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Buena suerte, ministra Delpiano Opinión @mindefchile

Buena suerte, ministra Delpiano

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Richard Kouyoumdjian Inglis
Por : Richard Kouyoumdjian Inglis Experto en Defensa y Seguridad Nacional
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Si a usted le va bien, nos va bien a todos. Mantenga esa decisión, postura y talante militar que desplegó en el 95° aniversario de la FACH. Si lo hace, fantástico. Si no, estamos en problemas.


En febrero del 2022 escribí una columna similar para la exministra Fernández, que, aun siendo diputada en esa época, estaba pronta a asumir como ministra de Defensa Nacional del Presidente Boric el 11 de marzo de 2022. Algunos me acusaron de pautear a la nueva ministra y espero que no se me acuse de lo mismo en esta oportunidad, pero como tanto una como la otra no son especialistas en el tema, espero que estas recomendaciones le sean de utilidad a la ministra Delpiano en el desempeño de sus altas funciones.

Lo primero es que busque buena ayuda para esto de ser ministra de Defensa Nacional. Hay personas que saben mucho y que yo los calificaría de expertos, como es el caso de Gabriel Gaspar, definitivamente el que más sabe de defensa y seguridad nacional en la centroizquierda, aparte de ser también el que más sabe del Perú y Bolivia. También está el exministro de Defensa José Antonio Gómez, el que gustó mucho a las Fuerzas Armadas cuando fue ministro. Otros que también la pueden acompañar son Víctor Jeame Barrueto, que aprendió bastante cuando fue subsecretario.

Lo segundo: busque estar cerca de los comandantes en Jefe y del Jefe del Estado Mayor Conjunto (JEMCO). Ellos son, por lejos, los que mejor saben dónde les aprieta el zapato y los desafíos que tienen por delante.

Lo tercero: no se estrese con el reemplazo del comandante en Jefe de la Armada en junio de este año. Los cinco vicealmirantes que están en la quina son todos buenos, por lo bajo tienen 34 años de servicio activo y estupendas carreras como oficiales de marina, por lo que no hay riesgos.

Lo cuarto: ojo con la Política de Defensa. La que existe fue completada en el 2020 y publicada a comienzos del 2021. Es lo mejor que se ha hecho a la fecha, mérito del entonces subsecretario De La Maza.

Sé que hay gente trabajando en una nueva versión, pero ya llegamos a marzo del último año de Gobierno y no se sabe cuándo verá la luz. Yo me quedaría con la actual y solo le haría una actualización. No es que desconfíe de lo que se pueda publicar, pero su proceso de confección no ha sido muy transparente, a pesar de unos seminarios que se organizaron en la Anepe en el año 2024. La anterior por lo menos fue revisada y discutida por muchos antes de ver la luz.

Quinto: por favor, asegúrese de que todo lo relativo al financiamiento de capacidades estratégicas de la defensa se haga de acuerdo con la ley respectiva. Lo mismo aplica a la sección del fondo de contingencia estratégico. En los últimos años no todo ha sido de acuerdo con lo establecido, generándose algunas dudas en la opinión pública respecto de su correcto manejo. La idea es que opere como se estableció y no darles en el gusto a los que aún defienden la Ley del Cobre.

Sexto: las Fuerzas Armadas son obedientes, jerarquizadas y disciplinadas, pero no hay que aprovecharse de esa condición. No se pueden ir a la huelga y no están sindicalizados como los gendarmes, pero sí esperan que sea usted quien los defienda en el Congreso y ante el Ministerio de Hacienda,ya sea cuando se discuten las RUF o bien el presupuesto anual.

Séptimo: los últimos recortes tienen a las instituciones en los huesos, algo que viene ya desde hace un par de años. Los más recientes son la gota que rebalsó el vaso y, si los hay más, o bien operarán en forma riesgosa o, en su defecto, no operarán. Hay mínimos que cumplir para mantener capacidades operativas.

El tenerlas en permanente despliegue por estados de emergencia o apoyando a las policías en las fronteras norte y noreste no es gratis. Se les deben dar los recursos humanos y financieros para realizar esas funciones, y cuidar que ello no se coma los que están destinados para operar y entrenar, en lo principal, la defensa de la soberanía, el territorio, mares, el aire y el espacio exterior de Chile.

Octavo: antes de iniciar el proceso de presupuesto del 2026, por favor, infórmese bien de las condiciones en que están operando las instituciones y de su grado de alistamiento. Junto con ello, cómo están las condiciones de oficiales y suboficiales, de los retiros y las renuncias. No vaya a ser que por estar exigiéndoles más allá de lo que corresponda estemos perdiendo personal calificado que nos ha costado años y recursos para desarrollar.

En relación con lo anterior, las Fuerzas Armadas siempre van a buscar cumplir con sus roles constitucionales y las áreas de misión definidas, pero todo tiene un límite. Si no llenamos las vacantes del servicio militar y de tropa profesional por restricciones presupuestarias, después no andemos pidiéndoles que hagan milagros o cosas para las cuales no tienen los recursos humanos o materiales necesarios.

Usted tiene que ser la primera en levantar la mano cuando se les quiera usar para labores de seguridad interior, si es que ello no viene de la mano de lo que se necesita para cumplir con las tareas que se les pidan.

Noveno: no se desgaste con los proyectos de ley de las RUF o de inteligencia. Si el primero llegara a ver la luz, por favor, asegúrese de ver el tema de los eximentes de responsabilidad y de la necesidad de fiscales y tribunales especializados y, en lo segundo, más importante que una nueva ley es buscar aumentar la dotación de la ANI y que opere 24/7. Obviamente hay que transformarla en una organización operativa, con agentes en terreno, con capacidades relevantes en procesamiento digital, ciber e IA, pero, por sobre todo, coordinando el sistema de inteligencia como un todo.

Décimo: por favor, aparte de asesorarse adecuadamente, trabaje muy de cerca con las comisiones de Defensa de ambas Cámaras del Congreso Nacional. Se dice que usted es una persona con mucho sentido común, por lo que me que parece estamos en buenas manos. Si tiene dudas, la Biblia son la Constitución y la Ley 20.424. El articulo 5 de esa ley define claramente las obligaciones de la ministra de Defensa Nacional.

Para cerrar, buena suerte y éxito, ministra Delpiano. Si a usted le va bien, nos va bien a todos. Mantenga esa decisión, postura y talante militar que desplegó en el 95° aniversario de la FACH. Si lo hace, fantástico. Si no, estamos en problemas.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

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