La PGU logra el primer objetivo de combatir la pobreza en los adultos mayores, y este grupo tiene un porcentaje de pobreza menor al resto de los chilenos, además de estar distribuidos principalmente en los deciles de ingresos medios del país.
En la actual discusión de la reforma de pensiones en el Senado uno de los temas centrales es determinar cuánta ayuda extra entregarles a los actuales jubilados. Sin embargo, en el debate ha faltado una evaluación completa de las actuales pensiones sobre la base de los dos objetivos propios de un sistema previsional.
El primer objetivo de los sistemas previsionales es evitar la pobreza en la vejez. El segundo, es suavizar la caída de los ingresos de los jubilados al transitar de la vida activa a la pasiva. En esta columna evaluaré cómo están las pensiones de hoy en Chile en relación con estos objetivos.
Para cumplir el primero, se creó el Pilar Solidario, financiado por todos los chilenos a través de los impuestos generales. Hoy está compuesto principalmente por la Pensión Garantizada Universal (PGU) que entrega un monto de $214.296 a los mayores de 65 años pertenecientes al 90% más vulnerable. La herramienta adecuada para evaluar la pobreza de ingreso de los hogares es la encuesta Casen 2022, del Ministerio de Desarrollo Social.
Según esta encuesta, el Pilar Solidario reduce la pobreza de ingreso en la población de 65 o más años desde un 11% a un 2%. Sin embargo, un 62% de la población en este tramo etario que está en situación de pobreza no está recibiendo la PGU, a pesar de cumplir todos los requisitos para obtener este beneficio. Si la PGU llegara a toda la población objetivo, la pobreza en los adultos mayores sería de 0,1%, es decir, casi cero.
A través de la misma encuesta se compara la situación de aquellos que tienen 65 o más años respecto al resto de la población. Mientras solo un 2% de los adultos mayores tiene un ingreso inferior a la línea de la pobreza, en la población menor de 65 años este porcentaje es un 7%. Y al analizar la distribución de los adultos mayores según el decil de ingreso total de los hogares, se obtiene que estos están más presentes en los de ingresos medios de la población.
Falta analizar el segundo objetivo de los sistemas de pensiones: suavizar la caída de los ingresos de los jubilados al transitar de la vida activa a la pasiva, con el fin de que los recursos disponibles para el consumo durante la jubilación no sean muy inferiores a los que tenía la persona en su vida activa.
Este objetivo se evalúa a través de tasas de reemplazo, calculando qué porcentaje del sueldo previo a jubilar –descontando las cotizaciones sociales de salud, pensiones, de cesantía y ajustado por inflación– es cubierto por la pensión.
Para esta comparación uso la base de datos “Estudio sobre tasas de reemplazo” de la Superintendencia de Pensiones. Los cálculos no consideran el efecto de los retiros de pandemia, ya que estos implicaron el uso voluntario de ahorros previsionales para consumo presente, afectando las pensiones. Por ello, no es justo emplear recursos fiscales o de cotizaciones formales para compensar dicho daño.
Al comparar la pensión total respecto al último sueldo, neto de cotizaciones sociales, se obtiene que la mediana de la tasa de reemplazo es mayor al 70% para los actuales jubilados hombres en todos los tramos de años cotizados. Se trata de una tasa alta, tomando en cuenta que la OECD proyecta que la tasa de reemplazo promedio de estos países, neta de cotizaciones sociales y de impuestos, es un 61%.
¿Dónde las tasas de reemplazo no son altas? En las mujeres que cotizaron por más años: a partir de los 20 años cotizados, la mediana de las tasas de reemplazo está bajo el 70%, siendo incluso menores del 50% para las mujeres que cotizaron más de 30 años.
En resumen, la PGU logra el primer objetivo de combatir la pobreza en los adultos mayores, y este grupo tiene un porcentaje de pobreza menor al resto de los chilenos, además de estar distribuidos principalmente en los deciles de ingresos medios del país. Respecto del segundo objetivo, las tasas de reemplazo son altas en todos los tramos de años cotizados, excepto para las mujeres de más de 20 años de cotización.
Uno de los temas en el debate de pensiones que no se ha logrado resolver es cuánta ayuda extra entregarles a los actuales pensionados. Espero que este ejercicio descriptivo de las pensiones de hoy pueda ayudar a resolver este dilema.
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