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Monckeberg y presidenciales: “Ojalá Renovación Nacional pudiese tener una carta”
Para el expresidente de RN lo más importante es que la coalición de centroderecha realice primarias. Y lo segundo, es que Renovación Nacional levante una carta propia. “Jugarse todas las fichas por un solo candidato, porque es el más competitivo hoy día, me parece de alto riesgo”, dijo.
El exministro y expresidente de Renovación Nacional (RN), Cristián Monckeberg, es un convencido de que las primarias son la mejor fórmula para consolidar liderazgos y también abrir oportunidades para que surjan nuevos. Desde esa perspectiva, analiza el camino de la derecha hacia las presidenciales y parlamentarias del próximo año, donde Evelyn Matthei continúa liderando las encuestas.
Sin embargo, aún existe incertidumbre respecto de una eventual primaria en Chile Vamos, y si el partido más votado en las elecciones pasadas (RN) llevará un candidato propio para competir frente a la exalcaldesa.
Para Monckeberg, dentro de la escala de prioridades lo más importante es que la coalición de centroderecha realice primarias. Y lo segundo –a su juicio– es que “ojalá Renovación Nacional pudiese tener una carta que surja de sus propias filas”.
“Jugarse todas las fichas por un solo candidato, porque es el más competitivo hoy día, me parece de alto riesgo. Por eso, es importante desplegar a otros candidatos para que puedan realmente ser competitivos. (…) Tiene que haber un espacio para que se desarrollen, para que amplifiquen su discurso, para que levanten sus propuestas”.
El expresidente de RN afirma que nombres como el del senador Francisco Chahuán siguen sobre la mesa y, a pesar de defender la idea del candidato propio, considera “razonable” el hecho de que la bancada de diputados del partido haya oficializado su apoyo a la candidatura de Matthei, decisión que –de todas formas– deberá tomar el Consejo General en los próximos meses.
-¿Qué le parece que la bancada de diputados de RN ya se haya reunido con Evelyn Matthei para darle su respaldo y hacer un llamado para proclamarla formalmente como candidata presidencial de su partido?
-Lo primero es que lo que hace la bancada de diputados no es nada nuevo. En un partido grande, donde hay estamentos grandes, donde hay un estamento de 20 diputados, donde hay otro de 11 senadores, 60 alcaldes o de 400 concejales. No es novedoso y es habitual que suceda. Al revés, me parece razonable dentro del partido. Yo me acuerdo cuando había algunos parlamentarios en los años 90 que se apresuraron en salir a proclamar a Lavín como candidato presidencial.
Y también refleja, y eso hay que reconocerlo, un liderazgo natural que se ha ganado la propia Evelyn Matthei, que en algún minuto fue militante de Renovación Nacional y que tiene una experiencia importante. Además, va punteando en todas las encuestas. Entonces, es una mezcla de cosas.
-Más allá del buen rendimiento electoral de Renovación Nacional en las elecciones pasadas, ¿por qué entonces RN debiese llevar candidato propio teniendo a la alcaldesa Matthei? El diseño que muchos plantean es hacer primarias de Chile Vamos, pero que la UDI y RN proclamen a Matthei como su candidata.
-Voy a poner esto en escala de prioridades: Para mí lo más relevante es que haya primarias, porque todavía hay un ruido instalado al interior de la coalición, que da cuenta de que a lo mejor sería conveniente no hacer primarias. Yo creo que ese es el desde.
En segundo orden de prioridades, ojalá Renovación Nacional pudiese tener una carta que surja de sus propias filas, que sea militante, que transpire lo que es el sentido y las ideas de Renovación Nacional. Porque un candidato presidencial no solamente significa llevar a alguien que tenga la marca, sino que también que plantee ideas, propuestas y la sensibilidad de RN en el futuro Gobierno.
Entonces, por eso para mí es relevante e importante. Ahora, nadie está obligado a lo imposible y, por lo tanto, por eso pongo ese orden de prioridades.
