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El cobre nuestro de cada día, en peligro en la era Trump Opinión

El cobre nuestro de cada día, en peligro en la era Trump

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Manuel Viera
Por : Manuel Viera Presidente Cámara Minera de Chile
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Trump sostiene que otros países se han aprovechado de Estados Unidos, tratándolo injustamente en el comercio. Pero parece pasar por alto que EE.UU. necesita minerales críticos y que la imposición de aranceles a países aliados, entre ellos Chile, podría tener efectos adversos significativos.


El cobre de Chile no solo es el sostén de nuestra economía, sino también parte esencial de nuestro ADN. Gracias a este mineral, Chile es conocido mundialmente como el mayor productor de cobre del mundo, con 5.,252 millones de toneladas que representan el 24 % de la producción mundial. Este sector contribuye al PIB con US$ 39.985 millones y, considerando su encadenamiento productivo, aporta US$ 71.973 millones, alcanzando un 21 % en 2023. No hay otra industria más relevante que la minería, por lo que es fundamental cuidarla, desarrollarla y mantener una política procrecimiento.

Las recientes medidas del presidente Donald J. Trump han generado nerviosismo en el contexto mundial. Trump sostiene que otros países se han aprovechado de Estados Unidos, tratándolo injustamente en el comercio. Como hombre de negocios, busca revertir esta situación, argumentando que los grandes déficits comerciales, las pérdidas de empleos en el sector manufacturero y la supuesta destrucción de la clase media son consecuencia de estas relaciones comerciales. Sin embargo, parece pasar por alto que EE. UU. necesita minerales críticos y que la imposición de aranceles a países aliados, entre ellos Chile, podría tener efectos adversos significativos.

El tablero de ajedrez de Trump

A mi juicio, la estrategia de Trump contempla tres movimientos principales:

   1. Retiro del TPP: la salida de EE. UU. del Acuerdo Transpácifico de Cooperación Económica (TPP), que buscaba fomentar el libre   comercio entre 12 países de la cuenca del Pacífico, afectó un bloque que representaba el 40% del comercio global. Esta retirada abrió la puerta para que China fortaleciera su posición como potencia económica regional. ¿Se está terminando el libre comercio?

  2. Renegociación del TLCAN: la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) tensionó las relaciones con Canadá y México. La respuesta de China fue aún más severa, imponiendo aranceles elevados a productos estadounidenses, lo que desató una guerra comercial en la que nadie gana. China ya ha conquistado con inversiones gran parte de América Latina.

  3. Aranceles a minerales críticos: este es el movimiento que más nos preocupa. La imposición de aranceles a minerales como el acero, el aluminio y el cobre afectaría gravemente a Chile, dado que el cobre representa cerca del 50 % de nuestras exportaciones. Si esta medida se concreta, sería una catástrofe financiera, considerando que el país ya enfrenta un déficit fiscal proyectado de US$ 9.412 millones en 2024, comparado con los US$ 5.995 millones estimados por Hacienda y la DIPRES. Además, la deuda del Gobierno asciende a US$ 130.825 millones, sin considerar la deuda de empresas públicas, como Codelco, que ronda los US$ 36.000 millones.

La vulnerabilidad de Chile

Afortunadamente, Chile ha reaccionado creando una mesa de trabajo para analizar esta situación. Sin embargo, no se observan expertos en economía minera ni negociadores experimentados en relaciones comerciales con EE. UU. Es crucial proteger nuestro cobre, pues solo vendemos materia prima y no productos manufacturados. Esta es la gran vulnerabilidad del país.

Es el momento, y no otro, de aplicar una política pública que promueva la industrialización de nuestras riquezas mineras. Un país manufacturero es menos vulnerable geopolíticamente a este tipo de medidas, ya que reduce su dependencia de decisiones extranjeras. Mi recomendación es declarar al cobre y al litio como recursos de seguridad nacional, lo que permitiría fortalecer nuestra posición en las negociaciones.

Hacia una estrategia regional

En varias columnas he recalcado la importancia de la industrialización y la cooperación regional. Firmar un acuerdo con Perú, cuya producción de cobre junto con la de Chile representan el 40 % mundial, nos permitiría negociar con mayor fortaleza en estas controversias. Además, es fundamental reactivar la Alianza del Pacífico con Chile, Colombia y Perú, e invitar a Argentina y Brasil a formar un bloque que disminuya nuestra vulnerabilidad.

La falta de crecimiento en Chile, provocada por la excesiva burocracia estatal y los constantes cambios en las reglas del juego para la aprobación de nuevos proyectos mineros, sumado a la caída en la ley de los minerales y el rechazo de proyectos por parte del Comité de Ministros, crea la tormenta perfecta para el estancamiento económico.

Hay que entender la lógica del presidente Trump: busca reducir el déficit comercial de EE. UU., crear empleos en el sector manufacturero, mejorar la seguridad económica nacional y presionar a China para cambiar sus políticas. Sin embargo, es poco probable que logre estos objetivos. Como hombre de negocios, ve el déficit como algo negativo, similar a una empresa que gasta más de lo que ingresa y está destinada a fracasar.

La Cámara Minera de Chile recomienda iniciar de inmediato la aplicación de una política pública para industrializar nuestros recursos mineros y declarar al cobre y al litio como recursos de seguridad nacional. No se trata de ideologías políticas, sino de defender la patria. ¡Y la patria es el cobre!

“El peligro no está en lo desconocido, sino en no atreverse a explorarlo.”

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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