio climático y el bienestar de las comunidades. Transformar Aculeo en un humedal urbano protegido bajo este marco legal aseguraría su restauración y sostenibilidad, generando un impacto positivo a nivel ecológico y social.

Desde una perspectiva educativa, un humedal en Aculeo representa una valiosa herramienta de sensibilización ambiental para la comunidad y un recurso único para la Región Metropolitana, especialmente considerando sus desequilibrios territoriales y la marcada injusticia socioambiental que afecta a muchas de sus comunas.

La educación ambiental es clave en la construcción de una conciencia de respeto y conservación, como señalan autores como Tilbury y Wortman (2004), quienes argumentan que el contacto directo con entornos naturales impulsa un cambio en la percepción y conducta de las personas hacia una actitud de mayor responsabilidad ambiental.

En este sentido, un Aculeo regenerado como espacio de conservación podría convertirse en un aula al aire libre, donde niños, jóvenes y adultos aprendan a valorar los humedales y su papel en el equilibrio ecológico. Además, un proyecto de esta magnitud tendría un impacto positivo para las comunidades de la región, que históricamente han enfrentado desigualdades en el acceso a áreas verdes y espacios de esparcimiento natural.

La restauración de Aculeo no solo ofrecería un espacio educativo y de recreación responsable, sino también contribuiría a mitigar las inequidades socioambientales, brindando a las comunidades un espacio accesible y enriquecedor en términos ecológicos y sociales.

La dedicación de la comunidad local de Aculeo, que se ha convertido en un verdadero guardián de la laguna, debe ser respaldada por políticas públicas sólidas y coordinadas a nivel municipal, regional y estatal que limiten actividades de alto impacto, incluidas las recreaciones deportivas como el uso de lanchas a motor y otras actividades similares que amenazan los esfuerzos de regeneración.

Este tipo de actividades pueden tener impactos significativos en el ecosistema, incluyendo la erosión de las orillas, la alteración de la calidad del agua por el vertido de combustibles, la perturbación de la fauna y flora acuática y la aceleración de procesos de sedimentación.

Es fundamental que las normativas prioricen la salud del ecosistema sobre los intereses recreativos y refuercen el compromiso con la conservación, ya que las actividades recreativas sin regulación adecuada pueden causar efectos irreversibles en los procesos de restauración y deteriorar los avances alcanzados en la regeneración ecológica de la laguna.

Como sociedad, debemos valorar y respetar los esfuerzos de esta comunidad en la recuperación de Aculeo, apoyándolos en su misión de devolver a la laguna su función ecológica y educativa. La Laguna de Aculeo tiene el potencial de transformarse en un símbolo de restauración y respeto ambiental, un espacio lleno de vida que no solo promueva la conservación, sino que también sirva como un aula natural al aire libre, donde ciudadanos de todas las edades puedan aprender sobre la importancia de los humedales y los ecosistemas.

Priorizar la salud ambiental de Aculeo y convertirlo en un humedal urbano es, sin duda, una decisión hacia un futuro más sostenible y consciente, que fomente una relación más armoniosa y responsable entre la naturaleza y las comunidades humanas.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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