A más de 46 años desde el inicio de la Teletón, seguimos esperando ver a personas con discapacidad representadas en los medios masivos.
Hoy en día, no existen datos precisos sobre cuántas personas con discapacidad han estudiado carreras vinculadas a los medios de comunicación, ni cuántos profesionales del área han adquirido una discapacidad durante su ejercicio laboral.
Sin embargo, lo que sí es evidente es la limitada presencia de personas con discapacidad trabajando en radio, prensa escrita o televisión.
Cuando en las jornadas del 8 y 9 de diciembre de 1978, bajo el lema “Logremos el milagro”, se dio inicio a la Teletón, probablemente nadie imaginó que este evento lograría unir voluntades incluso en plena dictadura y que sobreviviría a la llegada de la televisión por cable y al streaming.
Sin lugar a dudas, el impacto de las “27 horas de amor” ha sido significativo: gracias a la Teletón, se comenzó a hablar de discapacidad en Chile y se impulsaron medidas para mejorar la accesibilidad en las ciudades, beneficiando a quienes vivimos con movilidad reducida.
No obstante, aunque el evento ha modernizado sus mecanismos de donación –con el apoyo de toda la banca en la cuenta más conocida del país– y ha integrado a artistas urbanos en sus transmisiones, todavía enfrenta grandes desafíos.
Ya sea por falta de profesionales capacitados, carencia de ajustes razonables o simple desinterés, sigue faltando un espacio protagonizado por comunicadores con discapacidad. Nunca hemos visto a un periodista con discapacidad presentando un cómputo.
En otras palabras, no hemos presenciado a alguien del mundo de la discapacidad ser quien cuenta la historia, en lugar de ser siempre la historia.
Las cifras muestran que en Chile hay más de 153.560 personas con discapacidad visual. Sin embargo, salvo un humorista, no existe ninguna figura en los medios masivos que muestre cómo es trabajar junto a una persona ciega o con movilidad reducida.
Aunque aún podrían pasar años para que la Ley 21.690, que actualiza la Ley de Inclusión Laboral 21.015, eleve al 2% la obligación de contratar personas con discapacidad, no está claro si la industria del entretenimiento estará preparada para cumplir con esa norma.
A más de 46 años desde el inicio de la Teletón, seguimos esperando ver a personas con discapacidad representadas en los medios masivos. Urge que, al igual que ha sucedido con la comunidad LGBT+, podamos contar con referentes que no solo visibilicen nuestras realidades, sino que también inspiren y transformen la forma en que nos percibimos como sociedad.