Si Renovación Nacional llega a la conclusión, por medio del Consejo General, de que nuestra candidata tiene que ser Evelyn Matthei, yo no le veo problema. En la medida que eso se zanje en una primaria abierta del sector, donde se decida participativamente quién va a ser el que nos va a representar el próximo año.
-¿Cuáles serían esos principios o ese sello distintivo de un candidato de Renovación Nacional competitivo frente a Evelyn Matthei?
-El candidato propio no solamente representa los intereses y las ideas del partido, sino que también lo puede representar un candidato independiente, yo no veo ningún problema. Pero evidentemente Renovación Nacional es un partido que desde el punto de vista político favorece el diálogo y eso ha sido histórico, no es una frase cliché.
Hemos insistido permanentemente, a lo largo de nuestra historia, desde el año 90 en adelante, en que el diálogo que se ha concretado en políticas públicas ha resultado de buena manera y ha sido beneficioso para el país. Y ese es un sello distintivo. Yo no quiero un candidato contestatario, yo no quiero un candidato que se niegue a todo y, por lo tanto, que hay una mirada de país distinta. Eso es un sello nuestro.
¿Por qué también es importante nuestra mirada desde el punto de vista económico-social? Porque nosotros creemos mucho en una economía de libre mercado, donde opere la competencia, pero donde haya una regulación que permita que no haya abusos, que permita que las cosas se hagan bien, que permita que las personas mejoren su calidad de vida, y que haya una cierta igualdad de oportunidades. Eso está presente en nuestro ideario, está presente en nuestra declaración de principios y forma parte de nuestros desafíos.
Por algo hemos sido el partido más votado de Chile en las elecciones recién pasadas, el que ha tenido el mayor respaldo, al igual como lo fuimos hace ocho o diez años, y por algo hemos tenido dos veces un Presidente de la República. Entonces, eso tiene que estar presente.
¿Quién lo representa mejor? A lo mejor un candidato del partido, pero si no lo es, al menos que el partido haga un esfuerzo de plasmar en el candidato o la candidata que elija. Si es Evelyn, que esto esté presente.
-En el último tiempo ha habido algunos nombres sobre la mesa para una candidatura del partido, por ejemplo, el senador Chahuán, ¿esa opción sigue en pie, pensando en un nombre competitivo para instalar en una primaria?
-Siempre se habla de candidatos competitivos. Hoy día la candidata competitiva es Evelyn Matthei, sin duda, y no estoy contando nada nuevo, porque eso lo dicen las encuestas. El punto es ¿cómo logramos que la candidata competitiva, ella, o si se sugiere otro, llegue a la Presidencia de la República? ¿Cómo lo vamos a instalar en diciembre del próximo año?
Y, por lo tanto, yo he visto múltiples ejemplos, y el primero de ellos es el Presidente Boric, que no siendo el más competitivo, pero llevando adelante un buen proceso de campaña y de despliegue territorial y de despliegue de ideas, llegó a la Presidencia de la República.
Entonces, jugarse todas las fichas por un solo candidato, porque es el más competitivo hoy día, me parece de alto riesgo. Por eso, es importante desplegar a otros candidatos para que puedan realmente ser competitivos. Si yo busco hoy día candidatos competitivos, claramente cuesta encontrarlos, lógico, pero tiene que haber un espacio para que se desarrollen, para que amplifiquen su discurso, para que levanten sus propuestas, para que recorran el país, para que tengan acceso a una franja en una determinada primaria, y puedan someterse a una evaluación de la gente, que es lo que nos pasó.
Pongo un segundo ejemplo: Sebastián Sichel –en esta época, hace cuatro años– nadie pensaba que podía ganar una primaria, y le ganó sin ir más lejos una primaria al propio Joaquín Lavín, que era el candidato más popular en ese minuto.
