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(Re)pensando el futuro de Siria Opinión

(Re)pensando el futuro de Siria

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Manuel Férez
Por : Manuel Férez Candidato a doctor en sociología, Universidad Alberto Hurtado
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Los sirios merecen un futuro mucho mejor que el que un yihadista reconvertido en político y al servicio de una potencia expansionista como Turquía les puede ofrecer.


En una entrevista concedida al canal de televisión turco A Haber, Ahmed al- Sharaa, también conocido como Abu Mohammad al-Jolani, líder de facto de la Siria post Assad, mencionó que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, le había hecho una llamada telefónica para felicitarlo por su victoria de diciembre y la formación de su Gobierno. 

Es entendible que Erdogan, quien ha ayudado, financiado e influido directamente en al-Sharaa/Jolani, lo valide como el nuevo líder de Siria, pero, como se pregunta correctamente Karim Franceschi, militar italiano veterano de la resistencia de Kobane en 2014-2015 y analista político, ¿por qué los líderes políticos del mundo aún democrático validan como la “nueva autoridad siria” a lo que no es más que una facción nacida del ISIS que solo controla efectivamente un 30 % del territorio sirio? 

En diciembre de 2024, el régimen de Assad se derrumbó y dejó ciudades como Alepo, Homs, Damasco y Latakia en manos de quienes quisieran apoderarse de ellas y tuvieran el poder para hacerlo. En pocos días, Jolani/Al Sharaa se apoderó de las instituciones baasistas mientras las fuerzas del régimen desaparecían al frente de la organización Hay’at Tahrir al-Sham (HTS), la misma que nació al inicio de la guerra civil siria y que ha pasado por varias transformaciones logísticas, militares y de financiamiento. 

Al caer Assad y su criminal régimen, se prometió a los sirios que esta “nueva administración” duraría unos pocos meses, se reunirían otras facciones y se prepararía una transición incluyente con todas las fuerzas y grupos políticos y minorías étnicas y religiosas del país. Esto no se cumplió, pues rápidamente el HTS unilateralmente extendió su gobierno “transicional” a cuatro años, mientras llenaba la burocracia y las instituciones estatales de leales del HTS, así como de exmiembros de Al Qaeda e ISIS.

El resultado de este proceso ilegal, ilegítimo y antidemocrático es la existencia de un Gobierno solo en el papel, sin autoridad ni validación social más allá del territorio controlado actualmente por el HTS. Mientras el HTS juega el juego político, el SNA, otro grupo respaldado por Ankara y reforzado por los ataques aéreos turcos, ataca agresivamente a las SDF, las fuerzas de defensa kurdas que se resisten a ser sometidas a grupos yihadistas al servicio de Erdogan, como antes se negaron a someterse a un panarabismo asimilacionista y violento.

Esto ha creado la paradoja de que mientras Turquía bombardea y ataca territorio sirio en su obsesión antikurda, el supuesto líder de Siria se deshace en elogios y es felicitado por Erdogan. El que Jolani/al-Sharaa busque la aprobación turca para gobernar Siria, mientras Ankara asesina y desplaza población kurda en el norte del país, solo deja clara la debilidad del supuesto líder sirio. 

Las cosas tampoco pintan bien para este Gobierno yihadista en Sweida, donde las milicias drusas se mantienen firmes. El comandante druso Baha al-Jamal lo dejó claro al declarar: “No permitiremos que ninguna facción entre en Sweida”, mientras exigía una solución federal para Siria y rechazaban toda imposición de un Gobierno ilegítimo e ilegal. 

A lo anterior hay que recordar que, a principios del mes de enero, los convoyes afiliados al HTS intentaron entrar en el territorio del grupo denominado Sala de Operaciones del Sur, una coalición militar de varias organizaciones sirias de oposición, pero fueron bloqueados. Ahmed al-Awda, líder de la Sala de Operaciones del Sur, se presenta así como otro desafío a Al Sharaa pues, al contar con el respaldo de Moscú y vínculos con Egipto y Emiratos Árabes Unidos, al-Awda ha logrado controlar bastante territorio. 

Increíblemente, a pesar de la oposición de drusos, kurdos y la Sala de Operaciones del Sur, y de que como se mencionó, en realidad el HTS solo logra controlar poco más que el 30 % del territorio sirio, esta organización yihadista dependiente de Ankara sigue presentándose como la autoridad central de Siria y está ganando reconocimiento internacional. 

El mismo presidente de la Corte Penal Internacional, el señor Karim Khan, visitó Siria y se refirió a Al-Sharaa como “la autoridad siria”. En Davos, Tony Blair se entrevistó con al-Shaibani, el ministro de Asuntos Exteriores designado por el HTS. En la entrevista, Blair describió a este grupo yihadista como una “fuerza estabilizadora”, lo que es parte de la tendencia de medios de comunicación, políticos e instituciones internacionales de presentar al HTS como “el Gobierno sirio”, en una increíble y deshonesta transformación de un grupo islamista, dentro del cual hay individuos que figuran en listas de terroristas de muchos países, bajo un liderazgo legítimo por el que nadie en Siria votó. 

Mientras el mundo aún libre insiste en transformar a yihadistas en políticos de traje y crear de un plumazo en el aire gobernabilidad, los kurdos de Rojava han construido a lo largo de una década y sin apoyo internacional una sociedad democrática, progresista e inclusiva que ha llamado la atención de muchos académicos especializados en Medio Oriente. Este proceso de creación de gobernanza efectiva se inició cuando los peshmergas kurdos derrotaron a los islamistas y terroristas de ISIS. Esta hazaña le costó a los kurdos más de 11 mil muertes y salvó, por el momento, no solo a Medio Oriente, sino al mundo democrático de ISIS y sus pulsiones asesinas. 

Mientras los kurdos resisten la agresión de Ankara y los drusos exigen un lugar digno en una Siria federal, las potencias mundiales los ignoran y apuestan por legitimar artificialmente al HTS. Al hacer esto las instituciones transnacionales están blanqueando cínicamente a grupos yihadistas, antidemocráticos y agresivos. Esto es un insulto para todos aquellos que han dado la vida por detener el avance del islamismo en Medio Oriente y aspiran a vivir en estados funcionales, democráticos y laicos.

El rechazo a propuestas federales para Siria y la insistencia en una “Siria Unida”, concepto definido y desarrollado por poderes coloniales, es una continuación del error fundamental en la historia de la Siria moderna: marginación de actores regionales como drusos y kurdos de las estructuras de poder, represión gubernamental y ausencia de democracia y libertades civiles. 

Es importante reflexionar por qué se llegó a un momento en que un yihadista apoyado por el régimen de Ankara y que carece de validación local es tratado por el mundo como el líder de un Gobierno legítimo. ¿Para esto han luchado por décadas millones de sirios? ¿Esta es la solución justa y duradera para un país que no solo ha sido destruido por sus propios líderes, sino abandonado a su suerte por la llamada “comunidad internacional”?

Los sirios merecen un futuro mucho mejor que el que un yihadista reconvertido en político y al servicio de una potencia expansionista como Turquía les puede ofrecer. Es labor de los académicos, políticos e intelectuales no volver abandonar a los sirios en este momento trascendente de su historia.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

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