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Impactos socioambientales de las áreas verdes grises Opinión

Impactos socioambientales de las áreas verdes grises

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Francisca Ianiszewski Buxton
Por : Francisca Ianiszewski Buxton Observatorio de Políticas Públicas del Territorio Facultad de Arquitectura y Ambiente Construido Universidad de Santiago de Chile
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Proliferan plazas-parque de cemento, sobre todo en comunas vulnerables, configurándose una forma de inequidad que refuerza su déficit de áreas verdes.


Un negativo paradigma domina el diseño de nuevas y remodeladas áreas verdes públicas. Tradicionalmente en estos lugares domina la vegetación (de ahí su nombre), suelo blando, permeable y amable; la vegetación da forma a lugares, circulaciones y zonas para explayarse, jugar, socializar, leer, contemplar y conectarse con la naturaleza, inspirarse y crear. Ambientalmente recortan nuestra huella ecológica, capturan carbono, purifican el aire, disminuyen la temperatura urbana y atraen aves que desencadenan el desarrollo de nuevos y variados ecosistemas.

En oposición, se ha escindido la vegetación y se ha optado por la multifuncionalidad multicultural, generando amplias y anodinas zonas duras. Se ha reconceptualizado el área verde, otorgándole un carácter geométrico, duro, cementado, con reticulados retazos para vegetación. Proliferan plazas-parque de cemento, sobre todo en comunas vulnerables, configurándose una forma de inequidad que refuerza el déficit de áreas verdes.

En Mejillones, una plaza-parque barrial no alcanza el 15 % de vegetación, y de acuerdo al estudio de Fernández del Centro de Modelación y Monitoreo de Ecosistemas de la Universidad Mayor, San Ramón posee un 92 % de cementación de sus áreas verdes, mientras Barnechea alcanza solo el 20,79 %. Lo Espejo posee un 5,27% de cobertura vegetal en sus áreas verdes, donde solo el 0,5 % corresponde a árboles siempreverdes versus Vitacura, con un 61,13% de cobertura vegetal y Providencia con un 13,8 % de arbolado perenne, donde cabe considerar que son contabilizadas como áreas verdes por persona. Respecto a un supuesto ahorro de agua, estas áreas tienen un alto consumo en su limpieza y por otra parte aportan a la escorrentía superficial.

Estas superficies cementadas pueden alcanzar 58.4 °C a una temperatura ambiente de 31 °C; y en las mismas condiciones bajo la copa de un árbol llegan a 22,8 °C. En estas áreas verdes cementadas se estabilizan bolsas de calor que pueden conducir a golpes de calor, afección sistémica que podrían llevar a la muerte;  eso limita su uso, particularmente en el verano a adultos mayores e infantes. El desplazamiento de estos grupos y los espacios multifuncionales inadecuados son tomados por jóvenes con juegos bruscos, instalándose una nueva forma de relaciones socioproductivas relacionadas con las áreas verdes, incluido el microtráfico.

Un ejemplo emblemático de cementación es la inexplicable modernización de la Quinta Normal de Agricultura, primer parque público del mundo, inaugurado en 1842 con árboles monumentales traídos en barco desde Europa. El capricho y ego se materializaron en la devastación de un patrimonio histórico y natural. Se extrajo árboles de más de 200 años de vida para dar lugar al diseño geométrico, cementado y rigidizado. Esperamos que la remodelación de la Plaza Italia, que está en curso, cumpla con la promesa de plantar 229 árboles y conceptualice adecuadamente lo que debe ser un área verde.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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