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Cambiar la historia del Cáncer Opinión

Cambiar la historia del Cáncer

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Ignacio Sánchez
Por : Ignacio Sánchez Rector Pontificia Universidad Católica de Chile
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El CECAN nos demuestra que la colaboración interinstitucional y transdisciplinaria produce notables e importantes resultados.


Se ha presentado la cuenta anual del Centro de Prevención y Control del Cáncer (CECAN), para conocer lo que ha logrado en estos dos años de vida. Este Centro, conformado por académicos de la Pontificia Universidad Católica de Chile y de la Universidad de Chile, con la colaboración del Instituto Nacional del Cáncer, la Universidad Andrés Bello, la Universidad de Antofagasta, la Universidad Católica del Maule, la Universidad del Desarrollo y la Universidad de la Frontera, ha tenido un gran aporte a la salud pública del país en el área de Cáncer. En este corto periodo, ha realizado un productivo trabajo que le ha permitido avanzar sustancialmente en la consecución de sus objetivos. Uno de ellos, el más importante, es consolidar una plataforma de investigación que, junto con transformar la atención oncológica, fomente la creación de políticas públicas eficaces orientadas a mejorar la calidad de vida de quienes deben lidiar con esta enfermedad.
El CECAN ha logrado establecer equipos de investigación, privilegiando la interdisciplinariedad y orientando el trabajo investigativo a los problemas reales de los chilenos frente al cáncer, y trasladando los hallazgos en esta materia a las políticas públicas. También se ha fomentado con fuerza la colaboración entre los gobiernos regionales y las universidades, lo que ha permitido atraer a jóvenes investigadores para trabajar en la reducción de la incidencia del cáncer, el aumento de la supervivencia y la reducción de la inequidad. Para ello, el CECAN estableció líneas de trabajo orientadas a la prevención y reducción de las desigualdades, a la optimización de la atención al paciente, a la innovación en tratamientos personalizados, al análisis de políticas sanitarias y al desarrollo de una plataforma de datos integrada para la toma de decisiones.
Algunos de los avances alcanzados en estos dos años incluyen más de 30 publicaciones indexadas y más de 40 proyectos en curso, estudios de carga de enfermedad en regiones que entregan proyecciones hasta 2035, una cohorte de 60 mil personas lo que permite pruebas piloto para intervenciones tempranas en prevención, una red de biobancos conectados para impulsar la investigación traslacional, y el desarrollo de una plataforma de datos oncológicos que conecta registros de cáncer a nivel nacional para ofrecer atención personalizada. En lo que se refiere a formación de personas con especialización en los diferentes ámbitos del cáncer, buscando crear talento especializado en oncología, más de 50 estudiantes han realizado rotaciones por el CECAN o están haciendo sus tesis de postgrado. Así también, se han impulsado Jornadas científicas a lo largo del país, permitiendo la interacción entre tomadores de decisiones de salud y líderes académicos.
Algunos de los desafíos que tiene hacia adelante el CECAN están relacionados con el fortalecimiento de los programas de doctorado asociados a especialidades oncológicas y con la creación de un programa multinstitucional de doctorado en oncología. Así también, resulta muy relevante poder continuar ampliando las redes de colaboración tanto a nivel nacional como internacional. Por último, uno de los desafíos centrales, es avanzar en la transdisciplina y continuar trabajando para disminuir la incidencia de cáncer en Chile, lo cual implica por cierto el desarrollo de políticas públicas basadas en evidencia. Es importante destacar la intensa y positiva labor desplegada en estos primeros años por su equipo de investigadores/as.

Hoy, el CECAN nos demuestra que la colaboración interinstitucional y transdisciplinaria produce notables e importantes resultados. Las universidades tenemos por misión la formación de personas, la creación de nuevo conocimiento y la vinculación con el medio. El CECAN es una oportunidad para junto con desarrollar nuestra misión, y producto de su realización, podamos aportar a la sociedad con soluciones y propuestas para mejorar la salud de la población en una de las principales causas de muerte hoy en Chile.

El destacado profesionalismo y la responsabilidad con que los investigadores/as han asumido la tarea encomendada permitirán materializar la misión que se han propuesto de poder cambiar la historia del cáncer en Chile, lo que debe de proyectarse a la región de Latinoamérica. Tenemos grandes desafíos por delante, los que sabremos superar gracias al trabajo dedicado y a la visión y comprometido liderazgo de quienes dirigen este real aporte a las políticas públicas de salud del país y en especial al bienestar de las personas. Un aporte muy significativo desde las universidades a Chile.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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