Entonces, respondiendo la pregunta concreta, el que tiene muchas ganas y está entusiasmado es Francisco Chahuán. De él dependerá transformarse en un candidato competitivo, lógicamente, pero hay que darle la oportunidad. Si yo todo el día le estoy diciendo a un candidato que no es competitivo, que no tiene idea, o que quiero cerrar con una sola candidata, se hace difícil así desplegar una candidatura, con qué ánimo, con qué fuerza. Yo creo que si uno levanta candidaturas propias, no las puede abandonar a su suerte.
Vuelvo a reiterar: hay que generar las condiciones también para que se despliegue el resto de los candidatos. Para mí es sumamente peligroso pensar que el argumento de la competitividad es el que define, simplemente, a un año de la elección, quién es el ungido. Yo creo que ese proceso hay que producirlo, hay que provocarlo, y eso se hace en una primaria, donde uno no depende de uno solo, sino que de un equipo. Aquí no hay solistas, hay una banda musical.
-Hay analistas que advierten del riesgo de que a Evelyn Matthei le vaya a pasar lo que sucedió con Joaquín Lavín. ¿Usted advertiría ese riesgo, que está latente, si es que no hay unas primarias en la coalición?
-A ver, voy a ser bien honesto, yo veo mucho más sólida a Evelyn Matthei que al Joaquín Lavín de hace cuatro años. Por actitud, por decisión, por evaluación, yo no soy de los que creo que tocó el techo. Ni tampoco quiero ser el agorero de la mala suerte, la veo mucho más sólida, eso es verdad. La veo armada, decidida, además con su carácter, que todos lo conocemos, dispuesta a conducir. Y sabe que le puede tocar a ella, por lo tanto se está preparando. Entonces, ahí hay una diferencia abismante y un problema de actitud para enfrentar una campaña.
Entonces, por eso es comparar peras con manzanas. Son situaciones que se produjeron, pero no son lo mismo. Pero no por eso estamos asegurados y, por lo mismo, vuelvo a insistir, el beneficio de la primaria no es solamente elegir un candidato, sino que todo lo que significa trabajar durante el primer semestre del año en torno a una coalición que se despliega territorialmente con ideas, con franjas, con campaña, con gente y que convoca a muchos y muchas a votar, a elegir a cuál va a ser el que va a ir.
Además, un empoderamiento gigante de los candidatos que se enfrentan el segundo semestre. Entonces, eso es lo que veo yo de poder.
-Otro de los puntos interesantes es que ya está descartado que Republicanos se vaya a sumar a una primaria. También apareció la figura de Johannes Kaiser. Es decir, que a una primera vuelta irían candidatos más hacia la derecha de Chile Vamos. ¿Es un espacio incómodo para la coalición, pensando en la dispersión de votos que puede ser relativamente riesgosa para una candidatura como la de Evelyn Matthei? ¿Cómo ve ese escenario hacia la derecha?
-Pasa que ya eso forma parte de la realidad y ya hemos enfrentado esa situación. La unidad en la centroderecha siempre es muy apelada. Pero, claro, la unidad en la medida de lo posible. Y uno tiene que hacer todos los esfuerzos por tener una primaria única convocante.
Hay que entender que el proyecto nuestro está en una coalición como es la de Chile Vamos, que pretende crecer hacia la derecha, pero también que pretende crecer hacia el centro. Y, por lo tanto, tenemos que preocuparnos de hacer bien nuestro proceso interno y convocar al máximo de partidos posibles, más allá de los tres clásicos, que son la UDI, Evópoli y Renovación Nacional.
¿Y a quiénes convocar? Bueno, obviamente desde el punto de vista formal, a todos. Pero desde el punto de vista real, yo veo un espacio en el Partido Social Cristiano y también veo un espacio en Amarillos y en Demócratas. No solamente en lo presidencial, sino que también en lo parlamentario, porque esa es otra arista que hay que tomar y otra patita que hay que tener en consideración.
Entonces, el que vayamos divididos porque Kast va a ir por su cuenta, o Johannes Kaiser va a ir por su cuenta, es una realidad, ya la hemos vivido y hay que enfrentarla de la mejor manera posible, y con altura de miras, no destruyéndonos entre nosotros, que es la tentación. A la izquierda también le pasa algo parecido, justamente enfrenta las elecciones presidenciales con tres o cuatro candidatos en una primera vuelta, porque es atractiva la primera vuelta al existir la segunda.
