El futuro de las criptomonedas bajo la administración Trump
Cabe mencionar que las criptomonedas han alcanzado durante este año una capitalización de 3.7 trillones de dólares, de los cuales Bitcoin representa casi el 60% seguida de Ethereum con una cifra significativamente menor (US$ 400 billones).
El mundo de las criptomonedas vive un momento decisivo bajo el segundo mandato de Donald Trump. Si bien este mercado ha sido objeto de opiniones polarizadas, con líderes mundiales calificándolo como una estafa piramidal o anticipando un desenlace desastroso, el mismo accionar de reguladores como la SEC e inversionistas institucionales como Black Rock abogan por un avance de las criptomonedas en los años que siguen.
En este contexto, la administración de Trump parece haber impulsado aún más el interés en los activos digitales. El máximo histórico alcanzado por las criptomonedas refleja un entorno de mayor aceptación, euforia y especulación. El lanzamiento de las criptomonedas $Trump y $Melania” alcanzaron 40 y 10 mil millones de dólares, respectivamente, los primeros dos días de cotización, en una señal clara de cómo el mercado cripto está aprovechando la narrativa política para generar confianza y atraer a nuevos inversionistas.
Cabe mencionar que las criptomonedas han alcanzado durante este año una capitalización de US$ 3,7 trillones, de los cuales Bitcoin representa casi el 60 %, seguida de Ethereum con una cifra significativamente menor (US$ 400 billones). Para dimensionar, la relevancia del mercado cripto es equivalente a las bolsas de Alemania e Inglaterra juntas –las dos principales plazas europeas–, con tasas de crecimiento que auguran que esta brecha se ampliará en los próximos cinco años.
En la reputada conferencia anual de Jackson Hole que reúne en Kansas a banqueros centrales y líderes financieros de todo el mundo, Mark Carney, expresidente del Banco Central de Inglaterra, ya en 2019 pronunció un discurso en el que invitaba a pensar el sistema monetario internacional posdólar. Bajo ese escenario no es aventurado pensar que habría sólo dos alternativas: Bitcoin y la propuesta pensada por los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, principalmente) de generar una moneda común y que funcionaría de forma similar a los Derechos Especiales de Giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional. El DEG es un activo financiero internacional, valorado en función de los tipos de cambio diarios del dólar, el euro, el yuan, el yen y la libra esterlina.
Ello, principalmente, dado que tras el abandono del patrón oro en 1971 se ha observado una caída sistemática del valor del dólar respecto al oro, lo que ha arrastrado a todo el resto de las monedas.
Con todo, los hechos permiten prever un entorno favorable para las criptomonedas en los próximos años como un activo alternativo, sólido en el largo plazo y con el potencial de constituirse en una reserva de valor global capaz de liderar la transformación del sistema financiero mundial.
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