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El fondo del océano está aullando
La pesca de arrastre de profundidad, una práctica destructiva que arrasa con todo a su paso, ha causado daños irreparables en muchos montes submarinos, destruyendo hábitats y alterando las intrincadas redes tróficas que sostienen la vida en estos ecosistemas únicos.
En el corazón del océano, donde reside la memoria ancestral de la humanidad, yacen santuarios prístinos, ahora amenazados. Allí, en la penumbra abisal, la vida marina implora clemencia, un aullido silencioso que resuena en el alma de quien sabe escuchar. Es tiempo de levantarnos. No podemos dejar de escuchar y hacer algo por la defensa de los montes submarinos, más que joyas ocultas de la biodiversidad marina, grandes carreteras que nutren nuestro océano.
Los montes submarinos, majestuosas montañas sumergidas que se alzan desde las profundidades oceánicas, son mucho más que simples accidentes geográficos. Estos ecosistemas antiguos, únicos y fascinantes, formados a lo largo de miles de años, albergan una increíble diversidad de vida marina y desempeñan un papel crucial en la salud de nuestros océanos y, por ende, del planeta.
Desde las dorsales oceánicas que se extienden por miles de kilómetros hasta montes aislados como el Salas y Gómez, ubicado en la remota cordillera submarina de Nazca, en el Pacífico Suroriental, estos ecosistemas varían en tamaño y características, pero comparten la importancia de ser puntos calientes de biodiversidad y productividad.
Muchos de los corales y otros organismos que habitan en los montes submarinos han existido por miles de años, creciendo lentamente y siendo extremadamente vulnerables a la destrucción causada por la pesca de arrastre de fondo, lo que los convierte en ecosistemas que albergan algunas de las especies más longevas del planeta.
Sin embargo, a pesar de su importancia, los montes submarinos se encuentran amenazados por actividades humanas destructivas, como la pesca de arrastre de profundidad. El monte submarino de Salas y Gómez, ubicado frente a Chile, por ejemplo, es un verdadero oasis de vida en medio del océano, hogar de una gran variedad de especies endémicas que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo.
Ahora es el momento de actuar: este ecosistema único debe protegerse para garantizar que su biodiversidad prospere en la era del cambio climático y salvaguardarlo para las generaciones futuras.
Los montes submarinos son puntos calientes de biodiversidad, hogar de una gran variedad de especies, muchas de las cuales son únicas de estos ecosistemas. Estas “islas de vida” en el océano profundo proporcionan refugio, alimento y zonas de reproducción para una multitud de criaturas marinas, desde corales de aguas frías y esponjas hasta peces, crustáceos y mamíferos marinos. Es impresionante el valor que tienen para los ecosistemas marinos y para la salud del océano y, por tanto, de la vida humana.
Además de su rica biodiversidad, los montes submarinos también funcionan como criaderos de pulpos, un descubrimiento reciente que destaca su importancia para la reproducción de esta especie. Estos hallazgos, como los recientes viveros de pulpos en Costa Rica, resaltan la necesidad de proteger estos ecosistemas únicos y vulnerables, no solo por su valor intrínseco, sino también por su papel crucial en el mantenimiento de la salud de los océanos y la vida marina.
Pero su importancia va más allá de la biodiversidad. Los montes submarinos actúan como verdaderas “carreteras” de nutrientes en el océano. Las corrientes oceánicas interactúan con estas montañas submarinas, creando afloramientos de aguas profundas ricas en nutrientes que fertilizan las aguas superficiales, impulsando la productividad marina y sosteniendo las redes tróficas. Sin estos “corredores biológicos”, la vida en el océano sería mucho más difícil.
Como experta en ecosistemas marinos, enfatizo que los ecosistemas de los montes submarinos son vulnerables a las perturbaciones humanas debido a su lenta tasa de crecimiento y recuperación. La pesca de arrastre de profundidad, una práctica destructiva que arrasa con todo a su paso, ha causado daños irreparables en muchos montes submarinos, destruyendo hábitats y alterando las intrincadas redes tróficas que sostienen la vida en estos ecosistemas únicos.
Es hora de actuar para proteger estos tesoros ocultos de la biodiversidad marina. Nosotros, en Deep Sea Conservation Coalition, estamos trabajando arduamente para crear conciencia sobre la importancia de los montes submarinos y la necesidad urgente de prohibir la pesca de fondo en los montes submarinos, una práctica destructiva que causa daños irreparables a estos ecosistemas frágiles y a las especies que los habitan.
Como sociedad, tenemos la responsabilidad de garantizar que estos ecosistemas únicos y valiosos sean preservados para las generaciones futuras. Debemos oír el aullido silencioso de las profundidades que nos llama a actuar. No podemos ignorar el sonido del océano profundo.
- El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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