Celebraciones sostenibles: transformando las fiestas de fin de año

Junto a la llegada de las fiestas de fin de año, los encuentros y celebraciones sociales y familiares, también aumenta de manera alarmante la generación de residuos. Este periodo del año suele estar marcado por la abundancia, las compras compulsivas y una preocupante falta de conciencia sobre los efectos ambientales que nuestras celebraciones pueden causar. La generación de basura durante este tiempo no solo tiene implicaciones para su manejo, sino también para el medio ambiente y el cambio climático.

Según Greenpeace, cada año el mundo produce más de mil toneladas de basura entre Navidad y Año Nuevo. Además, estadísticas de la ONU muestran que en países de Latinoamérica el alza de residuos alcanza cerca del 25% durante diciembre. Mientras que el mismo porcentaje se registra en aumento en la producción de residuos plásticos en la región.

En Chile, en tanto, se estima que durante diciembre cada persona eleva aproximadamente de uno a dos kilos diarios su producción de basura. Esto se debe al aumento en el consumo de envases y embalajes, restos de comida y otros residuos, incluyendo papeles de regalo, cotillón y decoración. Es claro que nuestras tradiciones, aunque significativas, tienen un costo ambiental que no podemos ignorar.

Celebrar de manera sostenible es posible. Estas festividades representan una oportunidad invaluable para incorporar principios de economía circular, creando encuentros más conscientes y con impacto positivo. Es urgente comenzar a planificar nuestras reuniones, desde las familiares hasta los grandes eventos masivos, con una mirada más sostenible. Por ejemplo, cambiar los platos y vasos plásticos por alternativas reutilizables es un pequeño paso con un gran impacto.

Reflexionar antes de comprar: ¿realmente necesitamos tantos adornos nuevos o esa cantidad excesiva de comida que probablemente terminará en la basura? Preferir vajilla arrendada o heredada, decoraciones hechas con materiales reutilizados e incluso servicios compartidos, como la organización colaborativa de eventos para minimizar recursos.

Y, finalmente, cerrar el ciclo de los materiales mediante el reciclaje de envases y embalajes y el compostaje de residuos orgánicos, puede reducir hasta en un 80% no solo los residuos, sino también las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al envío de basura a disposición final. Estos pequeños cambios no solo benefician al planeta, sino que también generan una sensación de logro colectivo y responsabilidad compartida.

Estamos en un momento crucial para repensar nuestra forma de vivir y celebrar. Un enfoque distinto ofrece la oportunidad de integrar la economía circular en la planificación, diseño y comunicación de los eventos, permitiendo obtener resultados medibles que reflejen los beneficios tangibles de nuestras acciones. Por ejemplo, la planificación basada en economía circular permite cuantificar los recursos ahorrados y las emisiones evitadas, brindando datos concretos que respaldan nuestras decisiones y fáciles de comunicar a nuestro entorno.

Compartir con nuestros seres queridos y colegas de manera consciente puede inspirar a más personas a replicar estas prácticas en sus propios entornos. Estas acciones no solo impactan de forma directa en la reducción de residuos, sino que también fomentan un cambio cultural hacia una sociedad más sostenible. Desde nuestras decisiones individuales podemos generar un impacto colectivo que trascienda, demostrando que un futuro más sostenible también puede ser un futuro lleno de significado y conexión.

La invitación es a ser parte del cambio, integrando la economía circular en nuestros eventos y celebraciones. Porque, juntos, podemos transformar nuestras tradiciones en un ejemplo de cuidado ambiental y responsabilidad social.