Los estándares corporativos en cuanto al uso de la IA serán mucho más exigentes, e incluso algunas empresas ya prohíben a sus trabajadores el uso de cualquier motor IA basado en la nube, con el propósito de no exponer su información.
La inteligencia artificial (IA) llegó para quedarse y hoy vemos cómo millones de personas ya utilizan Copilot, ChatGPT y muchos otros motores de IA destinados a simplificar las tareas más complejas, con la promesa de incrementar la productividad.
Pero a nivel corporativo la ecuación no es tan sencilla, y más aún cuando involucra información confidencial. En Chile, hace pocos días fue publicada en el Diario Oficial la Ley de Protección de Datos Personales, que sienta nuevas exigencias en cuanto al manejo de información de naturaleza privada.
Por ese motivo, los estándares corporativos en cuanto al uso de la IA serán mucho más exigentes, e incluso algunas empresas ya prohíben a sus trabajadores el uso de cualquier motor IA basado en la nube, con el propósito de no exponer su información.
¿Cuál será la tendencia, entonces? Veremos con mucha fuerza el auge de motores IA cerrados, montados en los servidores particulares de las organizaciones, asegurando de esta forma la confidencialidad de todos los datos que por ahí circulan. El gran desafío, por ende, será hacia el hardware, que exigirá componentes especiales para soportar procesamientos de IA local, incluyendo memorias RAM y SSD.
Durante la última parte de este año, ya hay fabricantes de PC, procesadores y placas madre que han lanzado sus primeros sistemas preparados para soportar IA en la nube. Pero el mayor paso es el que viene.
Inscríbete en nuestro Newsletter El Mostrador Opinión, No te pierdas las columnas de opinión más destacadas de la semana en tu correo. Todos los domingos a las 10am.