-¿Hay que reforzar, a su juicio, desde su sector el llamado hacia el centro con Demócratas, por ejemplo? Porque hasta ahora también está relativamente descartado por parte de la senadora Rincón sumarse a una primaria.
-Hay que desdramatizar el que yo no tenga una primaria tan amplia y tan convocante. Yo no creo que se acabe el mundo político o electoral si es que no logramos una primaria lo más convocante posible.
Lo que sí me preocuparía es que no nos coordináramos desde el punto de vista parlamentario. Y lo señalo porque hoy día están muy en boga los cambios al sistema político. Los cambios al sistema político lo que buscan es darle gobernabilidad en el Parlamento a los gobiernos que lleguen. Es decir, que haya mayoría para poder aprobar las leyes que la gente decide como programa de gobierno.
Y eso hoy día no está ocurriendo, no creo que haya cambios al sistema político en lo inmediato, va a costar. Pero uno tiene que crear las condiciones políticas para que eso ocurra. Y esas condiciones políticas son armar una coordinación y una lista parlamentaria lo más organizada posible que nos permita construir la mayoría en el Parlamento. Y eso no se puede hacer a última hora. Hay que hacerlo desde ya.
-¿Cómo ve el debate de la reforma al sistema político? Pensando también en la gobernabilidad de un eventual Gobierno de Chile Vamos. ¿Es necesario meter el acelerador para sacarla antes de las elecciones? ¿O lo ve más complejo que eso?
– Cuando nosotros tuvimos la primera Convención, donde a mí me tocó estar, estudiamos mucho los sistemas de gobierno que Chile requería. Precisamente por la falta de gobernabilidad, por la falta de mayorías que se iban produciendo en el Congreso. Y finalmente, al menos yo y muchos, llegamos a la conclusión de que el sistema presidencial era el que debía seguir rigiendo en Chile, pero que ese sistema presidencial necesitaba un correlato en el Congreso.
Vale decir, en términos simples, llega un Presidente, se elige con una chorrera de votos, con un programa de gobierno, y al día siguiente, en el Congreso se encuentra con minoría. Y eso no puede ocurrir. Por lo tanto, tengo que facilitar para que eso ocurra. Tengo que facilitar que se puedan formar coaliciones en el Congreso que permitan apoyar a un determinado Gobierno. Y tengo que promover la disciplina. Eso es lo que se necesita hoy.
Yo creo que no aguantamos más la disculpa de: fui con una reforma de pensiones al Congreso, pero no están los votos; fui con una reforma tributaria al Congreso para llevar adelante las políticas sociales que usted apoyó, pero no están los votos. ¿Y por qué no están? Porque los parlamentarios son unos malvados.
Finalmente, eso es suma cero, porque es echarse las culpas para allá y para acá, y no se avanza en lo que la gente eligió, con un programa de gobierno detrás. Por eso es importante el cambio de sistema político, para darle un correlato y un sustento en el Congreso a quienes gobiernan. Y eso no está ocurriendo.
Ojalá tuviésemos esa reforma aprobada este año. Mi impresión es que es difícil. ¿Y por qué es difícil? Porque la política es egoísta, y porque veo difícil que quienes están a punto de perder el Gobierno, como es la izquierda –todo indica que puede pasar eso– quieran generar un ambiente positivo que permita una mayor gobernabilidad.
Lo digo así de crudo. Me encantaría que me taparan la boca y me dijeran que vamos a hacer algo distinto y vamos a aprobar una reforma en ese sentido. Pero lo veo difícil. Pero ya que eso se ve difícil, al menos dejémosla aprobada para que entre en vigencia en el Gobierno que sigue o transitoriamente. Son reformas urgentes, muy necesarias, poco sexis, poco llamativas, pero muy importantes para la buena toma de decisiones.