
Día Internacional de la Mujer: flores, derechos, igualdad y respeto
La brecha salarial entre trabajadoras y trabajadores ha disminuido en nuestro país y la presencia femenina ha aumentado su participación en cargos gerenciales y directorios. Sin embargo, las diferencias persisten y, por lo tanto, el tema sigue siendo un desafío para nuestro país.
Podemos bailar solas o acompañadas, recibir flores o decidir comprarlas. Lo que no podemos hacer es aceptar regalos y discursos de buenas intenciones, a cambio de derechos, igualdad y respeto.
En este nuevo Día Internacional de la Mujer quisiéramos celebrar avances y no volver sobre las mismas conclusiones de cada año, que dan cuenta de que a Chile le falta un profundo cambio cultural y, sobre todo, voluntad política para lograr transformaciones reales.
Hace un año fue aprobada la Ley Karin, que a pesar de ser una normativa que no distingue género, lleva nombre de mujer porque casi el 80% del acoso laboral, sexual y violencia en el trabajo es ejercido sobre ellas.
Sin embargo, de acuerdo con el informe de la Dirección del Trabajo y tras medio año de entrada en vigencia de la ley, aún hay instituciones públicas sin protocolos de prevención, faltan recursos y las cifras de denuncias desestimadas, sin investigación, evidencian que el discurso no concuerda con la acción.
Así lo reflejó el Gobierno frente a la denuncia de violación en contra del exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, donde la autoridad no le creyó a la denunciante y perdió la gran oportunidad de dar señales claras al resto del país.
Ello también queda demostrado en las promesas sin resultados que han recibido durante años las deportistas de alto rendimiento, trabajadoras sin derechos, que no cuentan con sala cuna para desempeñar sus labores y cuyos hijos e hijas no parecen tener la misma categoría que otros niños.
El posnatal de un año sigue siendo una deuda con la infancia que involucra evidentemente a las madres, pues son ellas –fundamentalmente– las que están a cargo de los niños y niñas. Sin embargo, todos los gobiernos, en todas las épocas, han celebrado a las mujeres cada 8 de marzo, mientras olvidan que la crianza de la niñez es responsabilidad de toda la sociedad.
Según el Ministerio de Salud, el cáncer de mama es la principal causa de muerte oncológica femenina en Chile, con 6 muertes diarias. Se trata de un problema de salud pública y, pese a ello, los tiempos de espera para el acceso a la detección y a los tratamientos sigue siendo un factor que va en contra de la sobrevivencia de mujeres… que son jefas de hogar, madres y cuidadoras.
Pese a las campañas y el dinero invertido, la V Encuesta Nacional de Violencia Contra las Mujeres 2024, reveló que las denuncias por violencia física en contra de ellas subió de 29% en 2020 a 37,4% en 2024, mientras el aumento de los femicidios ha sido sostenido entre el 2013 y el 2024.
La brecha salarial entre trabajadoras y trabajadores ha disminuido en nuestro país y la presencia femenina ha aumentado su participación en cargos gerenciales y directorios. Sin embargo, las diferencias persisten y, por lo tanto, el tema sigue siendo un desafío para nuestro país.
Por eso este 8M agradecemos los gestos y saludos, junto a las acciones concretas en pos de la igualdad, derechos, dignidad y respeto en todos los ámbitos de la vida de una mujer.
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