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Reforma al impuesto a la renta: ¿un cambio (in)necesario? Opinión

Reforma al impuesto a la renta: ¿un cambio (in)necesario?

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Leonardo Besoain
Por : Leonardo Besoain académico del Departamento de Ingeniería Comercial de la Universidad Técnica Federico Santa María
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Si bien esta reforma, que se presenta dentro del marco del pacto fiscal, viene acompañada de otras medidas como cambios al CAE, sala cuna y subsidio a hipotecarios y regiones, parece no ser significativa en cuanto a los objetivos que busca.


En los últimos días el ministro Mario Marcel ha planteado la idea de, entre otros temas, una reforma al impuesto a la renta, tanto a grandes empresas como a pymes.

Esta reforma, que busca una neutralidad en la recaudación fiscal, propone reducir el impuesto corporativo del actual 27% a un 24% o 25%, compensando con un alza al impuesto a las personas. Pero ¿es esta una medida efectiva en pro de compensar la menor recaudación fiscal por impuesto corporativo? 

Primero que todo, analizamos el escenario del alza de impuestos personales. Según la última Encuesta Suplementaria de Ingresos emitida por el INE respecto del 2023, solo un 2,8% de las personas ocupadas tiene una renta mayor a los $3.000.000. La actual propuesta de reforma propone un aumento de la tasa marginal para aquellas personas que perciban una renta mensual de más de $4.000.000.

Tomando como base el dato anterior, podríamos suponer que menos de un 1% de la población ocupada percibe una renta equivalente a esa cifra. 

Si tomamos como base una persona con una renta mensual de $4.500.000 (líquido), con el actual régimen pagaría un impuesto mensual de aproximadamente $395.000 (considerando una tasa marginal de un 23%). Con base en la propuesta, si aumentamos la tasa marginal a un 26% (que era la propuesta original de la reforma tributaria rechazada a inicios de 2023), esta misma persona pagaría un impuesto mensual de aproximadamente $410.000, es decir, alguien con ese nivel de renta vería aumentado su impuesto mensual en alrededor de $15.000, lo que se traduce en un aumento en su pago de impuestos de $180.000 al año. 

Ahora, retomando la encuesta realizada por el INE, esta toma un total de 8.844.620 personas ocupadas, de las cuales, este 1% que se mencionó anteriormente, representaría un total de 88.446 personas que verían aumentado su impuesto personal anual en $180.000 (suponiendo que el ingreso promedio de esas personas es de $4.500.000), lo que nos da un total aproximado de 16 mil millones de pesos, lo que, si bien pareciera ser una cifra alta, representa una porción ínfima con relación al PIB anual de Chile. 

Por otra parte, si suponemos una reducción del impuesto corporativo de un 27% a un 25%, tomando como base la recaudación fiscal por este ítem en la Operación Renta de 2024, que toma como base las utilidades de 2023, esto podría significar una disminución aproximada de unos 350 mil millones de pesos en recaudación fiscal, por lo que estas medidas por sí solas no alcanzan a neutralizar este efecto.

Sumado a lo anterior, si lo que se busca con esta reducción de tasa corporativa es entregar incentivos a la actividad económica en pro del crecimiento, estudios relacionados son ambiguos al momento de concluir en este aspecto, en que algunos de estos señalan que la reducción de la tasa del impuesto corporativo puede tener efectos positivos o negativos en el crecimiento económico, así como también no tener un impacto significativo.  

Si bien esta reforma, que se presenta dentro del marco del pacto fiscal, viene acompañada de otras medidas como cambios al CAE, sala cuna y subsidio a hipotecarios y regiones, parece no ser significativa en cuanto a los objetivos que busca, lo que nos hace pensar que es más bien un acto de simbolismo tributario que una medida efectiva hacia el crecimiento económico del país.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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