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¿Qué podemos concluir de la falla eléctrica del 25F? Opinión Pablo Ovalle/AgenciaUno

¿Qué podemos concluir de la falla eléctrica del 25F?

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Richard Kouyoumdjian Inglis
Por : Richard Kouyoumdjian Inglis Experto en Defensa y Seguridad Nacional
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Ya sabremos, dependiendo de la razón de la falla, si el problema se corrige con mayores inversiones, pero argumentar como la razón sistémica del apagón la falta de inversiones o el problema que existe con la entrega de permisos es un poco aventurado.


Evidentemente, una falla eléctrica como la ocurrida el martes 25 de febrero de 2025 genera todo tipo de opiniones del espectro político, la mayor parte de ellas infundadas o desinformadas, cubriendo desde la necesidad de estatizar el sistema completo, pasando por teorías conspirativas o, bien, colocando las culpas en la falta de inversión o de permisos. Todos opinando sin saber qué ocasionó la falla, la mayor parte sin conocimiento o experiencia en ingeniería eléctrica o en la forma en que opera el Sistema Eléctrico Nacional.

Dado el nivel de electrificación y digitalización de la sociedad en que vivimos, el tema eléctrico es de la mayor criticidad, lo que quedó demostrado el martes 25, en que todo lo que potencialmente podía fallar por la ausencia de suministro eléctrico falló, excepto que en esta oportunidad los COGRID se activaron oportunamente, como también lo fueron las medidas de las autoridades para colocar en funcionamiento las acciones de contingencia.

Dicho eso, quedó claro que en problemas de naturaleza altamente técnica como el ocurrido, los COGRID, especialmente los que operan a nivel nacional y regional, pierden su importancia cuando el tema requiere de expertos y no de autoridades políticas. Al poco andar, el manejo de la contingencia pasó a manos del Coordinador Eléctrico Nacional (CEN).

Tenemos un Sistema Eléctrico Nacional (SEN) desde que en el 2017 se interconectaron los sistemas centrales y del norte grande, lo cual era una aspiración de larga data en Chile, ya que la zona central, que para estos efectos llega hasta Chiloé, no tenía la capacidad de seguir manejando la demanda eléctrica que enfrentaba, y, por otro lado, teníamos un norte con superávit, especialmente del tipo ERNC.

El sistema está compuesto por tres partes: la generación, la transmisión y la distribución, fallando en esta oportunidad inicialmente la transmisión y, posteriormente, la incorporación de generadoras. Falló la transmisión en manos de ISA Interchile, pero a la fecha no se tiene la razón de la falla, pudiendo pasar un par de semanas antes de que tengamos claridad y exactitud de lo que ocasionó la caída del sistema.

Para entender la segunda parte de la falla, hay que comprender la forma en que opera el sistema y el rol que cumple el CEN, una corporación autónoma de derecho público que se creó para operar el Sistema Eléctrico Nacional, que nació de la unión de los sistemas que existían.

El Coordinador es un organismo técnico e independiente, encargado de la coordinación de la operación del conjunto de instalaciones del Sistema Eléctrico Nacional que operen interconectadas entre sí. Entre sus objetivos más importantes están garantizar el acceso abierto a todos los sistemas de transmisión, preservar la seguridad del servicio en el sistema eléctrico y garantizar la operación más económica para el conjunto de las instalaciones del sistema eléctrico.

Al momento de la falla, ISA Interchile estaba transmitiendo energía producida a menor costo en el norte al centro del país, lo que implicaba que no todas las generadoras del centro sur estaban operando, entregando energía. Por razones que también se investigan, estas no pudieron entrar en forma rápida al sistema, lo que implicó que la crisis fuera más larga de lo esperado.

Lo anterior ocurre por el objetivo económico que tiene el sistema, en orden a escoger la energía que se genera a menor costo, aunque ello pudiera implicar un mayor riesgo producto de que esa se trasmite desde mayor distancia, como fue el caso del 25F.

No estimo que haya errores en la fijación de los objetivos del CEN, pero este sí debe asegurarse de que la seguridad no sea a costa del precio de la electricidad. Es evidente que todos queremos energía barata y ojalá limpia. Si ello implica que deben tener facultades de fiscalización que les permitan asegurar la entrega de la energía, entonces corresponde por ley darles las facultades para hacerlo.

El costo de la energía debe incorporar el costo de la seguridad de la entrega y, por ello, es muy necesario no llegar a conclusiones de lo que debe cambiar hasta saber qué falló, como también qué otras fallas no están siendo mitigadas. Un riesgo inherente alto que no se puede mitigar no es un riesgo que sea aceptable, como también si ante fallas de entrega de energía la solución sea colocar otras generadoras a reemplazar la que se pierde. Ello debe estar probado y solo debe ser aceptable si la velocidad a la que se hace es razonable y de corto tiempo.

Ya sabremos, dependiendo de la razón de la falla, si el problema se corrige con mayores inversiones, pero argumentar como la razón sistémica del apagón la falta de inversiones o el problema que existe con la entrega de permisos es un poco aventurado.

Claramente las inversiones adicionales ayudan, pero alguien debe pagar por ellas. La línea Kimal-Lo Aguirre es una buena idea, pues mejora la solidez del sistema y su seguridad y permite seguir trayendo energía del norte, que se produce a más bajo costo, pero tenemos que estar seguros de que no se vea afectada por la falla que tuvo la que opera ISA Interchile.

Capítulo aparte es la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), que sí tiene las facultades de fiscalización que está pidiendo el CEN. Esta es la segunda falla relevante que ocurre en tiempos recientes, siendo la primera la que se produjo con los vientos de agosto de 2024. En ambos casos no asume su responsabilidad de fiscalización y no entiende que fiscalizaciones buenas y oportunas aseguran mejores servicios y entrega de energía a la población.

En conclusión, necesitamos tener la razón de la falla que afectó a la transmisión y por qué se tomaron más tiempo del necesario las generadoras que estaban fuera de línea. Teniendo eso claro, podremos ver qué cambios hay que hacer al Sistema Eléctrico Nacional y en quien es responsable por su operación, el CNE. También podremos saber si hay que mejorar la supervisión y fiscalización, como las inversiones que sean necesarias para asegurar la seguridad del sistema.

Lo que no podemos perder es la ventaja de un sistema eléctrico integrado, con los beneficios que ello tiene.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

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