Inteligencia artificial: transformando la seguridad privada
Desde la perspectiva operativa, el uso de la IA en seguridad abarca múltiples aplicaciones, entre ellas, el reconocimiento de patrones en tiempo real, análisis de flujo personas y gestión de multitudes, modelos predictivos de seguridad para identificar zonas de mayor riesgo, y más.
Hemos visto cómo la inteligencia artificial (IA) está revolucionando la forma en que entendemos y aplicamos la seguridad en diferentes niveles. En un mundo cada vez más interconectado y con mayores desafíos en materia de protección, la integración de algoritmos avanzados y dispositivos autónomos en los servicios de seguridad no solo optimiza la operatividad, sino que también incrementa la capacidad de anticipación y respuesta ante amenazas.
Es innegable que el sector de la seguridad está experimentando una transformación sin precedentes gracias a la IA. Según datos de Prosegur Research, el mercado global de inteligencia artificial experimentará un crecimiento anual del 28,46%, pasando de 184 mil millones de euros en 2024 a 826 mil millones en 2030. Esta expansión refleja la creciente adopción de soluciones automatizadas en múltiples sectores, incluido el de la seguridad privada.
Por ejemplo, la mayor eficiencia en la distribución de recursos que aportan los algoritmos en entornos de vigilancia, sumada al empleo de dispositivos mecánicos con capacidad de operar durante períodos prolongados de tiempo, genera un potencial extraordinario en la mejora de los servicios.
Sin embargo, entendemos que la IA no opera de manera aislada, sino que se integra en un ecosistema tecnológico más amplio, en el que convergen herramientas como drones, sistemas RFID, tecnología NFC y LiDAR. Este enfoque permite maximizar la seguridad desde una perspectiva híbrida, combinando los recursos tecnológicos con la experiencia humana para generar entornos de vigilancia más robustos y eficientes.
En esta misma línea, en el sector de la seguridad privada, uno de los enfoques que mejores resultados nos ha brindado es la convergencia e integración de soluciones innovadoras con tecnología dentro de un modelo de seguridad híbrida. Este enfoque permite potenciar la sinergia entre humanos y tecnología, asegurando que las herramientas digitales no sustituyan el criterio experto, sino que lo complementen y optimicen.
Desde la perspectiva operativa, el uso de la IA en seguridad abarca múltiples aplicaciones, entre las que destacan: reconocimiento de patrones en tiempo real, análisis de flujo personas y gestión de multitudes, modelos predictivos de seguridad para identificar zonas de mayor riesgo, y sensores conectados y sistemas de alarma avanzados para detectar emergencias tempranas.
No obstante, sabemos que la integración de la IA en los servicios de seguridad no está exenta de desafíos. El uso de inteligencia artificial en la seguridad representa un salto cualitativo en la capacidad de protección y prevención de riesgos, pero debe ir acompañado de una visión estratégica que garantice la privacidad, la transparencia y el cumplimiento normativo.
En Prosegur asumimos un compromiso firme con la transparencia y la privacidad de clientes y usuarios, entendiendo que la confianza es un pilar esencial para la evolución tecnológica responsable.
Desde esta mirada, la IA no solo es una herramienta de automatización, sino un factor de empoderamiento para los expertos en seguridad, permitiendo generar un impacto positivo en la sociedad y contribuir a hacer del mundo un lugar más seguro.
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