Todos estos casos nos demuestran que las leyes no lo son todo, y que muchas veces nos esperanzamos pensando que más regulaciones inhibirán las malas conductas, pero el énfasis debe estar puesto en las personas y en cómo promovemos una cultura de integridad.
El 2024 fue un año marcado por el aumento de regulaciones, lo que trajo consigo mayores exigencias y desafíos corporativos que han requerido una rápida capacidad de adaptación. Por lo mismo, las empresas han estado trabajando en adaptarse a la Ley de Delitos Económicos, la Ley Karin, la Ley Marco sobre Ciberseguridad, la Ley de Protección de Datos Personales, además de algunas modificaciones a normativas como la Norma de Carácter General N°461, que promueve la sostenibilidad empresarial.
Por otro lado, fuimos testigos de grandes escándalos que nos dejaron atónitos por su gravedad y sorpresa, muchos de los cuáles, aún siguen teniendo repercusiones.
Un caso emblemático fue el Caso Hermosilla que, si bien de destapó en 2023, fue en este 2024 cuando salieron impactantes revelaciones a la luz, develando una red de conexiones y maniobras ilegales que involucran a diversas figuras clave del poder.
Así, a los protagonistas iniciales -Luis Hermosilla, Leonarda Villalobos y Daniel Sauer- se sumaron políticos, jueces, fiscales y empresarios, quienes este 2024 han estado en el escrutinio público y bajo investigación, como el exdirector de la PDI, Sergio Muñoz, o la exministra de la Corte Suprema, Ángela Vivanco, quienes perdieron sus respectivos cargos. A ellos se suman el suspendido fiscal Carlos Palma, el exfiscal Manuel Guerra o incluso el exministro del Interior, Andrés Chadwick. Lo cierto es que este escándalo no solo remeció a los involucrados directos, sino que puso en jaque al Poder Judicial, al Ministerio Público y a la Policía de Investigaciones, emblemas de la justicia y equidad.
Este caso también puso en el debate la falta de regulación de la industria del factoring, ya que, además de Factop, otras empresas enfrentan investigaciones financieras, como Primus Capital y SMB Factoring.
Por otro lado, en el Caso Convenios hemos seguido conociendo nuevas aristas e involucrados, quienes se saltaron resquicios legales para malversar dineros a través de fundaciones, afectando no solo la reputación de las organizaciones implicadas, sino que poniendo en duda la ética y transparencia de las fundaciones en general.
Los municipios tampoco escaparon a esta seguidilla de escándalos, siendo incluso electos alcaldes investigados por corrupción, como en Coronel, Buin o Linares. Además, investigaciones que se venían arrastrando desde hace unos años llevaron tras las rejas al exalcalde de Recoleta, Daniel Jadue y a la exalcaldesa de Maipú, Cathy Barriga. Incluso, el marido de esta última, el diputado Joaquín Lavín León, está siendo indagado por fraude al Fisco, relacionado con la gestión de Barriga.
Pero no es el único parlamentario cuestionado. El diputado Mauricio Ojeda fue desaforado y será formalizado por una de las aristas del Caso Convenios; lo mismo ocurrió con el diputado Francisco Pulgar, desaforado en medio de una investigación por violación y abuso sexual reiterado.
Pero un caso que conmocionó a la opinión pública, dado el tenor de los hechos y el alto cargo que ostentaba, fue el del exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, actualmente en prisión preventiva, a quien se investiga por violación a una subalterna y el presunto uso de gastos reservados, además del posible uso indebido de recursos públicos, como un vuelo en avión de Carabineros y el uso de la Ley de Inteligencia para influir en la investigación.
Las prácticas anticompetitivas tampoco estuvieron ausentes. Este año conocimos nuevas investigaciones por colusión en los sectores de los gases industriales y de los casinos, que enlodan la reputación empresarial y levantan serias preocupaciones sobre la integridad corporativa.
Esto es solo un breve resumen de un intenso 2024, donde seguimos habitando una profunda crisis de confianza gracias a la “astucia” de unos pocos al saltarse las reglas. Por eso, el mensaje es contundente: debemos fortalecer las instituciones debilitadas promoviendo la integridad y las buenas prácticas para reconstruir la confianza.
Todos estos casos nos demuestran que las leyes no lo son todo, y que muchas veces nos esperanzamos pensando que más regulaciones inhibirán las malas conductas, pero el énfasis debe estar puesto en las personas y en cómo promovemos una cultura de integridad, donde se fomente que el cómo lograr los resultados es tan importarte como lograrlos. Muchas veces la presión por cumplir y los incentivos mal puestos desvían el camino.
En este 2025 es esencial el compromiso genuino con la ética y la acción responsable desde nuestras propias acciones. Solo eso permitirá construir un mejor país para nuestros hijos.
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