La propuesta del Gobierno, en términos similares, no prosperó el 2023 y tampoco tiene mucho piso para prosperar ahora.
Una vez más, Hacienda vuelve a proponer, como medida para aumentar la recaudación tributaria, un alza de impuesto para las personas que se encuentran en los tramos más altos de los impuestos personales, pese a que varios expertos coinciden en que esta medida, que no afecta precisamente a los grandes patrimonios, castiga a las rentas del trabajo por sobre las del capital y fomenta la informalidad.
La propuesta del Gobierno, en términos similares, no prosperó el 2023 y tampoco tiene mucho piso para prosperar ahora. Sin embargo, pareciera que La Moneda no tiene otras herramientas o ideas, ya que insiste en la misma fórmula de recaudación.
La justificación también es la misma, es decir, que se necesita mayor recaudación para cubrir mayores gastos del Estado, que solo aumentan (como, por ejemplo, la creación de nuevos ministerios), aun cuando la población no percibe una mejora en los servicios o beneficios que recibe a cambio.
Por el contrario, hay consenso en que se debería ampliar la base de contribuyentes afectos a impuestos personales (que en Chile es menor al 25% en comparación con el 75% de los otros países miembros de la OCDE), para lo cual se hace indispensable que mejore la inversión y que exista un crecimiento sostenido, ya que es la única forma en que los ingresos y las remuneraciones aumenten y de este modo se incremente la base de contribuyentes afectos a impuesto a la renta y, por ende, haya una mayor recaudación fiscal.
En la medida que los contribuyentes no sientan que una mayor carga tributaria está asociada a una mejora en los servicios del Estado, comenzando por algo tan básico como la salud, la educación o la seguridad, o no está amparada en una justicia vertical y horizontal, es probable que Hacienda siga tropezando con la misma piedra.