Colaboración público-privada para el desarrollo de Chile

El cambio climático y la tan necesaria transición energética requerirán de aproximadamente 80 minas del tamaño de Los Bronces al año 2040 para descarbonizar el mundo. La inteligencia artificial y los data centers serán otro gran driver de demanda, sin duda. Y no olvidemos que, en la medida que las economías emergentes se desarrollan, su consumo de cobre per cápita también aumenta. Esta es la mayor oportunidad que tendrá Chile hacia el futuro, jugando un rol primordial a nivel mundial.

En este escenario, para seguir consolidando nuestra posición como líder global de la industria es clave innovar, no solo generando nuevas soluciones para las necesidades de nuestras operaciones, sino también reimaginando la forma en que hacemos minería.  

Con esta visión, en días recientes, dimos a conocer un acuerdo inédito de colaboración público-privada entre Codelco y Anglo American para potenciar el desarrollo del distrito minero Andina-Los Bronces, el cual se ubica en el límite de las regiones de Valparaíso y Metropolitana, en la Cordillera de los Andes. Esta alianza busca, a través de la ejecución de un Plan Minero Conjunto, estimado entre los años 2030 y 2051, aumentar la producción en aproximadamente 120.000 toneladas promedio al año, sin que ambas compañías tengamos que incurrir en inversiones adicionales significativas.

Se trata de una tremenda noticia para nuestro país y, como tal, ha sido destacada por reconocidos analistas, expertos y conocedores de la industria minera, tanto en Chile como en el extranjero. Pero lo más relevante es que representa un hito de colaboración sin precedentes en el sector, el cual releva los beneficios de las alianzas público-privadas como una potente herramienta para impulsar el desarrollo. 

En este sentido, contar con enfoques de desarrollo que proyecten a la industria en el largo plazo, aparece como una necesidad creciente, para lo cual el trabajo conjunto es una poderosa palanca para generar más valor para Chile. En este caso, son cerca de US$ 5 mil millones adicionales, antes de impuestos y sin considerar otras sinergias, que se generarían con esta asociación y que beneficiarán al país en su conjunto, a través del incremento en el pago de impuestos y royalties.  

Este acuerdo es histórico en nuestro país y abre nuevos paradigmas para el sector, por su escala y por basarse en un modelo que no involucra traspaso de propiedad. Además, impulsa aspectos como el despliegue de procesos de planificación operacionales conjuntos y el uso más inteligente y sustentable de instalaciones para hacer frente a contextos cada vez más complejos. Escenarios que están marcados por los efectos del cambio climático, la volatilidad de los mercados, costos crecientes, envejecimiento de los yacimientos, mayores requerimientos regulatorios, problemas en las cadenas de suministros y la emergencia de nuevos factores de incertidumbre geopolítica, entre otros. 

Así, la gestión integrada de los recursos, a través de un Plan Minero Conjunto, permitirá además materializar todo el potencial de un distrito (Andina-Los Bronces) que representa un 2% de las reservas mundiales de cobre y convertirlo en uno de los tres más importantes de Chile y en el cuarto a nivel global.

Para ello, no solo se aprovecharán las evidentes sinergias que derivan de la contigüidad de ambas faenas, complementando sus respectivas capacidades operacionales, también se abordarán retos comunes, como es la necesidad de producir los recursos implicados de manera responsable, manteniendo y profundizando las prácticas en materia de sostenibilidad y respeto hacia el entorno natural de ambas compañías.  

Esta alianza es un gran ejemplo de cómo la colaboración en la industria permite fortalecer la posición de Chile como el mayor productor de cobre del mundo y abre nuevas posibilidades para el crecimiento del sector y el desarrollo del país. Y como chileno, esto me llena de orgullo.