Urgente cambio de paradigma en salud escolar

El año 2025 que recién comienza nos plantea un urgente desafío en el cuidado escolar: frenar las conductas no saludables de ese segmento de la población, desde el mismo corazón de los espacios educativos y recreativos de los establecimientos educacionales.

Estudios recientes como la última Encuesta Nacional de Salud y el informe sobre “Actividad física de la población: contexto latinoamericano y el caso chileno”, efectuado por la Universidad del Desarrollo, confirman que un alarmante porcentaje de estudiantes en Chile, que equivale al 74 % de los mayores de 15 años, presenta sobrepeso u obesidad, lo que no solo afecta su salud física, sino que también tiene repercusiones en su bienestar emocional y social.

Debemos actuar de manera más profunda e integral. Por ello, la Sociedad Chilena de Pediatría (Sochipe) y la Sociedad Chilena de Enfermería en Salud Escolar (Sochiese) decidimos aliarnos. Pediatras y profesionales de enfermería nos unimos para empujar el sentido de urgencia para enfrentar la pesada tríada de la obesidad, sedentarismo y problemas de salud mental que se han agudizado en la población escolar del país.

¿Qué sugerimos? Creemos que se debe cambiar el paradigma del abordaje global de la salud escolar en Chile. Tal como se hace hoy, estamos respondiendo mal y tarde a los perniciosos efectos que distintas patologías ocasionan en niños, niñas y adolescentes, lo que podría ser muy distinto si se robustecieran los sistemas de detección precoz y de promoción de una vida más saludable.

Para ello es clave la incorporación activa de profesionales de enfermería en las distintas comunidades educativas, con el objetivo de que lideren programas de salud escolar integrales que velen por el bienestar de los estudiantes, y que justamente permitan la pesquisa oportuna de sus problemas de salud. Se trata de un modelo que ya ha sido implementado y probado a nivel internacional y que, lamentablemente en Chile, solo algunos colegios lo han adoptado, especialmente privados y urbanos, replicando de esta manera las brechas de acceso a la salud.

Otra estrategia crucial es el desarrollo en plenitud de la Estrategia de Actividad Física, Educación Física y Deportes, de la Unesco. El buen estado físico es fundamental para la salud y el bienestar a largo plazo, y la práctica regular de actividad física y deportes no solo permiten promover vidas saludables y equilibradas, sino también inculcar valores y habilidades claves como el respeto por los demás, la colaboración, el trabajo en equipo y la adaptabilidad.

Por ahora, y gracias a esta alianza de colaboración entre pediatras y profesionales de enfermería, avanzaremos en jornadas de capacitación y asesorías a docentes y profesionales de la salud, haremos publicaciones, nos reuniremos con autoridades para articular la puesta en marcha de programas piloto a nivel comunal, y haremos nuestros mejores esfuerzos por visibilizar este tema para contrarrestar su intermitencia en la agenda pública.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que niños, niñas y adolescentes de entre 5 y 17 años deberían realizar al menos 60 minutos diarios de actividad física. ¡Partamos por eso, o al menos intentémoslo! Son tantas las afecciones de salud que se pueden tratar o prevenir mejor con una vida saludable o con una detección oportuna, que bien vale la pena todo esfuerzo. Pediatras y profesionales de enfermería, más que disponibles para esta titánica y urgente tarea.